Parte 1. JAQUE MATE, HIJO DE PUTA

LA HORA CORTA

La tensión en el Estanque de tormentas va en aumento. Lejos de allí, el Profesor y la banda ya han puesto en marcha su plan de fuga mientras las Fuerzas de Seguridad esperan prudencialmente a las 6 a.m. para entrar a matar.

Es casi la medianoche, Tamayo espera paciente a que Alícia confiese. Ha pasado algo más de 1h desde que le ha administrado la primera dosis de oxitocina, pero ella se resiste. Incluso da alguna que otra cabezada.

TAMAYO
¡Espabila!
(le echa un cubo de agua a la cara)
¿Tanto te aburre mi juego?

ALÍCIA
(escupiendo el agua)
Qué va, me lo estoy pasando de locos.

TAMAYO
Pues me parece que esta respuesta también es incorrecta. Vamos con otro viaje.

ALÍCIA
Luís, te lo pido por favor... no sigas con esto.
Por favor, no...

La sujeta con fuerza y le administra la segunda dosis. Alícia intenta resistirse pero sólo consigue hacerse más daño.

TAMAYO
Te crees muy lista y poderosa. La inspectora Sierra... infalible, obstinada e infranqueable. Quizás esa criatura te importa una mierda, pero tu instinto de supervivencia es más fuerte. Hablarás...

ALÍCIA
(entre sollozos)
¡Para, puto loco! ¡Dios! Créeme que mi intención era poneros al Profesor en bandeja. Conseguir atenuantes y que pudieseis sacar a la banda del banco sin heridos para así poder limpiar vuestra imagen...

La interrumpe.

TAMAYO
(entre risas)
Ay, ay... Alícia, ¿en qué momento perdiste la vocación? Así, no me vas a convencer...
(se calla de repente)

Un dolor agudo hace que Alícia se retuerza. Empieza el trabajo de parto. Alícia respira profundamente, intentando disimularlo.

TAMAYO
Hombre... ¡ya era hora! Empezaba a pensar que la barriga era de mentira, como en las películas. ¿Te imaginas?

ALÍCIA
(con gesto aún de dolor)
Luís, todavía es pronto. Esto es peligroso, te lo suplico... da el aviso, pide una ambulancia. Te juro que no diré nada, por favor.

TAMAYO
¿Pronto? Mujer... con ocho meses hoy en día te sale un bebé precioso. No te preocupes, a ver si eres de las de una hora corta y va rápida la cosa. Es simple, si no quieres dar a luz así, ahí atada como un animal... empieza a hablar.

Alícia gira la cabeza hacia un lado, con la mirada perdida y se queda callada. Pasan varias horas, son casi las 2 de la madrugada. La banda está a punto de salir del banco sin que nadie se entere. Alícia vuelve a tener otra contracción, esta vez más intensa y larga que la primera.

ALÍCIA
(entre gritos)
¡Ayuda, por favor...! ¡Que alguien me ayude!

Se retuerce entre sollozos.

TAMAYO
(adormilado)
Shhh, por mucho que grites, no va a venir nadie. Y me parece que esto va para rato... como no te relajes, te vas a pegar horas. Sé de lo que hablo, tengo dos hijas.

ALÍCIA
(se repone)
Te aplaudiría pero tengo las manos atadas. Es probable que muera hoy... el único consuelo que me queda es que después de esto, no sólo te van a cesar, sino que te juzgarán por doble asesinato y ojalá sea cierto eso que dicen de cuando te mueres y pueda verlo todo porque espero ver cómo te revientan en la cárcel.