IV

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Podía escucharse el ruido de los carros a través de la ventana cubierta por la tela de seda. Con los ojos pesados Vanya notaba la hora de su reloj,hoy sería un buen día para la chica de piel blanca. Tranquilamente se puso de pie y salió de su habitación.

—Buenos días Cinco, ¿qué tal dormiste? —Vanya se había percatado de su faltante presencia. —¿Cinco? —Entonces le quedó claro que se marchó. —Carajo...

Con una prótesis en mano, Cinco se encontraba frente a la recepción de una Clínica especializada en ello, observó cada uno de los espacios del lugar hasta que un doctor llego notando su presencia.

—¿Te puedo ayudar? 

—Quiero saber a quién pertenece esto —Mostró entre sus dedos la prótesis ocular.

—¿De dónde lo sacaste?

—Qué te importa... —Cinco dijo en susurro pero mejoró su tono de voz intentando no ser descortés —Lo encontré, supongo que debió salirse. —Sonrío haciendo un chasquido entre él paladar y la lengua. —Quiero devolvérselo a su dueño.

—Awww... Eres muy amable —Mencionó dulce la recepcionista.

—Si, busca el nombre querida —Cinco ordenó.

—Lo siento la información de los pacientes es confidencial, significa que no pue... —El doctor fue interrumpido por Cinco.

—Si ya sé que significa...

—Pero te diré algo, deja el ojo y se lo devolveré al dueño, seguro que él o ella estará muy agradecido... —Este iba a tomar la prótesis.

—Si si, no toques el ojo

—Escúchame jovencito no pue...

Entonces Cinco lo tomo agresivamente del cuello al doctor.

—No, escúchame a mi tarado, sufrí muchas cosas para llegar a esto, muchas que tu cerebrito no podría comprender así que dame la información que necesito y me iré tranquilamente y si me dices jovencito una vez más te aplastaré la cabeza contra la pared. —Amenazo 

—Llama a seguridad —El doctor pidió a la recepcionista.

Cinco notando su acto soltó del doctor con la mirada seria y se marchó.

Vanya llego nuevamente a la Academia ,con el propósito de encontrarse a su hermano.

—¿Cinco? ¿Estás aquí? —Se encamino sobre el pasillo, saltando leves pasos por el azulejo ajedrezado. —¿Estás arriba? —Ella comenzó a subir con calma las largas y aburridas escaleras de la rústica mansión. —¿Cinco? 

Después de unos cuantos pasos, se dirigió a la habitación de su hermano y con suerte lo encontró observando la ventana.

—Aquí estás menos mal, me tenías preocupada. —Número siete se acercó a él.

—Perdón, me fui sin despedirme

—No, soy yo la que debe pedir perdón, debí tomarte más enserio... Yo no supe precesar lo que me decías,aún no puedo para ser franca.

—Bueno, no debes tomarme enserio, tal vez lo que pasó no fue real... Se sintió real pero no lo sé, cómo dijiste... Papá decía que viajar en el tiempo contamina la mente. —Miro a Vanya con cierta decepción y obviedad.

—Tal vez deberías hablar con otra persona sobre esto... Yo conozco a una terapeuta, solía verla puedo darte información. —Eso solo ocasionó un suspiró indignado por parte de cinco.

The Secret |The Umbrella AcademyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora