Capitulo 4

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Luna Llena

Ivan estaba actuando de forma extraña. Aún más de lo que era habitual en él. Su pelo estaba desordenado y despeinado, sus ojos agudos y concentrados. Brianna sólo le había conocido durante un mes, pero en ese tiempo había aprendido lo suficiente sobre él como para estar preocupada por su actual comportamiento. Podía ver que tenía algún tipo de desasosiego, pero cuando le preguntó qué estaba mal él sólo le había ladrado y ella terminó por retirarse al aire libre.

La dejó durante varias horas, y al volver parecía salvaje y peligroso. Inmediatamente tomó su cuerpo como una bestia, enterrándose despiadadamente fuera y dentro de su sexo por muchas horas.

La atracción entre ellos era muy fuerte, pero, debido a su extraño comportamiento durante los días anteriores ella comenzaba a sentirse, bueno... nerviosa
El sexo con él era salvaje e indomable. Había tenido tantos orgasmos que ya había perdido la cuenta, e Ivan nunca parecía cansarse de provocárselos. La había follado en cada orificio, su sexo, su boca, incluso su trasero, un lugar en el cual ella nunca había sido tocada pero él aún quería más y más de ella.
En los pasados dos días raramente habían hablado. Habían estado demasiado ocupados follando hasta volverse locos. Brianna lo amaba y tenía la certeza de que él empezaba a amarla también. Por eso, se preocupaba por el tormento interno que parecía sufrir.

Pero cuando trató de sacarlo de su caparazón, la había dejado fuera completamente. Quizá era simplemente un capricho pasajero, pero parecía tan distante con ella, a menos que estuvieran haciendo el amor. Cerrado y retraído.

— La luna está llena esta noche —dijo Ivan, irrumpiendo en sus pensamientos. Se puso de pie en el portal aparentemente preparándose para uno de sus paseos.

— ¿De verdad? —Trató de sonar interesada. Él hablaba demasiado acerca de la luna.

— Tenemos que hablar. —Su voz era seria y firme. El corazón de Brianna se hundió, mientras sentía miedo de que ya se hubiese cansado de ella y estuviese tratando de encontrar una forma para cortar la relación. Intentó no permitir que su tristeza saliese a la luz.

— De acuerdo —dijo ella, asombrada de que su voz sonara así de neutral y estable.

— Hay cosas acerca de mí que debes saber. Acerca de mí y de mi familia... y la gente del pueblo. Cosas que no entenderás... pero necesito que hagas un intento.

— Me estás asustando —murmuró ella.

— Lo siento. Desearía poder darte más tiempo, pero la luna... —vaciló, y por primera vez Brianna vio que estaba nervioso e inseguro de sí mismo.
— Oye, está bien. Me lo puedes decir —ella intentó darle ánimos, tomando las manos de él en las suyas.

Él suspiró. — No soy como otros hombres, Brianna. Mi familia y los habitantes del pueblo cercano no son personas normales. Somos muy diferentes. —Él guardó silencio por un momento. Ella casi podía oír los engranajes girando en su cabeza. — Hablando sin rodeos, no somos humanos.

— ¿Q—Qué? —Ella trató de reírse de su declaración, pero no le salió nada más que una risa ahogada y desgastada. Su garganta estaba seca, la palabra le salió ronca y desmayada aún para sus propios oídos. Su revelación era peor de lo que había esperado.

Estaba loco

— ¿Qué quieres decir exactamente? —Su voz se endureció al pronunciar la última palabra.

— No te alejes de mí. —Su voz la atrapó mientras él intentaba alcanzarla cuando ella se apartó. — No podría soportarlo si te apartas de mí ahora. He esperado que estuviéramos cerca, lo bastante cercanos para esto. Te amo. Te he amado desde el comienzo, y me mataría si te apartases de mí ahora.

Lujuria de la Luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora