Mi molestia Favorita |Shin Soukoku|

3

Akutagawa era una persona difícil de analizar y, si tenemos en cuenta que a Atsushi no se le da realmente bien analizar a nadie, es aún más complicado. Akutagawa era agresivo y, a la vez, tranquilo. Su mirada siempre parecía querer matarte, que te alejes de él y no te acerques nunca más; pero cuando se encontraban dentro de la biblioteca dando clase, en múltiples ocasiones Atsushi había pensado que podían llegar a ser buenos amigos.

Sin embargo, fuera de aquel horario no intercambiaban ni una palabra. Atsushi había creído que su relación con aquel chico mejorase gracias a las clases; pero Akutagawa no parecía pensar igual.

—Repite el ejercicio, y esta vez presta atención.—Atsushi pestañeó, miró a Akutagawa y este frunció el ceño—. Si no vas a estar atento, me largo, tengo mejores cosas que hacer, ¿sabes?

—Estoy atento—indicó Atsushi volviendo su mirada a la libreta—. Aunque me lo digas así, no lo entiendo, ¿qué he hecho mal?—Akutagawa suspiró, le quitó el bolígrafo y se adueñó de la libreta. Atsushi lo vio garabatear sobre sus apuntes, haciendo tachones y reescribiendo; tras eso, puso la libreta frente a Atsushi para proceder a una explicación exageradamente simple.

Atsushi se dio cuenta de lo increíblemente bien que enseñaba Akutagawa, había entendido mucho mejor al pelinegro que a cualquier profesor tanto de la institución como de internet. Atsushi sonrió al entenderlo y Akutagawa dio un asentimiento de aprobación cuando Atsushi repitió el ejercicio explicando a Akutagawa todo el procedimiento.

Iban lentos, pero Atsushi se sentía orgulloso de su mejora. No sabía hasta que punto Akutagawa también se sentiría bien de su avance, o si simplemente quería terminar cuanto antes y quitarse a Atsushi de encima; pero no le importaba. En cierta manera, se sentía mal por Akutagawa. Estaba haciendo aquello sin ninguna clase de remuneración, solo un simple favor a su profesor. Atsushi lo había pensado mucho pero era imposible pagarle a Akutagawa, no podía permitirse pagarle en lo más mínimo. Así que, la mejor forma de ahorrarse ese dinero, sería ayudar a Akutagawa de otra manera; pero, ¿cuál?

Había pensado en invitar a comer al chico, pero Akutagawa rechazaría la invitación y no precisamente de una forma educada. Podía, tal vez, sustituir al de cabello negro cuando le tocase quedarse alguna tarde de limpieza, tal vez eso sí le resultara agradable;pero descubrió que Akutagawa solía tomar algunas tardes extra para limpiar, por lo que de alguna manera eso significaba que le gustaba quedarse en la escuela.

Akutagawa era, definitivamente, alguien extraño.

—Atsushi, estás muy distraído. —Aquel comentario le llegó en forma de regaño—. Espabila, tienes que servir estos cafés antes de que se enfríen.

Atsushi se disculpó, recogió la bandeja y se dirigió a la mesa asignada. Entregó el café con una sonrisa, las personas sonrieron agradecidas antes de que Atsushi se alejara a continuar con su trabajo. Atsushi agradecía trabajar en aquea cafetería, un buen salario que le permitía a él y a Lucy pagar el apartamento y, además, la luz, agua y comida sin necesitar un segundo trabajo. Debía estar muy agradecido con Lucy, que era la segunda encargada del local,por encontrar aquel trabajo para ambos.

—Te toca quedarte hasta la hora del cierre.—Lucy le entregó las llaves, ya sin el uniforme de la cafetería—. Haré algo de cenar para cuando llegues.

—Gracias.—Atsushi sonrió, terminando de limpiar la última mesa de la terraza antes de llevarla al interior del local ya cerrado.

Silbó una melodía inventada mientras terminaba de ordenar y cerrar. Miró la calle vacía, agradecido del escaso ruido mientras caminaba de regreso. Atajó por un callejón, deseando llegar a su casa y comer cuanto antes. Se detuvo al observar, apoyado en una pared, un cuerpo. Se asustó, no muy seguro de si debía acercarse o fingir inocencia y darse la vuelta; pero su conciencia no le permitiría dormir tranquilo por dejar a alguien muriendo en ese lugar.