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Valentín y Daniel se encontraban en la fiesta de quince de Victoria, la hija de Mateo y Manuel.
Parecía ayer cuando Mateo llegó a la casa que compartían Valen y Dani todo emocionado, gritando y chillando de la emoción, contándoles que los papeles de adopción ya estaban en marcha.
Ahora estaban todos comiendo, riendo y festejando del cumpleaños de Vicky. Era una chica bastante tierna, divertida, amable, charlatana y feliz. Todos le tenían un cariño enorme.
Mateo no podía parar de pensar en lo hermosa que era su hija y su prometido.
Sí, prometido.
A lo mejor eran bastante chicos pero el amor que sentían el uno por el otro era enorme y en cuánto el menor dijo esa idea, en voz baja y como si fuese cualquier cosa, Manuel no paró de pensar en eso. Soñando con Mateo de traje, regalándole una de sus sonrisas y diciéndose lo mucho que se amaban.
Perfecto.
Y ahora, que se encontraba con su prometido viendo a su hija feliz, con una sonrisa de punta a punta, no podía dejar de pensar en que algo había hecho bien.
La hora del baile se hizo presente y, después de que Mateo y Manuel bailen con su hija, se unieron todos.
Daniel y Valentín se encontraban bailando en su mundo, mirándose a los ojos y regalándose las sonrisas más sinceras que tenían.
-¿Qué hubiese pasado si no te hubiese mandado esa cadena pedorra? -habló el ojiazul-.
-¿Vos crees que nos hubiésemos dicho?
-No -negó con la cabeza-. No lo hicimos antes, ¿De la nada íbamos a decir "Que ganas de confesarle mis sentimientos a mi mejor amigo"? No creo.
-Suena re rancio si lo decís así -rieron-. Altos cobardes.
-Vos seras alto cobarde. Yo puse el pecho y me animé.
-Sí. Mediante cadenas de WhatsApp.
-¿Pero me animé o no me animé? Nunca voy a dejar de agradecerle a mi primita por mandarme ese tipo de cadenas.
-Raro que tu prima te mande eso.
-Boludo -rió-. No sabe ni lo que significa.
-No estarás diciendo el número diecisiete y siendo el novio de tu prima, ¿No? Mira que los de Santiago del Estero no me van.
-Yo decía lo mismo con los hombres y mirame. Enamoradísimo de usted señor.
-Imposible no enamorarse de mi, era obvio.
-Ay Daniel, ¿Me tiraste un hechizo o algo?
-No. Teo me ayudó con la macumba.
Rieron y siguieron bailando de manera desprolija.
Al poco tiempo se les unieron Mateo, Manuel y Victoria, bailando de manera muy graciosa los cinco.
Sin duda este era el lugar en el que querían estar. Con sus seres queridos, con las personas que más aman en la vida, con las personas que más felicidad les traen.
fin.
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un final re de mierda pERDÓN
bueno, empecemos ah la hija de manu y teose llama victoria porq ella me dio esta idea para el final de otrofic y yo como rebelde q soy, no lo hice dea
