Desperté en los brazos de Draco, su olor era simplemente magnífico, por las mañanas mechones rubios caían por su frente, su cabello se iluminaba levemente por la luz del sol, me levanté despacio para no despertarlo, me di una ducha y luego regresé a la cama, parecía que no había dormido en días, no se despertó a pesar de algún ruido que hiciera, se veía tan indefenso y vulnerable, parecía un niño de 5 años, suavemente retiré los mechones de su frente y besé su mejilla. él se movió y sonrió
- Buenos días - dijo con ojos cansados y una sonrisa
- Buenos días, bebé Draco - dije burlona - Lamento despertarte, pero tenemos que ir a clases - él se envolvió en las sábanas y se quedó así por unos minutos, luego se levantó y besó mi frente
- Quiero quedarme en la cama todo el día - dijo bostezando
- Lo sé, yo también lo quiero pero aún tenemos cosas pendientes - dije con una leve sonrisa
- Claro que sí - dijo mientras se quitaba la camisa, yo solo contemplaba su perfección, cada parte de él era perfecto - Limpiate la baba - dijo sonriendo
- Que gracioso - dije volteando los ojos
- Me voy a dar una ducha y vamos a desayunar - dijo entrando al baño
- Te espero en la sala - exclame y salí de la habitación
Estaba sentada mirando la chimenea cuando Ana bajó
- Buenos días - dijo con una sonrisa y se sentó a mi lado
- Hola - dije devolviendo la sonrisa
- ¿Hablaste con él?
- Si, anoche hablamos y... todo está mejor - dije con un suspiro se alivio
- ¿Por qué siento que a ustedes les han encargado algo más que un armario? - dijo y volteé a mirarla - No creo que Draco y tu estemos estresados o distantes por el armario
- Bueno... no sólo es un armario... nosotros literalmente les estamos dando un pase a los mortifagos - mentí
- Si pero... aunque nadie lo sepa ya hay mortifagos en el castillo - dijo riendo
- Buen punto - dije con una leve sonrisa
- Sophy, ¿hay algo más que les encargaron? - dijo tomando del hombro suavemente
- Yo...
- Hola cariño - dijo Draco interrumpiendo
- ¡Hola! - exclame jalando a Draco para que se siente al lado mío
- ¿Y Blaise? - preguntó mirando al rededor
- Sigue durmiendo - respondió Ana
- Ya es tarde, creo que es buena excusa para fastidiarlo - dije con una sonrisa y Draco también sonrió
- No entiendo - dijo Ana
- Mi querida rubia, hoy apreciarás el arte de molestar a Blaise - dije sonriendo - Vamos - la jale del brazo y fuimos hasta la puerta de Blaise
- ¿Saben si esta con alguna chica? - preguntó Draco
- Creo que ayer vino con una Ravenclaw - respondió Ana
- Una Ravenclaw... - dijo Draco entre risas
- Ya bueno, entremos - dije mientras sacaba mi varita para abrir la puerta
- Espera, espera, shhhh - dijo Draco - Escuchen - dijo apoyando su oreja a la puerta, Ana y yo hicimos lo mismo y escuchamos los gemidos de ambos
- Por Merlín - dijo Ana
- Es hora - dije riendo - Están prohibidos los mañaneros
- Blaise, mi buen amigo - dijo Draco entrando a la habitación junto a Ana y a mi
- Maldita sea hurón - dijo cubriéndose con la sábana al igual que la Ravenclaw
- ¿Tanto gritas por eso? - dije burlona mirando a la Ravenclaw
- Como si el hurón la tuviera grande - dijo Blaise
- ¿Quieres ver? - preguntó Draco
- No creo que quieras que la pobre chica se de cuenta de que no eres el más grande de Slytherin - dije sonriendo
- Ve a vestirte - dijo Ana y la Ravenclaw salió con las sábanas cubiertas y su uniforme
- Arruinaron mi momento - dijo Blaise
- Vaya Zabini, si no fueras negro diría que estás rojo de ira - dijo Draco y lo golpeé en las costillas
- Hola Ana - dijo Blaise con tono tímido
- Hola - dijo Ana con una sonrisa
- Bien "mastodonte", después de esto no creo que Ana esté interesada en ti - dijo riendo - Cambiate, te esperamos abajo
- PRIVACIDAD - exclamó mientras salíamos de la habitación
Fuimos a sentarnos en los sillones y reímos hasta que Blaise bajó
- El grande - dijo Ana al ver que Blaise se acercaba
- Si despertaras en mi cama no caminarias por una semana - dijo Blaise mirando a Ana y ella se sonrojo
- Vámonos, tengo hambre - dije levantándome del sillón
- ¿Ves Draco? La dejas con hambre - dijo Blaise
- Te equivocas Zabini, yo si complazco a mi chica - respondió Draco tomandome de la cintura
- Ya mastodontes, vamos - dije y salimos todos de la sala común
Besos del rayito