capítulo veintisiete

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VALEN

-¿Qué onda rey? -pregunté abrazándolo por los hombros-

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-¿Qué onda rey? -pregunté abrazándolo por los hombros-. ¿Todo bien?

Dani, quien estaba sentado de espaldas a mi, se giró un poco y me miró con una sonrisa. Volvió a su antigua posición y se recostó en mi.

-Se me murió mi gatito -dijo con un puchero mientras jugaba con los dedos de su mano-.

-Ay bebito -le di un beso en la mejilla y me senté a su lado-. Pensa en el lado positivo -dije con una sonrisa-.

-¿Cuál? -me miró-.

-Te ahorras la pelea de gatos en el techo -dije y Dani sonrió-.

-Sos un tonto.

-Pero te hice reír -chasqueé mis dedos-.

-Igual lo extraño. A lo mejor es una boludez porque es una mascota pero -hizo un puchero sin terminar la oración-.

-Nada de lo que te pasa es una boludez, amor -dije acariciando su mejilla-.

Amor..

¿Le dije amor?

Cuando quise pegarme quinientas cachetadas, chocarme con una pared mil veces y pegarme tres tiros, Dani sonrió.

Y esa sonrisa te calma todo.

Se recostó un poco más en mi mano y acarició con su mano mi muñeca.

-Perdón..-susurré-.

-¿Por?

-El apodo.

-Valen, nos conocemos -rió-.

-Dani estoy en mi momento vergonzoso y tierno del día, no quiero chamuyarte ahora.

-Perdón bebé, voy a tener que acostumbrarme, imaginate que cuando vivamos juntos siga sin entender tus distintas facetas -dijo y abrió sus ojos-. No, no, no, sería inaceptable.

"Vivamos juntos"

Quiero.

-¿Ya te dije que hablas muy rápido?

-Sí. También me dijiste que soy el amor de tu vida y que soy muy lindo -pestañeó repetidas veces-.

-¿Yo dije eso? -asintió-. Wow, no sabía que decía la verdad y yo que me tenía como un mentiroso.

-Mientras no me mientas a mi, joya -dijo y se acomodó mirando al frente-.

Esto era distinto a joder por redes. Una cosa era sonreirle al teléfono y dar vueltas en la cama mientras releía sus tweets o mensajes, otra completamente distinta era tenerlo conmigo y cerca. Muy cerca.

¿Me gustaba Dani?

Esa fue una pregunta que nunca me hice, nunca la vi necesaria. Siempre nos tratamos como si fuésemos pareja.

¿Dani sentirá las mismas mariposas que yo?

Mi cuerpo empezó a temblar al imaginar la escena. Yo diciéndole a Dani lo mucho que lo amo y él diciéndome que como pude confundir las cosas.

Un nudo apareció en mi garganta cuando imaginé entrar a Twitter y no tener un tweet suyo, cuando imaginé entrar a WhatsApp y no tener su "Hola besho, ¿Cómo amaneciste? Hermoso, seguro" aunque sean las cinco de la tarde.

-¿Qué te pasó? -giró su cabeza hacia mi, mirándome preocupado-.

-Nada, ¿Por?

-Acabo de decir "Picadura de la cobra gay" y no me la seguiste.

-Estaba pensando -dije distraído mirando el piso-.

¿Estaba confundiendo todo?

-¿En qué pensabas, Valu? -se giró de cuerpo completo, mirándome con atención-.

Y es que, ¿Cómo no confundirme si me mira de esa manera, si me sonríe y me trata así?

-En vos.

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