0.5 Creatividad

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En realidad esperaba con algo más que solo curiosidad, encontrarse con alguna muñeca en ese baúl, o cualquier otra cosa además de una vieja nota sin sentido. 

¿Diferenciar entre lo que es real y lo que es sólo una ilusión? Claro que lo sabía. 

Le gustaba el terror, y leer, y por supuesto, la ciencia ficción.

Pero, sabía muy bien acerca de los límites entre todo eso y lo que era tangible. 

Así que encontraba sin sentido esa pregunta, al menos dirigida a sí mismo. Así que sólo volvió a cerrar la caja, dejando la misma nota dentro. 

Al cerrarla soltó un suspiro, levantando la mano de la cubierta para notar que había ahí una pequeña placa dorada. 

¿No la había visto antes, cierto? ¿Tan descuidado podía ser?

Lo que la placa decía no era completamente visible, como si estuviera demasiado tallada y lo que hubiera estado escrito simplemente perdió ante el maltrato al metal. 

Aquello no era algo que le quitara el sueño, así que soltando un bostezo algo perezoso, se irguió de donde estaba para irse a la cama. 

Se volvió a sumergir entre el mar de sábanas y mullidas almohadas para descansar un poco más, antes de ir al siguiente día a la universidad. 

Tenia que levantarse mucho más temprano pues en realidad no sabía donde estaba, y tendría que buscar y preguntar a todo el que estuviera ahí. 

Cerró los ojos una vez más, para conseguir un tranquilo sueño, que solo duró al menos un par de horas más. Pues en algún momento de la madrugada, un frío invernal entró por una de las tres ventanas, inundando la habitación y calando los huesos del pelirrojo aun estando bajo sábanas 

¿quién jodidos deja la ventana abierta? 

Con mala cara, se levantó el pelirrojo, cerrando la ventana y poniendo el seguro para evitar que se volviera a abrir con una ráfaga de aire. 

Estaba por regresar al colchón, cuando notó que la puerta a su habitación estaba abierta, y era otro posible punto de entrada para el frío. 

Así que no pensó demasiado en ello para ir a cerrarla. 

De nuevo estaba por llegar a la cama, cuando escuchó un ruido de algo chocando abruptamente contra el suelo. 

Dio un respingo, buscando pronto el sitio de origen del sonido, encontrándose aquel baúl volcado por su propio peso al abrirse. 

Seth sólo soltó un pesado suspiro, acercándose al baúl para cerrarlo de nuevo, y para evitar que fuera a abrirse nuevamente, fue por una de sus cajas con libros, y la puso encima. 

Ahora que todo estaba en completo control del pelirrojo, echó una ojeada más a los alrededores, notando entonces que no había nada que le impidiera dormir, y se volvió a embutir dentro de las sábanas. 

Sus ojos cerraban de nuevo para conciliar el sueño, pero antes de que pudiera hacerlo del todo, el rechinar de algo metálico le hizo abrirlos de nuevo. 

Joder…. Era en serio? 

La segunda ventana de las tres, acababa de abrirse.

Soltó un, aún más pesado, suspiro y se levantó de nuevo. 

Cerró la ventana y le trabó el seguro. 

Quería dormir bien y tibio… no se podía? 

Estaba por acostarse de nuevo, cuando entonces la tercera ventana se abrió. 

La que faltaba. 

Esta vez Seth había ido más lento hacia la cama, por si algo más quería impedirle dormir. Y así fue. 

Así que, con una sonrisa que podría tomarse victoriosa, de no ser por la molestia en sus ojos, se acercó a cerrarla. Trabó el tercer seguro, y ahora sí se dispuso a acostarse para dormir. 

Estaba de nuevo ahí, en el centro de la más que sólo cómoda cama, acurrucándose, listo para dormir por fin…

Cuando escuchó ahora abrirse una de las puertas del mueble a lado de la cómoda. 

-Morfeo… alguien no quiere que tengamos una cita –murmuró con tono pesado pero un tanto divertido aun así, volteándose para quedar boca abajo. 

Estúpida casa vieja… y todas las cosas viejas que habían ahí que no cerraban bien. 

Acababa de entender que podría pasarse toda la noche cerrando y cerrando todo lo que había en el cuarto y que pudiera abrirse, y pasar toda la noche sin dormir, así que prefirió descansar y dejar la casa ser. 

Ya después se encargaría de arreglar los broches y cerradoras de todo lo que había en la casa… pero después. 

En ese momento sólo quería dormir. 

¿Puedes verme? (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora