9: Más líos.

1K 198 166
                                    

  

   Ah, no había caído aun en un detalle. Katsuki no sabia que yo iba a ir a la fiesta, pero sí sabia que iba a estar otra persona.

   _ ¿De qué te conoce Tamaki?
   _ Ni idea... De lo contrario me acordaría.

   Su respuesta más bien había sonado a: Créeme, dudo mucho que lo hubiera olvidado. Lo de menos era que él estuviese totalmente pendiente del tal Mirio.

   Me entraron ganas de haberme quedado en casa. De todos modos, me coloqué mi mejor sonrisa y fui a buscar a Tamaki y a Nejire.

   No fue tan difícil fingir durante la hora siguiente que me lo estaba pasando en grande. Había unas cuantas personas divertidas, incluidos unos tíos bastantes pasables que se pusieron a filtrear conmigo, y que tenían tal provisión de chistes que me reí un montón.

   En un momento determinado, Katsuki  vino con nosotros, aunque uno de los dos chistosos me estaba prestando demasiada atención, aparte de halagarme, me concentré en él. Katsuki se puso a charlar con Tamaki y Nejire; al cabo de un rato se fue por donde vino. Esto calmó mis celos.

   Volví a hablar con él algo más tarde. Para ese entonces ya había pasado de los refrescos al sake. Y pensé que era el momento justo de darme un atracón. Mientras me preparaba un platillo cargado apareció Katsuki a mi lado y tomó uno de mis yakitoris.

   _ Quería hablar contigo en privado.

   _ ¿De verás? Prueba el pincho de gambas. Está estupendo.

   _ ¿Por qué no me dijiste que Kat existía de verdad?

   _ ¡Es que no existe de verdad!

   _ Pues a mí me pareció de carne y hueso.

   _ Ah, lo dices por la llamada_ hice un encogimiento de hombros que me pareció perfecto y añadí otro yakitori al plato_ Sí, Eiji quedo bastante patidifuso_ después de tantas mentiras, seguramente vendría bien una dosis de verdad_ Veras, lo conocí en una fiesta en la que me agarré una cogorza monumental y le anoté mi número de teléfono en el brazo. Por eso cuando mamá me llamó pocos días después, pensé que él me serviría como plantilla. No tengo imaginación como para inventarme un tío de la nada. ¿Satisfecho?

   _ Supongo_ se comió otro pincho con salsa picante_ Entonces dime una cosa: ¿cuándo te vas a armar de valor para abandonarme?

   _ Después del fin de semana, dando por hecho que vaya a casa de mis padres. Si mamá sigue dolida conmigo, el ambiente no será el mejor, y no me apetece darle el disgusto delante de Shoto y Momo. Claro que si no voy aún se enfadará más conmigo.

   Entre el gentío se oyeron risas alborotadas que solo surgen con un chiste bueno de verdad. Miré hacia allá y vi al chistoso de antes, que me lanzó un guiño de lo más gratificante. Le devolví la sonrisa y confié en que Katsuki la hubiese captado.

   _ A lo mejor me dejo convencer y vamos a casa de tus padres. Al menos allí si se comerá bien. Tu madre parece de las que saben hacer un buen curry.

  

   El chistoso se me acercó y me cogió del brazo.


   _ Izuku, te necesito para sanjar una discusión.

   _ Disculpa_ le dije a Katsuki con toda mi amabilidad y me dejé arrastrar.


   Media hora más tarde, Mirio seguía sin aparecer. La máscara de fiestero que se había puesto Tamaki comenzaba a desaparecer. A punto de echarse a llorar, aunque fingiendo estar solamente enojado, me llevó hasta un rincón.


Please, be my boyfriend.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora