¿Qué pasará con nuestra amada y odiada Inspectora? ¿Se unirá a la banda? ¿Matará al Profesor? ¿Desaparecerá? Esta historia pone en jaque el plan de fuga de la banda y hace tambalear los cimientos de la Policía.
Parte 1. Jaque mate, hijo de puta
Part...
En los alrededores del Banco de España reina el silencio. Las negociaciones se retoman en cuestión de horas y nadie, absolutamente nadie sabe que la banda ya está a cientos de kilómetros de Madrid.
4 a.m. Estanque de tormentas, Alícia se retuerce de dolor mientras Tamayo apura su petaca de whisky.
ALÍCIA (llora entre gemidos) Por favor, ¡que alguien me ayude! Dios...
TAMAYO (ebrio) Deja de gritar... se te va a ir la fuerza por la boca.
ALÍCIA (sollozando desesperada) Luís, Luís, por favor, escúchame. Ya me tienes, has ganado. Mírame... ¡mírame, por dios! No voy a ir a ningún sitio... pero, pero... necesito las manos. Suéltame, te lo suplico. Por favor...
Le interrumpe una fuerte contracción. Grita.
TAMAYO (se tambalea) Pues tienes razón con lo de las manos... yo no te puedo ayudar, la sangre me da mucha aprensión. Te voy a soltar y vas a dejar las manos quietecitas hasta que yo te diga. (la va soltando) Eso es... sin tonterías.
Tamayo desata a Alícia y se aleja apuntándola con la pistola. Alícia baja los brazos despacio, se los lleva al vientre y gime de dolor.
TAMAYO Buena chica. Tiene gracia, vas a parir como antiguamente... (un ruido que proviene de fuera lo hace callar de repente) ¿Quién anda ahí?
Alícia apenas se puede mover, se quita la ropa entre contracción y contracción y trata de buscar una postura cómoda. No tiene ni idea de qué hacer... Tamayo, con la mirada algo borrosa, se aleja hacia la puerta.
TAMAYO Vaya... con que no sabías nada, eh. (mira hacia Alícia que está arrodillada tratando de controlar la respiración) Me juego el cuello a que es tu amiguita Raquel que viene a salvarte.
El rostro de Alícia empalidece, siente un mal presentimiento. Algo le dice que Luís lleva razón... que Raquel y el Profesor han vuelto a por ella y que Tamayo acabará con su vida en cuanto aparezcan por el pasillo.
ALÍCIA (entre sollozos) No lo hagas Luís... no manches tus manos de sangre. Es Raquel, por favor.
TAMAYO (la apunta con la pistola) ¡Cállate, zorra! Como se te ocurra gritar para avisarla, te vuelo la cabeza. Concéntrate en lo tuyo y cierra la puta boca.
Alícia intenta persuadirlo pero el bebé quiere nacer. Mira a su alrededor y descubre el arma de Marsella tirada en el suelo entre una caja y plásticos. Se alarga para alcanzarla.
Tamayo apunta nervioso con su arma hacia el pasillo, se oyen ruidos de pasos, como un eco que no deja apreciar bien a qué altura se producen. Su pulso se acelera mientras intenta enfocar la mirada. Alícia se arrastra sigilosamente como puede. De repente, 3 disparos consecutivos retumban en las paredes. Dejan de oírse los pasos. Por un instante, el silencio se apodera de la habitación. Una respiración fuerte aparece en escena progresivamente.
Tamayo cae abatido. Alícia deja caer el arma y se arrodilla. La cabeza del bebé está empezando a asomar. Comienza a empujar entre gritos. Dos pujos fuertes y una preciosa niña se desliza entre sus brazos inundando el Estanque de tormentas con un llanto de vida. La abraza contra su pecho mientras ambas lloran.
RAQUEL (entra corriendo) ¡Alícia! Dios... (se arrodilla a su lado y la abraza) Ya está.
Alícia jadea agotada y llora abrazando a su pequeña.
RAQUEL (sonríe y llora de felicidad) Es preciosa, lo has hecho muy bien. (la besa en la frente) Ya nunca más estarás sola.
Alícia le sonríe y llora desconsoladamente, no puede evitar pensar en Germán mientras mira a su pequeña. Tamayo yace a escasos metros. Al fondo, el Profesor, conmovido, contempla la escena.
ALÍCIA (entre lágrimas mira a Tamayo) Lo he matado, Dios... He tenido que hacerlo, iba a matarte...
RAQUEL (abrazándola fuerte) Shhh... todo va a ir bien.
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