CAPÍTULO 8 - EL NUEVO JACK

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CAPÍTULO 8 - EL NUEVO JACK

Mi primer día en la cárcel fue muy extraño, la gente me miraba raro, y me mostraban respeto. ¿Pero que había hecho yo para ganarme el respeto de esa gente?. Lo descubriría pronto, en el comedor de la cárcel.

El comedor era uno de los sitios más incómodos y peligrosos de la cárcel, las decisiones y actos que cometiera ahí marcarían mi vida en la cárcel. Desde donde sentarme hasta con quien hablar, decisiones sencillas que podían cambiar mi vida. Me fijé que había varias bandas y bandos, se sentaban en grupos y se miraban unos a otros, preparados para lo que sea. Decidí tomar la que me parecía la decisión más inteligente, sentarme solo y apartado del resto de bandas.

Me senté con mi bandeja de comida, por llamarle de alguna manera. Apenas pasaron unos minutos cuando noté una ruda mano en mi hombro, y una grave voz que decía "Así que eres tú del que todos hablan". No entendía nada y lo único que pude decir fue "Lo siento no se de que me hablas, creo que te estas equivocando de persona". No se lo tomó muy bien. Me levantó del banco agarrandome del cuello "¿Me estás llamando mentiroso?". Me faltaba el oxígeno y tomé la peor decisión que podía tomar. Cogí el tenedor de la bandeja y se lo clavé con todas mis fuerzas en el ojo. Empezó a gritar como un niñito recién nacido, me soltó, y los guardias que hasta ese momento no habían actuado, intervinieron. Me dieron un par de porrazos de bienvenida y me sacaron de allí. Me llevaron a una celda de aislamiento donde pasaría los próximos 15 días de mi vida. Salí de allí y en la misma puerta de la celda me esperaban 4 hombres. Nada más verles, algo hizo que me sintiera más tranquilo. Llevaban todos el mismo chaleco de cuero y varios parches que les identificaba. Se hacían llamar los Resurrender. Tres de ellos no decían ni una sola palabra, solo me miraban fijamente. Fue el cuarto, Rick, el que hablaba en voz de todos. Era un hombre serio, rudo, inteligente y no se andaba con tonterías.

"Te preguntarás porqué estamos aquí, lo que hiciste a Vladimir en el comedor te va traer problemas, forma parte de los CRM y tu has hecho lo que nadie antes se había atrevido a hacer. Pero el motivo por el que estás aquí te va ayudar en la cárcel. Lo que le hiciste a ese Juez fue muy valiente por tu parte, por culpa de ese hombre estamos encerrados la gran mayoría de este lugar - le dijo Rick.

En ese mismo instante me di cuenta de que no había nadie en esa prisión que no supiese quién era yo, y eso me perturbaba bastante. Miré a Rick, pero sobre todo me fije en su chaleco. En la solapa izquierda tenía un viejo parche donde se podía ver que ponía "presidente". Me miró de arriba abajo y volvió a hablar:

"No tienes pinta de asesino, ni de delincuente, pareces una buena persona, ¿cómo llega alguien de bien a acabar así?"

Le conté mi historia, lo que había pasado y lo que me llevó a matar a ese indeseable. Me puso su mano en mi hombro y, con una sonrisa, me dijo algo que no entendí demasiado:

"Señor Jackson Dallas, bienvenido a tu nuevo hogar"

En ese momento, vi que uno de ellos se quitaba el chaleco, se acercaba a mí y, sin decir ni una sola palabra, me ayudo a ponermelo; otro de ellos me dio un par de paquetes de cigarros; el último algo de comer y beber. De la manera menos esperada me convertí en uno de ellos, y la verdad es que me dio bastante tranquilidad.

Los siguientes días fueron bastante tranquilos dentro del estar en una cárcel federal claro está. Pero poco después se iría la calma. Me cambiaron de celda, al parecer la CRM tenía demasiado poder en la cárcel. El suficiente como para hacer que me cambiaran de celda con uno de ellos como compañero de celda. Querían venganza, y ahí no estaban los Resurrender para ayudarme.

Eran como las 5 de la mañana, en la primera noche en esa celda, mi compañero un Ruso de 2 metros y 10 centímetros, y 180 kilos de peso. Estuve toda la noche con un ojo abierto y vigilando. Pero no aguanté mas y me quedé dormido. En ese mismo momento fue cuando note una fuerte presión en mi cuello y algo muy pesado encima mío, abrí los ojos de golpe y era mi compañero de celda, me faltaba el aire y él me bajó los pantalones mientras yo intentaba zafarme, su misión estaba clara. Empecé a escuchar risas desde el resto de celdas, pero mi instinto de supervivencia vio una oportunidad de escapar de esa situación. Le di un puñetazo en las costillas y él bajó la cabeza, en ese mismo momento y aprovechando que se llevó la mano al abdomen y soltó mi cuello levanté mi cabeza y mordí su nariz con todas mis fuerzas hasta arrancarle parte de ella, entre gritos y llantos le llevó las manos a la cara, y yo aproveché para quitarmelo de encima le di un rodillazo en los testículos, le tire al suelo me levante con falta de aliento pero lleno de ira y empecé a patearle la cabeza hasta que deje de escuchar sus llantos.

El resto de presos gritaron a los guardias para que vinieran corriendo, no era el final que ellos esperaban. Los guardias vinieron y se llevaron a mi compañero de celda a la enfermería. Poco después volvieron a por mí, sin preguntar qué había pasado empezaron a golpearme con sus porras hasta dejarme inconsciente.

Lo siguiente que recuerdo es despertarme en la celda de aislamiento con el chaleco lleno de sangre marcas por todo el cuerpo y una carta en la puerta de la celda con la firma del alcaide de la cárcel:

"Por su seguridad y la del resto de presos ha sido castigado a 4 meses de aislamiento"

Los primeros días lo llevaba bien, hasta agradecía el estar solo. El resto de días fue una tortura perdí la cabeza, la rabia invadía mi cuerpo y de hecho no recuerdo ni la mitad de los días de aquel aislamiento. Aproveché el aislamiento para forjar mi cuerpo, me di cuenta que en aquella cárcel tenía que olvidar lo que antes era y ser una nueva persona, me pasaba los días haciendo flexiones y abdominales, y el resto del tiempo pensando, tampoco tenía mucho más que hacer.

Lo que me quedó claro fue que la CRM tenían el poder en la cárcel, y a ellos les quedó claro con quién no tenían que meterse. Me estaba pasando lo único de lo que tenía miedo al entrar en la cárcel, Me estaba convirtiendo en un animal sanguinario que no le da valor a la vida.

Salí de la celda de aislamiento y fuí al patio, ahí me encontré con mi nueva familia " The Resurrender" esperando mi salida de la celda de aislamiento. Llegué a donde ellos y me miraron de arriba abajo, estaba muy cambiado, ya no era aquel larguirucho que conocieron meses atrás. Me comentaron las cosas que habían pasado durante esos meses y los siguientes pasos que querían tomar.

No querían que participara en sus planes, ya que apenas me quedaban 4 años allí. Pero yo no iba a dejarles solo, después del apoyo que ellos me dieron.

Jack Dallas "Recuerdos Manchadod De Sangre"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora