Accelerator: el último Esper

Capitulo 29.- Resubido

Capítulo 29: Un animal perdido

Accelerator, Zuko e Iroh esperaron pacientemente en la cocina; Accelerator tenía los brazos cruzados frente a él mientras se apoyaba ligeramente contra el mostrador; Zuko miró al chico de cabello blanco frente a él, negándose a parpadear o desviar su atención; Iroh se sentó felizmente en un taburete de madera y sopló suavemente la superficie de su té antes de tomar pequeños sorbos. Habían pasado varios minutos desde que Azula anunció que dejaría Ba Sing Se por un tiempo para reunirse con sus tropas, y ahora estaba de regreso en el dormitorio, reuniendo todos los suministros que necesitaría para el viaje.

La atención de Accelerator y Zuko se trasladó a la puerta que rápidamente se abrió de nuevo, revelando a Azula vestida; había ignorado por completo cualquier atuendo de la Nación del Fuego, dándose cuenta de que solo llamaría una atención peligrosa hacia ella. La clave de este plan era el sigilo: necesitaba escapar de la ciudad sin que nadie la notara, por lo que con ropa roja y naranja prácticamente gritaba "Nación del Fuego". En cambio, vestía tela con el tema del Reino Tierra, específicamente un chaleco verde esmeralda y pantalones holgados; también tenía puesta una camisa blanca de manga larga que llevaba debajo del chaleco que terminaba justo antes de sus muñecas.

"¿Seguro que quieres hacer esto?" Preguntó Zuko.

"Oh, por favor", respondió Azula con una leve risa, "Debería llegar al campamento de la Nación del Fuego al final del día, y luego regresar mañana por la mañana. Esta no es una misión difícil".

Zuko frunció el ceño, pero no respondió nada.

"¿Estás seguro de que no quieres que vaya contigo?" Accelerator habló.

"Estoy segura", respondió ella, "... además, te necesito aquí".

A eso, Accelerator simplemente se encogió de hombros, "Ok, lo que sea", dijo con indiferencia.

Azula le devolvió la cabeza antes de mirar por la ventana; todavía era temprano en la mañana, por lo que la mayor parte de la ciudad aún no se había despertado. Las calles que se habían llenado con el parloteo y el bullicio de la gente durante el día estaban sorprendentemente tranquilas por la mañana.

"Debería irme", suspiró mientras caminaba hacia la puerta.

"¡Ten un viaje maravilloso!" Iroh la llamó, levantando la vista de su té para dar su misma sonrisa brillante.

"Sí, y tal vez no mueras", agregó Accelerator, una idea a la que la princesa del Fuego no pudo evitar reírse.

"Por favor, estaré bien. Creo que ustedes lo tendrán más difícil que yo", dijo.

"¿Oh? ¿Qué te hace decir eso?" Preguntó Zuko, interviniendo.

"Será un milagro si ustedes dos no se matan antes de que yo regrese", respondió ella; aparentemente, había notado la mirada asesina de Zuko que había estado dirigida a Accelerator esa mañana.

Los dos chicos compartieron un gruñido ronco ante el comentario de Azula, antes de luego mirarse el uno al otro.

Azula negó con la cabeza y puso los ojos en blanco.

Antes de irse, la intrépida princesa de la Nación del Fuego llamó a Accelerator para que se acercara a su lado con un dedo en señal de llamada; A regañadientes, el Esper le dio una última mirada asesina a Zuko, quien lanzó su propia mirada.

Acercándose a la chica, Accelerator se interesó un poco cuando la Princesa casi comenzó a susurrar: "Mantén tus ojos en él mientras yo no estoy. No puedo permitir que se vaya a buscar al Avatar por su cuenta".