The Tetrical Smile [01x4]

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Olvidó aquella espantosa carta, haciéndola cada vez menos importante en sus pensamientos. Unos toques impacientes sonaron a través de la puerta de madera. ¿Quién podría ser a estas horas de la mañana? Aunque bueno, no sabía que parte del día era porque en su habitación no había ventanas. Ni ventilada podía estar.

En aquel momento, apareció Fiona, junto con su séquito compueso por Kathy, Gy y Caroline detrás.

- Parece que te enc... - Fiona cortó secante a Gy, quien hizo una bola con su puño con tanta fuerza que, hasta sus nudillos se transformaron en blancos.

- No te puedes quedar aquí todo el día, querida. - Susurró Fiona acercándose a los pies de su cama.- Por mucho que parezca que este es un lugar para,... almas en pena, también puede ser peligroso. Hay gente aquí que desde luego no se merecería alcanzar la felicidad eterna... - esta última frase la dijo con otro pequeño susurro, sentándose con su vestido negro a los pies de la cama.

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Dandy se encontraba andando por los estrechos pasillos de aquel laberinto. Era semejante al instituto Dollhouse; paredes de piedra con un papel oscuro ocultándolas, las habitaciones arriba, y las salas de recreo (cocina, comedor, etc.) en la planta baja.

El chico canturreaba una canción alegre y divertida por los solitarios pasillos, hasta llegar a la habitación que deseaba encontrar: la de Esmeralda Montgomery. Tocó tres veces a la puerta de madera de forma acompasada, y enseguida, la chica rubia asomó su azulado ojo por el pequeño espacio abierto. Se oyeron los cerrojos abrirse y, tras aquello, la puerta fue abierta de par en par. La habitación era como todas las demás, aburrida y monótona, y enseguida la chica pronunció unas palabras.

- ¿Qué has venido a buscar aquí? - aclaró Esmeralda Montgomery cerrando la puerta.

- Como bien sabrás, la chica nueva está aquí. Y como bien sabes, siempre que alguien nuevo aparece por aquí... ¡plf! - el chico hizo un gesto con ambas manos, acompañados por una palmada.- Alguien desaparece. Y a ti no te caebien, ni a mí tampoco, por lo que, ¿qué te parece si la hacemos desaparecer a ella antes de todo?

Esmeralda sonrió en signo de aprobación.

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Masuko se encontraba en su habitación, cepillándose el pelo, que, esta vez, en vez de ser afro y multicolor, era liso y moreno. Canturreba una canción, hasta que cogió un bote de laca y simuló que era un micrófono y, a continuación, se puso a hacer playback mientras daba vueltas por la habitación simulando ser una estrella pop. Para estar muerta y vivir en un cuchitril como era aquel gran edificio, Masuko era una chica de lo más feliz.

El cerrojo de la puerta se oyó y de repente, la figura de alguien entró en la habitación. Caroline entró, cerrando la puerta tras ella, y bajó el volumen de la música de Masuko.

- Ya está Fiona contándole todo el rollo de que los humanos empiezan a sospechar de este lugar, de que esto es visible para los humanos, que no tardarán en venir.... - La voz de Caroline sonaba enfadada.- Te juro que le rajaría la lengua a esa bocazas y te haría un collar con ella.

Masuko rió ante aquella broma, y, mientras una cantaba, otra se quejaba.

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En el comedor no se encontraba ni un alma, nunca mejor dicho. Zoe caminaba por el blanqucino suelo de este, recorriendo las mesas vacías. Kathy la recomendó ir a tomar algo, ¿pero cómo narices se comía allí si no había nadie?

Zoe tenía hambre, de verdad, por lo que, al llegar al lugar en el que la deberían de servir la comida en la bandeja, fue a cojer un cazo para echarse lo que al parecer era sopa. Pero no tenía muchas ganas de averiguarlo. De repente, de una puerta salió una mujer que debería de medir 1'90, por lo menos.

- ¡Eh, eh, niñita, ni se te ocurra servirte la comida que yo he preparado! - Zoe dejó el cazo en su lugar ante aquel amenazador grito. La mujer cogió un cuchillo de la encimera y empezó a hacer amagos de cortes a la alucinada Zoe.

La chica esquivó con dificultad todos los intentos de asesinato, pero no sin antes llevarse un corte en la frente. Finalmente, al salir del comedor, cerró la puerta para que la mujer parase de intentar matarla. Aunque, ¿cómo se mata a alguien que ya está muerto?

Al darse la vuelta, una mujer muy guapa, de cabellos dorados y castaños ojos, la cogió por los hombros y la preguntó:

- ¿Qué hacías dentro de la cocina de Eve? - pasó un dedo por el pequeño corte de la frente, haciendo que el rastro de sangre se propagase un poco más.

- Me dijeron que viniese a comer algo, y esa mujer... - la mujer la hizo callar con pequeños susurros, y le posó un dedo sobre los labios.

- Las almas como nosotros, solo nos podemos alimentar destruyendo a otras,... seguramente quienquiera que te dijo eso, o se quería librar de ti y de la obsesionada de Eve. - ¿Alimentarse de otras almas? Aquello era ridículo, pero a la vez razonable.- Mi nombre es Lily, ¿tú eres la nueva, no?

Zoe asintió. Y entonces el rostro de la mujer cambió radicalmente. Su sonrisa era una expresión bizarra y tétrica, y entonces agarró a Zoe por su cabellera y la condujo hacia una parte que ella desconocía, los sótanos, a rastras.

- Es mi hora de comer. - sentenció la mujer. Y los gritos de Zoe y sus intentos de escape fueron en vano.

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Kathy peinaba su pelirrojo cabello, mientras se miraba en el espejo con una expresión seria. Cuand terminó, se quedó quieta en su pequeño sillón donde se encontraba, y empezó a hablar para ella misma, en voz baja.

- La hora de tus aires de superioridad se acaban, Fiona.- la mujer abrió uno de los cajones de su cómoda, sacando una pistola y, tras cargarla, se levantó del lugar.- Si todos tienen que morir para acabar contigo, morirán.

La mujer abrió la puerta y salió al pasillo, donde se encontraba un hombre de mediana edad, obeso. No le dio tiempo a ver la pistola de Kathy, ya que esta le asestó un balazo en la cabeza sin ton ni son. A continuación, se arrodilló a su lado y se puso cerca del cádaver del hombre. Una neblina salió de él, traspasándose al ineterior de Kathy.

Aquello iba totalmente en serio.

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Gy se encontraba leyendo en la cama cuando alguien abrió la puerta de la habitación. Fiona atravesó el umbral y se posó ante Gy.

- Creo que los humanos se acercan.- la mujer sacó un cigarro de su pequeño bolso-cartera que siempre la acompañaba, ty tras ello lo prendió.- Este no es un lugar seguro.

- Siempre dices eso, mamá.- Gy suspiró.

- Aún sigo sin poder perdonarme que te matara para poder después suicidarme en paz, pero no podia con la idea de que mi hijo viviera sin una madre que pudiera ayudarle en todo momento.- Fiona le dio una larga calada al cigarro ya prendido, del que luego expulsó un hilito de humo.- Sabes que sigo sin querer que nadie se entere de que eres mi hijo, Gy, nadie.

- Nadie lo sabrá. Estoy bastante feliz después de que me trajeras al infierno, como para encima reconocer que la causante es mi madre.- musitó el chico apartando la vista del libro.

La mujer, tras un suspiro, salió de lahabitación, pero no sin antes sentenciar con unas duras palabras:

- Yo creo que estás furioso porque no te entregué el mando de esta mierda, pero es no es mi problema. No iba a dejar que fueses tú quien lo hiciera.- sentenció.

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Me alegra muchísimo ver que con solo 4 capítulos ya he alcanzado las 700 visitas. Vuestro apoyo en cada capítulo es inmenso, yos lo agradezco de todo corazón. Perdón si tardo en actualizar, pero la inspiración solo me viene a veces xd. Os agradecería que votaráis, comentarás y leyéseis como habéis hecho hasta ahora.

¡Muchísimas gracias de nuevo, chicos y, hasta el próximo capitulo de Ahs! Espero que hayáis disfrutado con él y que no dudéis en informarme sobre vuestra crítica hacia él. Saludos :)

American Horror Story: High School.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora