My sin ~Rickorty~

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Dormir sobre el sacerdote parecía algo común ahora,solo era dormir y nada mas,a ninguno le molestaba en lo absoluto. A Rick no le molestaba porque él hacía lo que quería y a Morty tampoco porque,le resultaba tierno verlo dormir de vez en cuando.
Si bien había pasado...un mes,las cosas seguían malas por así decirlo, en especial para el pueblo y Raguel.
El pueblo seguía siendo aterrorizado por un demonio que acechaba y violaba a tanto hombres como mujeres por las noches, así eran los rumores ,podían ser súcubos o demonios,pero súcubos no; Mortricia no sentía otra presencia de esa clase,así que debía ser un demonio. Y para Raguel,él necesitaba hablar con Mortri,explicarle las cosas o al menos,saber como ha sido de su vida,quería hablar con su hermano. Corrección,hermana,pero Demon se lo impedía, siempre lo mandaba a con el sacerdote o, a hacer mandados a otro sitio,alejándolo así de la súcubo. Sin embargo,un día logró acercarse a ella.

Mortricia caminaba por las calles cerca del hogar que compartía junto a su demonio y la ángel,cuando sintió una mano tomarla del hombro y arrastrarla hacia un callejón,ella se soltó rápidamente del agarre ,tiró su canasto a un lado y con sus manos ya libre tomó al sujeto ,tirándolo al suelo e inmovilizándolo,sujetando con una mano su brazo al punto que si lo movía lo quebraba,mientras que con la otra sostenía la cabeza en el suelo haciendo presión.

–¡Tiempo fuera! ¡tiempo fuera! —suplicó el peliceleste que había cazado la súcubo, no se trataba nada mas ni nada menos que de Raguel,al verificar que era él, lo soltó y se reincorporó, sacudiendo su vestido y acomodándolo.—Ah,muchas gracias por no matarme,aunque bueno,soy inmortal y no podrías,ja,ja—agradeció y bromeó el ex arcángel mientras también sacudía sus prendas.

–¿Qué es lo que quieres,Raguel? —preguntó la joven castaña secamente mientras posicionaba ambas manos sobre su propia cintura. El mencionado la miró en silencio y aclaró la garganta.

–Quiero hablar contigo,necesito que podamos tener privacidad y arreglar algunas cosas,¿será posible, Sariel? —habló Raguel mientras cogía el canasto y se lo entregaba a la chica,quien se lo quitó de mal gusto ,apartándolo del camino y alejándose a cada paso de su hermano.

–Ya no soy Sariel,jamás volveré a ser él, ¡y esa no es la forma de tratar a una dama,Raguel Sanchez! —gritó sin escandalizar del todo la situación y sin detenerse siquiera a verlo,no le importaba si las personas los miraban extraño,voltearon mas que nada al escuchar el apellido "Sanchez",pues era conocido y tenía muy buena reputación,debían saber el chisme.

Raguel se adelantó unos pasos más y se colocó delante de Mortricia,suplicando con ambas manos y haciendo unos ojos como de cachorros frente a la súcubo, suplicó que puedan hablar esa noche a solas ,sin que Rick los viese ya que era obvio que los estaba apartando.

–¡Bien! Cerca del lago podremos hablar ,o en la iglesia,Demon nunca va a esos lugares,así que podremos hablar. —dijo Mortri. Raguel festejó sin tanto escandalo— Pero —agregó la súcubo—. Después de esto,nunca mas vuelvas a hablarme,¿entendido?

–Entendido,hermana.

La joven asintió, empujó nuevamente al mayor y siguió su camino en paz. Raguel la miró alejarse —¡En la Iglesia será! —gritó sonriendo ,sabía que no voltearía a verlo,así que también dio media vuelta y corrió hacia el lugar antes dicho para ayudar al sacerdote. Lo que no supo,es que la súcubo si volteó para verlo en ese entonces.

Padre nuestro, que estás en los cielos.

Santificado sea tu nombre.

Venga a nosotros tu Reino.

Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo.