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UN ESPOSO DE MENTIRA | CAPITULO O2 : REGAÑO

Gon había llegado hace unos minutos a su trabajo, apena llego su amigo albino le conto su "terrible experiencia"

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Gon había llegado hace unos minutos a su trabajo, apena llego su amigo albino le conto su "terrible experiencia". Gon lo conocía bastante, por lo que sabia que iba a exagerar algunas por no decir todas las partes de su "historia"

── Te dije que eso del matrimonio falso iba a ser contraproducente ── Regaño Gon mientras se ponía su bata, la cual era su uniforme. Killua le había explicado todo lo que le paso con la pelirrubia apenas habían llegado, desesperado por la ayuda de Gon. ── ¿Por qué? ── murmuró. ── ¿Por qué no solo le dijiste la verdad?

── ¿Quieres que le dijera la verdad? ── Al terminar la frase Gon soltó un quejido. ── Ah, déjame practicar ── espeto sentado en cima de la mesa de recepción de su consulta. ── Tu vas a ser ella ── Aclaro para después tomar un sorbo de café.

── Ah, claro. Un segundo. ── Pidió para luego agitar su cabello de un lado para otro y poner una mirada coqueta.

── Oye no es así  ── Se quejó del comportamiento infantil, según el, de su mejor amigo ── pero, en fin. Solo uso ese falso anillo de bodas a veces-

antes de que pudiera terminar, la supuesta Akane lo interrumpió.

── Eres un puerco ── dijo con burla mientras ordenaba un poco su escritorio.

── Ah, sabia que no iba a funcionar ── Se quejó mientras se levantaba de la mesa con su taza de café, para luego ir al sillón que estaba en la sala de espera de su consulta.

── Lo siento. ── Dijo riendo mientras veía sus acciones. ── Eres un puerco. ── Continuo. ── Killu, ¿Qué tienes? Caminas muy extraño. ── Le preguntó al ver que el cirujano caminaba raro.

── Es mi espalda, dormí en la playa anoche. ── explico mientras se quejaba al sentarse.

── ¿Cuándo vas a hacer algo por tu columna? ── Regaño nuevamente al albino mientras iba a buscar una bolsa con hielo para la espalda de su amigo. ── En serio, debes ejercitarte mas de una vez al mes.

── No puedo. ── Negó en un murmuro el albino.

── No es necesario que vayas al gimnasio. Solo, solo utiliza las escaleras. ── Le dijo mientras ordenaba las revistas de la mesa de centro.

Antes de que Killua pudiera decirle siquiera algo, a su consulta entraron tres personas. Dos niños y una adulta con facciones de niña pequeña. El pequeño tenia el cabello no tan corto de color verde, la pequeña era mas alta y tenia el cabello suelto, muy largo de cabello negro.

── Papá, dame dinero. ── Dijo el menor de los niños que habían entrado.

── Hola, ¿Cómo están? que gusto verlos hijos ── imito una conversación gon mientras daba una sonrisa que se podía notar a kilómetros que era falsa. A veces se preguntaba que le había pasado a sus hijos, ellos no solían ser así. ── Sean educados y saluden al Doctor Zoldyck. ── dijo mientras señalaba a Killua mientras acariciaba el puente de su nariz intentando tranquilizarse.

𝗨𝗡 𝗘𝗦𝗣𝗢𝗦𝗢 𝗗𝗘 𝗠𝗘𝗡𝗧𝗜𝗥𝗔 | 𝗞𝗜𝗟𝗟𝗨𝗚𝗢𝗡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora