The Secret |The Umbrella Academy

VIII

Vayolett había llegado decepcionada a la Academia, le disgustaba lo orgulloso e introvertido que podía llegar a ser Cinco. Y aunque su presencia fuera casi nula podía sentirse a kilómetros su irá o eso sentía Allison que se encontraba de salida.

—Vayolett... ¿Te encuentras bien?—La detuvo.

—Todo en orden Allison, solo no sabía lo difícil que es tratar a Cinco.

—Te entiendo... mira iré a hablar con Vanya, te parece si... ¿Hablamos después? —Intentó explicar.

—No no, descuida tú ve...

Allison sonrió agradeciendo su comprensión para finalmente marcharse. Vayolett quedó estática frente a las escaleras requiriendo una nueva opción pero  su mente tenía miles de cosas excepto esa opción.

Luther y Diego después de una estupida discusión ambos decidieron buscar él paradero de su hermano Número Cinco, pues después del ataque una noche anterior había desaparecido. La primera opción que tenían era la furgoneta en donde Luther y el habían charlado aquel día. Al llegar ahí indagaron.

—Esta es la furgoneta de Cinco. -Habló Luther.

—Vamos. —Dijo Diego a su lado.

Ambos se acercaron a la Furgoneta con "Discreción" Luther intento abrír de esta pero fue imposible, Diego obvio utilizo una de sus navajas para abrir la puerta de copiloto. Ambos intentaron entrar al mismo tiempo pero el cuerpo robusto de Luther impedio su entrada.

—Yo soy el número Uno.—Se defendió Luther.

Diego molesto lo dejo y abrió la puerta trasera para entrar con autoridad. Buscaron alguna pista que los llevará a Cinco y Diego la encontró.

—Ya se donde está Cinco... —El moreno habló tomando la autobiografía de Vanya llena de cálculos y garabatos.

LIBRARY PUBLIC ARGYLE

Luther y Diego hablaban entre críticas típicas de hermanos, subían piso por piso mientras Diego seguía burlándose del rubio.

—¿Alguna vez has estado con una chica?—Diego acumuló la burla detro de si mismo.

Número uno se quedo en total silencio, se hacía creer que no sabía a que se refería Número dos, pero el entendía muy bien. La razón por la que no había estado con una chica era la espera de Allison su único e inocente amor.

—Ya entiendo... —Murmuró Diego.

—¿Dónde estan sus padres?—Una voz se escucho a fondo algo que interrumpió los pensamientos y las palabras sobrantes de Diego para que saliera de la conversación.

—Vaya, eso fue facil...—Murmuró el rubio.

Ambos hermanos caminaron con esperanza de que se tratará del paradero de Número Cinco, lo cual fue todo un exito.

—Llamaré a seguridad... —Mencionó una bibliotecaria.

Un somnoliento cuerpo juvenil rumbado en el lucido piso de la librería, con los labios entreabiertos y las piernas fraqueadas, con los brazos escurridos entré la toma de una vacía botella y en la otra la romantica proteccion de un Maniquí, ebrio y con desesperadas notas a su alrededor.

—¿Está...? —Luther no tardo en hablar.

—Esta muy ebrio. —Respondio el moreno con una sonrisa en los labios, para mejorar la situacion la botella rodo hacia el suelo escapandose del agarre del joven viajero.