Un Pequeño Y Gran Accidente (Kaishin)

Parte 2:"¿Arthur?"

~Narra Shinichi~

Todavía me sentía preocupado por Kaito: nunca lo había visto así, incluso si se sintiera mal, el siempre era bueno ocultando lo; pero, está vez era diferente, su cuerpo temblaba y su rostro parecía abatido. En todo eso pensaba mientras me cepillaba los dientes.

Me enjuague para después secarme la cara, me mire en el espejo y suspire--espero y no sea nada grave --mencioné, seguido de un estruendo que provenía de abajo.

"¿¡Qué pasó!?" Pensé, mientras salía del baño para ir a ver.

Llegando a la librería solo pude ver las prendas de ropa de Kaito, cubriendo a un pequeño niño que se encuentra durmiendo, "¡Espera!" observé el frasco que Haibara me había dado en el suelo, lo tomé, y para mí sorpresa mi píldora no estaba.

Con eso podía deducir que Kaito había tomado la píldora por error, confundiendo se con las aspirinas. Levanté un poco mis lentes y apreté con dos dedos en medio de los ojos "que idiota", no sabía si me lo decía a mi, o el; pero, en ese momento no podía procesar lo sucedido "¿como le explicaré esto a Kaito?". Puse pausa a todos mis pensamientos para recordar lo que Haibara había dicho

--si alguien que no fuera yo tomara la píldora tendría el efecto contrario o... --tragué saliva--...in...cluso la muerte --ésa última parte me aterró haciéndome correr directo a Kaito sostenido su cuerpo aún dormido entre mis manos--¡KAITO! --grito mientras lo sacudía suavemente--Oye Kaito...¡KAITO!....despierta --pero el no respondía preocupándome más a cada segundo que pasaba--¡¡¡IDIOTA POR FAVOR DESPIERTA DE UNA MALDITA VEZ!!! --la idea de que Kaito muriera me apretaba el corazón, sentía un nudo en la garganta y las lágrimas a punto de salir.

Pensar que lo último que vería de el es su etapa de niño y que no sabría que explicarle a su madre, a Aoko y todos los demás, que lo único que podría decir sería--es mi culpa --, lo abrase con mis manos temblorosas, con suavidad acaricié su cabello para así colocar su rostro en mi pecho.

Pocos minutos después se escuchó un pequeño gemido, alejé el rostro de Kaito para poder verlo, y el poco a poco abrió los ojos--¡Kaito!...Kaito ¿Estás bien? --le pregunta pero parecía que seguía aturdido, tomaron algunos minutos para que pudiera moverse.

El se sentó--¿Qué demonios?...no creí que me sintiera tan mal --dijo el rascándose el cabello. Al parecer, no se había dado cuenta aún que su cuerpo había sido reducido, o eso creí hasta que pauso sus movimientos, para después ver detenidamente sus prendas y manos, tocar múltiples veces su cara, y manosear todo su cuerpo--¿soy un niño....de nuevo? --.

El se abalanzó sobre mi y apretó mis hombros--que...¿¡Que demonios me pasó!?--exclamo.

--... --yo aún no podía decir nada, me sentía tan aliviado de que Kaito siguiera con vida que, en un intento desesperado de abrazarlo, caímos uno arriba sobre el otro.

Ya no podía más, ya no podía contener más lágrimas--shi...¿Shinichi? --Kaito me empezó a llamar, pero claramente no me le tomaba importancia, lo único que podía hacer es aferrarme a Kaito y pensar "que bueno que estás bien". Kaito correspondió mi abrazo acariciando mi cabello con suavidad, sin decir una sola palabra: el tampoco entendía el por qué de mi comportamiento, no quería que me descubriera, estos sentimientos se los diría cuando vuelva a hacer Shinichi.

Tranquilizarme tomo poco tiempo, seque mis lágrimas y dejé que Kaito se parará--voy al baño --dije--ve a mi habitación y descansa un poco, yo después te explicaré que pasó --el solo se limito a ascender con la cabeza.
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Entre a la habitación: donde se encontraba Kaito durmiendo profundamente, traía conmigo una taza de té, me acerqué a la cama, dejando aquella taza en un pequeño mueble. Me senté lentamente, acomode su cabello para poder ver mejor su rostro, pude notar que su cara aún seguía roja, al acercarme, pude escuchar su respiración agitada.