No, ahora todo lo que tienes, es mío.

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*Mi voz ronca gemía ahogadamente mientras David me penetraba con fuerza. Me agarraba del pelo y con la otra mano tenía sujeto uno de mis pechos. Me hacia gritar y gritar, hasta que nos corrimos y se tumbó a mi lado*

Sonó la puerta.

-_______, estás bien? Vas a llegar tarde!

Era un sueño. Dios. ¿Cómo pude soñar eso? Mi corazón todavía latía rápido, como si lo hubiese echo en ese mismo instante. Me vestí. Me cogí el pelo con una coleta y me maquille un poquito. Bajé a desayunar y de inmediato Susan tocó la puerta. Abrí, desganada.

-Cuéntamelo todo. -sonrió.

-¿Que cuente qué?-Me hice la tonta.

-Lo que pasó ayer, vamos ______, no me seas.-

-Solo hablamos, me pidió apuntes, fuimos a su casa, pasamos la tarde.. -me interrumpió.

-¿A SU CASA? -dijo emocionada.

-Solo nos pasamos los apuntes, nada más.- finjí no estar emocionada

-Y ya está, no te ha llamado ni nada?

-No, aunque alguien me mandó un mensaje al twitter defendiendome de los insultos, aunque no sé si será él, sería muy raro que hubiese averiguado mi user.. -reí mientras cogía una manzana, las llaves y la mochila para salir de casa.

Hablamos de mi tarde con David y de ese chico misterioso todo el camino. Al igual que en las clases, por que no apareció. Al parecer Sofía dijo que estaba malo.

Mi día fue horroroso, salí del instituto y me fui a pasear con la guitarra.

Normalmente voy a un pequeño monte desde el cual se ve la ciudad, pero no tenía ganas de subir, tenía muchos recuerdos de Cait allí arriba, asique simplemente me quedé en un parque un poco más abajo.

El atardecer se veía precioso a contraluz con los edificios. Oí a dos personas chillar a unos 30 metros de mí y me giré, eran dos hombres, uno iba vestido de azul y el otro de negro. Se le oyó decir algo como "no te aguantaré más".

Me invadió el miedo, supongo que si me quedaba ahí me verían, asique me escondí. Cuando me por fin dejé de escuchar como se peleaban, quise darme la vuelta para ver qué pasaba, pero en ese instante, el chico de negro empujó al de azul, que hizo que perdiese el equilibrio y estuviera a punto de caer monte abajo.

"Ayudame" gritó. Pero el otro chico no hizo nada. Simplemente, le dio un toque en el hombro para que así callera.

Lo siguiente que ví, fue como el chico caía monte abajo, como se rompía brazos y piernas y como se hacia una herida en la cabeza.

Mi instinto me dijo que debía correr, y así hice. Empecé a correr por el parque llegando a un pequeño parquin pequeño al lado de un campo de fútbol.

Sentí que alguien iba detrás mío, así que aceleré. Pero cuando llegué al campo de fútbol el chico que iba vestido de negro, me alcanzó.

Me dio la vuelta y me atrapó entre los brazos impidiendome salir.

-No he visto nada, lo juro, yo solo estaba componiendo, no he visto nada.-dije intentando que me dejase en paz.

-Desde luego que sí has visto. -dijo con la una voz grave.- Has visto demasiado.

-No diré nada, lo juro. -Maldije el momento en el que decidí subir ahí arriba.- solo dejame irme por favor.

-¿Cómo te llamas?

-_______-tartamudeé.

-Muy bien,_______, no dirás nsda. A que sí? No creo que quieras caerte por el monte tu también.

Negué con la cabeza.

-Muy bien, dime tu móvil.

-No tengo, mi movil se perdió.-Dije con miedo.-

-No me mientas, lo averiguaré. -me soltó.-Te estaré vigilando.

Cogí la guitarra que del susto había tirado al suelo y me fui corriendo a casa.

Subí las escaleras y fui directa al baño. Sin avisar a mis padres.

Estuve 2 días seguidos sin salir de casa. No quería encontrarme a ese asesino.

*Mi teléfono de casa sonó.* Temblé. No había nadie en casa y mi cara era un poema en ese instante.

No quería coger, pero mi cabeza me hizo reaccionar e ir y alzar la mano para cogerlo.

-¿Sí? Dije asustada.

-¿______?

Oí mi nombre y acto seguido tartamudeé.

-¿Quién es?

-Soy yo.

-¿Qué quieres?

-A ti.

-Olvidame, no diré nada, lo juro.

-Las cosas ya no son así. Me debes algo ahora.

Quise colgar, y olvidar que me había llamado pero aprecio demasiado estas "tonterías".

-¿Que quieres que haga?.- Cerré los ojos.-

-Abre los ojos, nunca sabes quien te puede estar espiando. -solté del susto el teléfono.

Cerré todas las persianas, puertas y ventanas y colgué.

Subí las escaleras corriendo. Subí el teléfono y me puse a leer. Tenía que olvidarlo todo.

Mi ordenador sonó. Pasé de él y seguí al libro.

El teléfono volvió a sonar. Esta vez cogí gritando.

-No me vuelvas a llamar, esta claro?! Simplemente no diré nada! -me enfurecí.

-¿_______?.- dijo una voz que me sonaba.

Era David. Santo dios. Que había echo. Por qué? Dios mio.

-Lo siento, lleva toda la mañana llamando un número raro y pensé que volvería a ser.. Perdona.. - corregí.

-Tranquila. No has venido a clase, te pasa algo? -de repente se cortó.

La luz se apagó y la tele se quedó negro.

Intenté llamar a la policía, pero no había linea. Bajé sigilosamente a el piso de abajo y me encontré con él.

Grité y subí las escaleras corriendo.  Me siguió.

Tenía más fuerza que yo, y abrió la puerta de la habitación en la que me había metido.

-Me cortastes el teléfono.

-Así es.

-No debiste hacerlo.

-Tu no debiste espiarme.

-Te espio por que fuistes una chismosa.

-Tal vez no deberías ir por ahí empujando a gente por el monte abajo, no?

-Metete en tus asuntos.- Enfureció.

-Vete de mi casa.

-No, ahora todo lo que tienes, es mío.

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Hola chicas! Gracias por leer y por llegar hasta aquí! Ya hay casi 150 leídos! Esperó que os guste, y que la compartais si os skxjslshsks como a mi me gdlkhdsjsjs hacerla.

Un besazo! ❤

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