𝐓𝐖𝐎¡!

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Felix se mordía su labio nervioso, intentaba divisar a su vecino a través de la ventana sin que el mismo lograse verlo, Felix no tenía el valor para asomarse por la ventana, por alguna razón sentía que su pequeña historia de amor se acabaría al momento en que diera a conocer su identidad. No era ninguna novedad para sus cercanos que Lee Felix no tuviera autoestima alguna, Contanstente se le escuchaba hablando sobre su físico, que si su cuerpo era feo o que sí su rostro no era lindo o sí su cabello estaba dañado y se veía mal, luego de algún tiempo escuchando a él menor hablando mal de él, la gente se había cansado de su actitud  y lo habían alejado de cualquier grupo social, claramente eso afecto el humor del menor haciendo que sus días fueran más tristes de lo común.


La tristeza desapareció momentáneamente debido a que para su cumpleaños su madre le había regalado una lindas luces Led al principio no era más que eso, unas lindas luces led que decoraban su habitación.

Poco a poco se había convertido en algo más especial, una especie de tradición entre el y su misteriosos vecino. Todo había cambiado debido a que un día miró por su ventana notando que el de enfrente tenía las luces de él mismo color que el de su habitación, principalmente había creído que era nada más que una simple coincendencia, una bonita coincidencia. al día siguiente noto como las luces lucían del mismo color, haciendo que su corazón se apresurarse y latiera rápidamente por razones desconocidas.

Luego de algún tiempo Felix comenzó a utilizar las luces para desahogarse de alguna forma con esa persona, podía contarle como había ido su humor dependiendo de él color de las luces, algo demaciado simple pero a la vez sumamente desahogante. poco a poco las luces comenzaron a cambiar de siempre ser azul un color "trizte" a ser días amarillos - así era como el mismo llamaba a sus días alegres-, luego siempre eran de color amarillo y uno que otro día azul.

Un día mientras jugaba a los sims noto que cuando su personaje estaba coqueto el color de la casilla era rosado, eso le trajo una pregunta a su mente ¿y si le mandaba indirectas a su vecino? esa pregunta rondó por su mente por algunos minutos, finalmente se decidió a intentarlo.

bajó su vista hasta su reloj, era algunos minutos pasado de las 20:30, mierda se había distraído en su juego.

rápidamente se levantó de su sofá, corriendo a buscar el mando que controlaba sus luces, rápidamente las puso de color rosa, esperaba y su vecino captase aquella indirecta.

Tenía unas grandes ganas de hablar cara a cara con su vecino, pero su  timidez e inseguridad le impedían el hablarle, de todas formas no había forma de comunicarse con la persona, o eso era lo que creía.

♡;; Muchas gracias por leer y avisen de cualqueir error ortográfico, y no olviden dejar su voto <3

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