(14): Encuentro

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Cuando Leorio se sube al asiento del pasajero del carro  de Kurapika, lo primero que nota es la diferencia de altura casi cómica. Kurapika se sienta una cabeza entera debajo de él (Leorio tiene que sentarse encorvado para evitar golpear su cabeza contra el techo del auto), mirando hacia arriba para hacer contacto visual con Leorio.

  Lo segundo que nota es lo hermoso que es.

Kurapika tenía razón; la iluminación y la cámara del teléfono de mierda de Gon no le hacen justicia. Su piel y cabello están bien cuidados, su delineador de ojos afilado y sus labios pintados de un bonito rojo.

  Leorio se da cuenta de que está usando la misma camisa con volantes que usaba en la foto, su escote caía tentadoramente bajo por debajo de la clavícula, revelando una extensión de cuello pálido. Leorio se ruboriza.

-Uhm, hola.-Kurapika es el primero en hablar, su voz casi entrecortada. 

Mantiene su tono sereno, y si no hubiera un profundo colorete recorriendo sus mejillas y su cuello (su hermoso, hermoso cuello), Leorio diría que parece completamente indiferente.

-Oye- se ríe. 

Kurapika parece un poco desconcertado por esto, con una sonrisa creciendo en sus labios.

-No suenas como yo esperaba.- él dice.  Leorio arquea una ceja. -Como... esperaba que tu voz fuera... más alta, creo. No lo sé.- Kurapika está sonriendo más ampliamente ahora, aparentemente reprimiendo una risita mientras habla.

  La expresión de asombro de Leorio debe ser verdaderamente graciosa, supone.

-¿Lo siento?

-¡No no! Es agradable. No te preocupes -. Una mano tranquilizadora encuentra su lugar en el hombro de Leorio.

-Bien-, se ríe. -Lo tendré en mente. ¿Deberíamos irnos? 

(...)

Leorio no tarda mucho en llegar a la conclusión de que Kurapika es un conductor atroz . Puede conducir en una línea lo suficientemente recta y sabe cómo controlar los frenos, pero las leyes de seguridad vial parecen no existir cuando Leorio agarra su asiento con los nudillos blancos.

Mierda, Pika! ¡Acabas de correr, como, tres luces rojas! 

  Kurapika suspira, agarrando el volante con más fuerza y ​​acelerando antes de pasar su cuarta luz roja consecutiva.

-¿Que van a hacer? ¿Arrestame?-Pregunta, mirando a Leorio con una sonrisa. Reprime las ganas de gritar. Ruidosamente.

-¡Si! ¡Eso es exactamente lo que harán! 

Kurapika maldice en voz baja, disminuyendo la velocidad solo un poco cuando pasa un coche de policía. Afortunadamente, ninguno de los dos fue detenido, aunque eso no impide que Kurapika le dispare al coche al pasar. Leorio se ríe. 

-Tienes una linda risa- dice Kurapika con despreocupación. -Deberías reír más

-Yo diría lo mismo de ti, pero no creo que nada de lo que he dicho hasta ahora te haya hecho reír

-Eso será porque no eres gracioso

-Vaya. Vine aquí para pasar un buen rato y, sinceramente, me siento indescriptiblemente atacado 

Esto hace que Kurapika se ría, irónicamente, y Leorio jura que está dispuesto a hacer todo lo que esté en su poder si eso significa escucharlo una vez más.

-Para que conste, no me río porque seas gracioso

-Oh, por supuesto que no. ¿Por qué harías algo así?-Kurapika bufó, aparcando fuera de la cafetería y desabrochándose el cinturón de seguridad.

Brother Moment [HxH Chat]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora