I- Chico Popular

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Para muchos la Universidad significa el comienzo de sus sueños, el último escalón para llegar a la meta. Para muchos otros es como un seguro de vida para el futuro próximo. Pero para todos, o al menos la mayoría, es esa etapa en la que te lanzas a tomar riesgos y disfrutas esa juventud, que muchas veces, los padres frenaron porque: "aún no sabes de responsabilidades, todavía eres un niño". Para Yeosang la universidad significaba todo eso.

Siempre le habían fascinado las artes y añoraba el día en el que se pararía frente a millones de personas cantando, bailando, sintiendo vibrar cada nota musical en su cuerpo. Varias veces había tenido la oportunidad de actuar en algunos lugares, pero no había podido llamar la atención de alguna empresa. Sin embargo, luego de comenzar sus estudios en la Facultad de Artes, varias personas del mundo del entretenimiento comenzaron a tener interés en él. Es que, siendo sinceros, quién no se fijaría en el chico más popular de la facultad. Y él adoraba esa atención que estaba comenzando a recibir.

Ser popular le había facilitado algunas cosas. Como por ejemplo: ser invitado a todas las fiestas y que un montón de personas se te confiesen. En ese sentido no tenía que preocuparse por mujeres; pero no podía evitar rechazarlas, y siempre aprovechaba la oportunidad para recalcarles que él era abiertamente gay.

Con respecto a eso, Yeosang atravesó una etapa en la cual tuvo que enfrentar mucha discriminación, lo cual lo condujo a ocultar su condición homosexual. Pero cuando ingresó al mundo universitario, el ambiente a su alrededor se tornó completamente distinto. Los estudiantes parecían ser más maduros y abiertos de mente.

Al encontrarse con ese ambiente y al convertirse en el chico más deseado, su confianza volvió a salir a la luz con fuerza. Ya no se ocultaría tras la puerta de su cuarto, y se encargaría de hacerle saber a todos quién era Kang Yeosang.

La tarea le resultó bastante sencilla y fue prácticamente una casualidad. Cuando la chica encargada del periódico escolar se le confesó, él también reveló su pequeño secreto no tan secreto: no podía corresponderle a las mujeres porque le gustaban los hombres. Por supuesto, la noticia quedó plasmada en la sección de chismes del periódico de la Universidad.

Las chicas se lamentaron por mucho tiempo porque según ellas: "es una lástima que sea gay", "¡qué desperdicio de hombre", "¿por qué nací como una mujer?" y etcétera, muchas expresiones más. Pero los hombres, al contrario, celebraron la noticia y muchos se aventuraron a probar suerte con Yeosang.

Entonces, finalmente, se sintió a gusto al poder disfrutar de su sexualidad. Probó a casi todos los estudiantes masculinos de la facultad que le llamaran la atención.

Sin embargo, con el tiempo se cansaba de ellos. No lo satisfacían lo suficiente. Y más que una pareja, parecían perros celándolo, o sus sirvientes, o simplemente terminaban convirtiéndose en alguien lamentable. Aún recuerda cuando tuvo un novio que fue capaz de rebajarse al punto de aceptarle cualquier infidelidad. Harto de esos chicos sin orgullo, acudió a las aplicaciones de citas con el fin de encontrar más variedad.

La primera vez que se hizo una cuenta incluyó muchos de sus datos personales y su mejor foto de perfil. Rápidamente se volvió popular en la aplicación, y comenzaron a llegarle varias solicitudes todos los días. No obstante, llegó un momento en que fueron demasiados los hombres que querían contactarlo. Algunos incluso parecían verdaderos depravados sexuales. Finalmente, el miedo tomó el control de su mente y la situación lo condujo a que eliminara su cuenta.

El tiempo que vino después fue largo y un poco agonizante para Yeosang. No era un adicto al sexo, pero lo necesitaba de alguna forma, y no con cualquier persona. Él quería conocer a alguien que fuera capaz de volverlo realmente loco, alguien que siempre lo dejara con ganas de más.

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