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Aquel primer día de clase fue, sin lugar a dudas, mucho peor de lo que había imaginado. A Lucy parecía irle mejor, por lo que había podido ver, hasta el punto de que había decidido pasar de su presencia por el resto del día.

¿Cómo podía empezar a relatar cómo todo su día se había desmadrado? No podía decirlo con seguridad pero, quizá, desde que había visto a aquel chico en la distancia. Él le había mirado, se había quedado con su mirada oscura fija sobre él y Atsushi entendió la pequeña guerra que le había declarado aquel desconocido. ¿La razón? No podía decirla, quizá le había recordado a alguien o se había confundido de persona, o eso había deseado.

Cuando se adentró en clase y ocupó un asiento vacío, tarde se dio cuenta de quién estaba a su lado: el chico de pesadilla se sentó a su lado escasos segundos después, una mirada molesta observándole nuevamente y, cuando se atrevió a levantar la mirada para hacerle frente, supo que pronto se arrepentiría. El hombre de cabello negro frunció el ceño, levantó la barbilla levemente y no cedió a su mirada. Atsushi entrecerró los ojos, parte de su orgullo no dispuesto a ceder ante aquella disputa sin fundamento. Sólo cuando el profesor hizo acto de presencia sus miradas se separaron como si quemasen. Atsushi suspiró, cansado, sin entender su pésima suerte.

Tal vez era solo su imaginación, tal vez ese chico era así con toda la gente a su alrededor. Se veía serio y distante, incluso cuando los profesores le preguntaban alguna cuestión o incluso algún compañero. Atsushi pronto se dio cuenta de que el chico era solitario, solo una mujer era su compañía cuando tenían tiempo libre. Para su suerte, no le fue difícil relacionarse y pronto conoció a compañeros con lo que pasar los ratos libres.

—Akutagawa es desagradable, es mejor no acercarse a él.—Le había indicado su compañero con total sinceridad, buscando ahorrarle problemas al nuevo—. Es alguien violento, aunque por suerte esta escuela no suelen darse peleas físicas.—Atsushi agradeció aquella advertencia, de alguna forma aún más convencido de que de que aquel hombre era, por lo demás, interesante. Sin embargo, no era estúpido, no iba a acercarse a él a menos que fuera estrictamente necesario, no iba a buscar problemas, mucho menos siendo su primer día de clase y casi el primer mes en aquella ciudad.

—Eres molesto.—Fue la respuesta del chico que respondía al nombre de Akutagawa cuando, al regresar a clase, su sitio estaba vacío. Atsushi buscó sus objetos con éxito, encontrándonos algo desordenados sobre otra mesa vacía.

—No te he hecho nada para que te sientas así—se defendió Atsushi y, con orgullo, sus cosas regresaron a su asiento original. Su razón le indicó que la mejor opción era no dar guerra, quedarse en el otro asiento y así conseguir alejarse de aquel hombre gruñón y maleducado, pero su orgullo no quiso perder en aquel juego, no quiso mostrarse débil y que el de cabello negro pensara que podía hacer con él lo que quisiera.

Akutagawa tosió, mirando de reojo al albino con una molestia clara en su rostro. Atsushi apartó la mirada, ordenando sus cosas mientras se sentaba. No intercambiaron palabras en lo que restaba de día, pero debía admitir que se encontraba nervioso desde aquel momento. Era un sentimiento desagradable, que le regañaba por no haber hecho las cosas más fáciles para ambos y tener que aguantar ahora la fija mirada escrutadora.

Cuando las clases llegaron a su fin esperó algún comentario, quizá una mirada, pero Akutagawa solamente se levantó con su mochila en la mano y cruzó la puerta con velocidad. Atsushi suspiró, sintiendo de repente la atmósfera despejarse a su alrededor. Su cuerpo se relajó y un suspiro abandonó sus labios, cerró los ojos mientras avanzó solo un par de pasos. Cuando los volví a abrir, Lucy lo esperaba de brazos cruzados a pocos metros, una mueca que indicaba impaciencia.

—Llevo un rato esperándote, idiota—indicó la de cabellos rosados, rodando los ojos y caminando hacia la salida.

—La campana sonó hace tres minutos—murmuró en respuesta sin esperanzas de ser oído. Cansado, encorvó la espalda y siguió a su amiga escasos pasos atrás de ella—. ¿Cómo te fue?

—Nada del otro mundo, la gente es bastante estúpida—comentó Lucy, sus ojos rodaron con disconformidad—. Aunque conocí una compañera bastante simpática. ¿Y a ti?

—Tengo algunos amigos, pero mi compañero de al lado es un tanto especial—indicó con desagrado.

—Deberías cambiarte de sitio entonces.—Atsushi hizo una mueca. Sí, eso es lo que debería haber hecho.

ambié de cuenta porque la anterior se quedaba demasiado pillada, las actualizaciones de Wattpad cada vez van a peor

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ambié de cuenta porque la anterior se quedaba demasiado pillada, las actualizaciones de Wattpad cada vez van a peor. Esta es como tres versiones anterior y funciona mil veces mejor sjsjsj

Ahora hablemos de estos dos muchachos, son retiernos y los amo. Hasta aquí mi reporte.

Recordar que los comentarios alimentan a los escritores sedientos(?)

Gracias por leer

Soul Free

Mi molestia Favorita |Shin Soukoku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora