uno.

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Al abrir los ojos pude observar el largo pasillo lleno de puertas de madera a ambos lados frente a mi. Sentí un escalofrío bajar desde mi espina dorsal al comprender que estoy aquí de nuevo, en el mismo lugar en el que me quede la última vez, parada al lado de una silla aterciopelada roja.

Inalo y exhalo varias veces antes de empezar a moverme, siento la fria alfombra verde en mis pies al caminar y me abrazo a mi misma tratando de apaciguar el frío que me rodea. La luz es tenue y de vez en cuando algunas luces parpadean, dándole un aspecto más tétrico al lugar.

Las palmas de mis manos empezaron a sudar, caminaba con la mayor cautela posible sin saber a dónde me dirijo exactamente. Miro algunas de las puertas y la curiosidad me invade pero no puedo desviarme de mi camino, solo quiero salir de aquí así que me concentrare en simplemente llegar al final del pasillo con la esperanza de encontrar alguna salida o al menos una pista.

Como dije, había estado aquí antes. Las primeras veces intente abrir algunas puertas sin tener éxito ya que al parecer estaban cerradas con llave. A medida que avanzaba algunas puertas se abrían solas y a las pocas que me atreví a entrar - he incluso a las que no- solo recibía susto tras susto y decidí ya no entrar a ninguna, las siguientes veces simplemente me había quedado allí, aterrada y nerviosa, sentada en la silla roja o caminando de un lado a otro.

Pero hoy no, algo dentro de mi me decía que debía avanzar sí quería salir de aquí.

Sin darme cuenta ya había llegado hasta el final del pasillo y solo encontré unas escaleras de madera que descienden a... ¿Un sótano? ¿O solo un piso más?

Dude por unos segundos de que hacer, mentiría si digo que no me aterra bajar allí, en realidad me aterra el simple hecho de estar y deambular en este lugar, pero ya empezó mi plan de escape y no podía detenerme ahora.

Bajé las escaleras, con cada pisada al desender los escalones crujen creando un ambiente más tenebroso de lo que ya es de por sí.

Al llegar abajo, encontré frente a mi un pasillo exactamente igual al que acabo de dejar, matando casi toda esperanza dentro de mi —Carajo —dije en un susurro.

Debo continuar, debo seguir avanzando, tal vez este cerca de encontrar una salida, una respuesta o lo que sea pero no puedo rendirme, no aún. Seguí caminando, sin dejar de inalar y exhalar para mantener un poco la calma en esta situación.

Luego de unos minutos caminando, de repente escuché el chirrido de una puerta abrirse a tan sólo unos pasos detrás de mí, sentí mi valentía tambalearse por unos segundos, tome una fuerte bocanada de aire y me gire lentamente sobre mis pies, al voltear por completo observé la puerta de madera color blanca entre abierta por unos segundos.

No, no volveré a caer.

Estaba a punto de darme la vuelta he irme de ahí cuando una risa femenina se oyó desde dentro de la habitación, sentí como mis manos empiezan a temblar al igual que mi mandíbula y no se sí es por el gélido ambiente o por los nervios que me recorren de pies a cabeza.

Guiada por mi intriga me acerqué lentamente hasta la puerta, mi respiración haciéndose más profunda. Me asomé un poco antes de entrar a la habitación y no había nadie, solo una cama y una ventana al costado de la misma. Una ventana... ¡Una ventana! Esto seguro me ayudara a saber en dónde diablos estoy.

Me apresuré hacia la ventana, una luz sombría entraba por la misma, pero antes de llegar y observar fuera me detuve en seco al escuchar —¿Por qué a mi? —habló una voz femenina sollozando, el miedo me invadió por completo en menos de un segundo y no tuve el valor para mirar atrás—Dime, Anna ¿Por qué a mi? —Escuché la puerta cerrarse con furia detrás de mí y de un salto me gire a ver.

Una mujer cuyo rostro no pude reconocer, se encuentra parada en frente de la puerta con un vestido verde oliva hasta los tobillos.

—Yo no merezco esto... —lágrimas de sangre bajaban por sus mejillas, las cuencas de sus ojos vacías, estoy inmóvil consumida por el miedo completamente— Pero tú si.

En menos tiempo del que pude procesar se acercó hasta mi y con una mano sostuvo mi cuello levantándome en el aire y apretando con una fuerza sobre humana impidiendo que pueda respirar, yo forcejeo y pataleo con todas mis fuerzas pero es inútil, la mujer tiene expresión llena de odio puro, empiezo a perder la noción y mi vista se va nublando, mis párpados volviéndose pesados.

No, no, no...

—¡No! —solté en un chillido al despertar.

Rápidamente me senté en mi cama haciendo que me mi cabeza duela por unos segundos, algunos mechones rebeldes de cabello escaparon de mi trenza pegándose a mi frente debido al sudor, me limpio la frente y notó que mis manos también están un poco sudadas, aprovecho para retirar algunos cabellos oscuros que están colándose en mi vista, mi cabello luce aún más oscuro, negro como el carbón por la poca iluminación que la luz de la luna ofrece entrando por la ventana de mi habitación. Mi respiración está hecha un desastre así que trato de recuperar un ritmo normal inhalando y exhalando profundamente mientras analizó lo que acaba de pasar, otra pesadilla.

Fue tan real y perturbadora como las demás, ya es la segunda semana que sueño lo mismo y esto me inquieta. Rápidamente busco mi teléfono en la mesita de noche y enciendo la pantalla para ver la hora, la luz molesta mi vista por un momento así que frotó mis ojos suavemente hasta acostumbrarme a la claridad, son las 3:03 am como de costumbre.

Me recuesto en la pared detrás de mi y una notificación me saca de mis pensamientos por un momento:

[ Un mensaje de Harry ♡ ]

Harry: Hey, estás despierta?

Yo: Lo estoy.

Harry: No he podido dormir, tengo insomnio.
Y tú?

Yo: Solo me desperté, ya sabes, un mal sueño.

Harry: Últimamente has tenido muchos sueños así, no?

Yo: Si, es muy extraño.

Harry: Demasiado diría yo.
Me cuentas que has soñado? Así se me pasa un poco el aburrimiento.

Yo: Lo siento, ahora no tengo ganas... estoy muy cansada así que intentaré volver a dormir.

Harry: Bueno está bien, hablaremos sobre eso luego.

Yo: Claro, claro, no hay problema

Harry: Entonces bien, descansa Anne
Nos vemos mañana

Yo: Igual tú ♡
Bye, bye

Puse el teléfono de vuelta en la mesa de noche y me acosté de nuevo en mi suave cama soltando un bostezo, me cubro del frío de la noche con mi gruesa sábana blanca; definitivamente no quiero ni creo pueda dormir por ahora... esta va a ser una larga noche.



. . . . . .

Notita: Disfruten el primer capítulo de esta locura que apenas comienza \(・◡・)/ No se olviden de votar y comentar ¡!

~ F. L ♡

Pesadillas [En Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora