Por Ella [KookTae]

Capítulo 18

El profesor Lee había dado por terminada esta sesión porque la mayoría logró llegar a la nota pedida y como premio les permitió salir temprano.

—¿No sientes eso?— habló su compañero Youngsoo a su lado.

—¿Libertad?— dijo Jimin aspirando el aire —huele a tarde libre.

—exacto— el chico apoyó su mano en el hombro del pelirosa —¿hace cuanto que no salíamos tan temprano?

—creo que fue el año pasado.

—oigan— Yangmi elevó su mano para llamar su atención, ella estaba como a dos metros por delante —los chicos y yo iremos a la cafetería de la esquina ¿Gustan venir?

—eso no se pregunta— había dicho Jimin apresurando el paso para poder alcanzarlos.

Youngsoo siguió al más bajo pero se detuvo al notar que algo faltaba, un objeto en específico que siempre suele colgar de la mochila del pelirosa, un feo llavero el cual cuida con mucho recelo.

—Jimin— le llamó, mas éste continuó caminando —!Jimin¡— elevó la voz haciendo que el mencionado se detuviera —no quiero que te alarmes pero tu feo leoncito ya no está.

Los ojos del pelirosa se abrieron muy grandes y en ese momento sintió que su corazón se detuvo, de inmediato se quitó su mochila para comprobar si era verdad lo que Youngsoo decía y lastimosamente así era, su gesto decayó por completo.

—tú ve con los chicos, yo los alcanzo enseguida— dicho aquello empezó a correr en dirección al centro de artes donde tomaba sus clases de canto.

No podía perder eso, para muchos quizá es un viejo, feo e insignificante llavero de león pero para él era un objeto realmente preciado, Taehyung se lo había regalado hace tanto tiempo, tenía mucho valor sentimental, representaba muchas cosas.

Aumentó la velocidad temiendo que el lugar ya estuviera cerrado, lo bueno es que no habían muchas personas por la calle.

Al llegar sintió verdadero alivio al ver que aún permanecía abierto, se apoyó contra el muro buscando poder respirar con normalidad, se irguió e ingresó, lo primero que vio fue al personal de limpieza haciendo su trabajo, subió las escaleras hasta el segundo piso buscando el aula donde no hace media hora había tomado su clase.

En el pasillo hacía eco el sonido de un piano, mientras más se acercaba a su objetivo el sonido era más audible, al llegar, la puerta estaba entreabierta y por la ranura casi no podía identificar a la persona responsable de aquel sonido.

Con cuidado empujó la puerta pero las bisagras eran tan viejas que entre chirridos se abrió acompañada del sonido desafinado del piano para finalmente todo quedar en silencio.

La persona junto al piano era nada más ni nada menos que Min Yoongi el ayudante de su maestro de canto y por las mañanas compañero en la secundaria "Junghakkyo" y también crush inalcanzable de Park Jimin.

—whoa~ eso fue impresionante— alagó el pelirosa.

—gracias— respondió el pálido chico mientras guardaba algunas cosas en su mochila.

—realmente es increíble hyung— dijo mientras se acercaba.

Yoongi realmente no era muy bueno relacionándose y le incomodaba bastante tener que lidiar con un desconocido, trató de guardar sus cosas más rápido para poder marcharse y entre todo el ajetreo dejó caer las hojas donde tenía algunas de sus partituras.

Jimin de inmediato se puso de cuclillas para poder recogerlas.

—hyung— le extendió los papeles.

—sí, gracias— los tomó de inmediato metiéndolas en la mochila sin importarle si estas llegaban a doblarse, estaba dispuesto a marcharse.

—¿Hyung podemos ser cercanos?— habló el pelirosa.

Un ceño fruncido muestra de su confusión se hizo presente en el rostro de Yoongi.

—hablo de entablar una relación más allá de ser simples conocidos— explicó —además usted y yo asistimos a la misma secundaria e incluso compartimos aula en algunas materias.

—No— una respuesta tan cortante como las anteriores por parte del pelinegro.

—según algunas personas de mi entorno, muchos dicen que soy agradable.

El muchacho continuó enumerando las razones por las cuales debería aceptar su amistad, pero a Yoongi no le interesaba relacionarse con más personas de lo estrictamente necesario, no lo necesitaba y sabía que hacer para alejarlo, tenía el argumento perfecto para asegurarse que ese chico no quisiera nunca más estar a su lado.

—soy gay— dijo, el otro muchacho se le quedó mirando.

Al escuchar aquello Jimin estaba que no cabía de la felicidad que en ese momento sentía, había una posibilidad de ser correspondido.

—¿No vas a decir nada?— habló el pelinegro sacándolo de su pequeño trance.

lo más que pudo hacer fue parpadear un par de veces, Yoongi estaba a punto de golpearse la cabeza porque aquel muchacho no parecía entender.

—se supone que este es el momento en el que sales corriendo aterrorizado y asqueado gritando un sin fin de insultos— dijo levemente exasperado tratando de no perder los estribos.

—¿Te gustaría que yo haga eso?

—pff por supuesto que no— respondió como si fuera algo muy obvio.

—entonces no lo haré— dijo Jimin —no creo que tu orientación sexual influya de alguna forma en la clase de persona que seas.

Al parecer ese muchacho insistiría con eso de la amistad y sinceramente Yoongi no estaba dispuesto a lidiar con ello así que tomó sus cosas y empezó a caminar rumbo a la salida.

—¿Entonces si somos amigos?— dijo aquel chico a sus espaldas —mi nombre es Jimin— le escuchó decir pero prefirió ignorarlo.

Jimin se quedó solo en el aula y entonces recordó por lo que había regresado, necesitaba encontrar su llavero. Se puso en cuclillas buscando por el piso.

...

Al salir del lugar lo primero que hizo fue introducir sus manos en los bolsillos de su sudadera encontrándose con un pequeño objeto que había recogido.

Empezó a moverlo dentro de su bolsillo, ni siquiera sabe porque levantó ese llavero tan infantil y obsoleto.

—Yoongi— le llamó su amigo que estaba al otro lado de la calle.

Jungkook le había esperado y eso de inmediato logró cambiar su semblante y de mágicamente su día ya no fue tan malo.