Confesión de una atracción desesperada

Capitulo 3

Un mes después, tuvieron que dar su segundo discurso para su curso de oratoria.

Fue un discurso persuasivo, por lo que Víctor estaba sentado en su mesa habitual en la biblioteca una hora antes de lo provisto, atascado en lo que quería que fuera su tema.

Lía había entrado a la biblioteca poco después que el, así que eso también lo estaba distrayendo.

Me pregunto si podría escribir un discurso diciendo: Oye Lía, aquí tienes algunas razones por las que deberías salir conmigo ...

Suspiro y decidió seguir con su argumento simple sobre porque las escuelas deberían tener programas de música bien equipados.

Mientras entregaba la tarea, miro a Lía de nuevo.

Para su sorpresa, su mirada ya estaba sobre él.

Víctor se congelo, pero la calidez de su sonrisa mentalmente lo descongelo rápidamente.

Él le sonrió de todas formas como la hacia mentalmente, esperando que ella pudiera captar lo que estaba tratando de decir.

Lía le devolvió la sonrisa antes de volver su atención a su computadora portátil.

Víctor trato de calmar su corazón acelerado. Si hubiera estado sola, se habría acercado a hablar con ella.

Peor para su consternación, ella estaba con su grupo habitual de amigos.

Víctor suspiro y cerró su computadora portátil después de entregar el papel. Quería llevarse a Miroku a casa para no tener que escuchar a la nueva novia de Miroku. Víctor aún no la había conocido, pero Miroku de ella lo suficiente para sentir que ya la conocía.

Mientras Víctor conducía a casa, se dio cuenta de que Lía lo vería dando su discurso al día siguiente.

A menos que ella vuelva a estar ausente...

Víctor negó con la cabeza la cabeza. Necesitaba concentrarse en las otras tareas que le esperaban esa noche. Habría tiempo para pensar en Lía más tarde.

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Víctor  nunca había estado tan nervioso.

Era casi su turno de dar su discurso, y Lía estaba en clase. Sus palmas estaban lo suficientemente sudorosas que había comenzado a manchar la tinta de sus tarjetas.

Respiro hondo en silencio y trato de calmar sus nervios.

No es gran cosa, se repitió a si mismo. Supéralo.

Cuando fue su turno, Víctor se levanto y fue hacia el frente de la clase.

La atención de Lía estaba en el cuando miró a sus compañeros de clase. Sus ojos azules eran intensos y enfocados cuando comenzó su discurso, e Víctor se pregunto como alguna vez pensó que podía hacer esto sin asustarse.

Sin embargo, mantuvo la calma durante su discurso y logro contener sus abrumadores sentimientos para que no se filtren en su voz o lenguaje corporal mientras hablaba.

Cuando termino y la clase comenzó a aplaudir, sintió que acaba de correr una maratón.

Lía se estaba presentando después de el, así que se levanto después de que el se sentó.

Sonrió a la clase como lo había hecho antes de su discurso, pero esta vez puso su mirada en Víctor y la dejo ahí.

- Como estudiante de Psicología, es realmente importante que los niños se expongan a la música como una salida o medio de expresión cuando son pequeños. De hecho, es similar al tema del que estoy hablando, así que gracias por la transmisión, Víctor - Dijo Lía.