XV: Noticias
Lupin cumplió.
Hagrid fue encerrado en una mazmorras de alta seguridad con más de la que era normal. Le daban de comer, lo vigilaban y hasta le habían dado cambios de ropa.
Pero Hagrid jamás había visto a Harry o Harold, le confundía saber más sobre aquello que lo que realmente pasaba. Quien sí había visto miles de veces en esas dos semanas encerrado fue al pequeño de los Malfoy. Siempre iba pulcramente arreglado y no se dejaba de nadie.
Parecía que todo mundo lo respetaba en aquella cueva llena de Mortifagos despiadados.
Había visto que cuando llegaba a las mazmorras, todos le daban una pequeña reverencia después de murmurar con mucho cuidado "joven Malfoy" en forma de saludo y los dejaban solos sin necesidad de ordenarlo, sólo bastaba su presencia en el lugar para que obediencieran.
Él era quien lo atendía. Murmurando siempre un bajo "es por él" más para él semigigante que para sí mismo, Hagrid sabía que era por Harry (¿o Harold?) por lo que se dejaba hacer antes de que se enojara.
Había tratado de que les ayudara a su noble causa, hablando de más y empezando a buscar la forma de convencerlo, Hagrid siempre gruñía y le gritaba que se largará o mejor, lo matará de una vez. Draco, enojado, le había lanzado varios maleficios que sólo le hacían cosquillas a excepción del cruciatus. Bellatrix Lestrange siempre llegaba en ese momento y le ayudaba haciendo a Draco alejarse muy furioso de aquel lugar.
Por lo que esta vez, no se sorprendió de verlo de pie fuera de su cárcel personal. Lo veía como si fuera inferior a él y se había acercado más que de costumbre. Si tan solo la celda no estuviera tan protegida con magia negra y montones de hechizos de protección, le quitaría la varita y lo mataría ahí mismo. Total, ese hechizo si lo sabia a la perfección.
Aquel niño, fingiendo ser mayor e intentado ganarse el respeto del que no debe ser nombrado, porque sí, Hagrid seguía sin poder pronunciar aquel nombre por temor a lo que había oído gracias a los periódicos que Malfoy se había esmerado tanto en leerle para que estuviese al día.
- ¿Aún no ayudaras, Hagrid?
- No tengo porque hacerlo.
- Oh, yo creo que si. Puedes hacer excepciones, ¿no? Por tus amigos. Desde que estaba en Hogwarts, me preguntaba que tan dispuesto estabas por hacer ciertas cosas por tus seres queridos, Hagrid. Debemos de investigar a fondo para saber, ¿no lo crees así?
Unos pasos sonaron detrás suyos, justo en el inicio de la escalera qué daba a las celdas y Hagrid casi se pone a llorar al ver a la mujer ahí, esta tenía sostenida a Harold del codo con fuerza y veía con odio al chico, con tanto desprecio que no merecía estar ahí. Lily también tenía prisionero a su hijo (porque para Hagrid así era) y no se veía como si le doliera verlo de esa forma. Su pequeño amigo parecía casi inmóvil, casi muerto.
Le dolió muchísimo verlo en ese estado cuando a él lo cuidaban tanto.
- Hagrid... - Susurro Harold, con la voz rota, dando indicios de seguir con vida. - Por favor, Hagrid. Haz lo que te piden. Por favor...
- ¡No!
El semigigante dio dos pasos antes de quedar de rodillas frente a él. De sus ojos unas enormes lágrimas caían cuál cascadas y veía fijamente a su amigo. Sus ropas estaban rotas, sucias y parecía herido de cualquier parte de su pequeña y delicada anatomía. Su labio inferior y ceja tenía una cortada, más no se veía que alguien tuviera intenciones de curarla y con ella, sangre seca, su ojo derecho tenía un enorme hematoma y se veía más pálido de lo que había recordado verlo. Incluso parecía que no había comido ni bebido nada, sus labios secos eran muestra y sus huesos a la vista, también lo eran.
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Forever
أدب الهواةTom Riddle, Voldemort, quien no debe ser nombrado, el señor oscuro... Cómo lo conozcas, fue un joven que se había enamorado sin querer quitar sus pensamientos en gobernar el mundo. James Potter, joven casonova y desastroso, enamorado de alguien que...