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Caminando en dirección a la casa del pelinegro, hablaban sobre sus clases, los trabajos que le habían dejado, y además que en unas semanas empezaría el periodo de exámenes, y ellos ya casi no tendrían tiempo para hablar, gracias a que estarían estudiando todo el tiempo.
Los chicos de segundo, pasarían a tercero, y sería una nueva etapa, nuevos amigos, nuevos profesores, y nuevas aventuras, así lo veía Bokuto, pero para Akaashi, era solamente la misma rutina aburrida de siempre.

Al llegar a la casa, Akaashi se dispuso a preparar la cena. Y el otro se sentó a repasar una clase, cuando se le vino a mente preguntar porque había llegando tarde.

Neh, Akaashi, porque llegaste tarde? —

Pregunto viendo al nombrado, este siguió haciendo la cena y se detuvo un momento para contestar.

— Una compañera, me había llamado. —

"Compañera" Esa palabra le molestaba un poco, pero decidió que era un estupidez ponerse molesto solo por eso.

— ¿Para que? —

— Había dicho que le llamaba particularmente la atención, y después me dijo que le gustaba. —

— ¿A-ah s-si? ¿Y que le dijiste....?—

Al escuchar eso, sintió un enorme nudo en su garganta y un vacío en su estómago, esas ganas de vomitar que le habían venido cuando estaba en la preparatoria volvían otra vez, pero se contuvo.

— Pues no la conocía, solo se sentaba a mí lado, así que la rechace. —

Por alguna razón, escuchar eso soltó un suspiro y se relajo, por una parte se sentía feliz, pero por otra culpable por reaccionar así. "Digo, no tengo derecho a reaccionar así, ¿Verdad? Akaashi es solo un amigo, los amigos se preocupan por los demás ¿Cierto?" Bokuto era demasiado ingenuo como para lograr entender sobre cómo se sentía, así que guardó silencio y no le dio importancia.

Akaashi agarro dos platos con curry y los coloco en la mesa. Bokuto guardo sus cosas en su bolso, y se dispuso a cenar con el pelinegro, le encantaba la comida que preparaba, era un reino para su paladar.

— ¡Akaashi, como es que cocinas tan bien! —

— Um, bueno, cuando te quedas solo por un tiempo, supongo que debes aprender a hacer ciertas cosas por tu cuenta, como cocinar. —

Otra vez, dijo la palabra "Solo"  Bokuto se enfadaba al escuchar eso, y más cuando salía de la boca de su amigo. Bokuto recordó las palabras que había dicho su amigo el otro día en el gimnasio.

"Creo que estoy solo, Bokuto."

No entendió perfectamente esas palabras, ¿Estaría mal si preguntaba? Y así lo hizo.

— Akaashi, te acuerda cuando me dijiste que estabas "solo" en el gimnasio el otro día? A qué te referiás? —

Akaashi nuevamente cambio su rostro, de uno tranquilo, a uno serio. Sabía que Bokuto no lo había dicho con mala intención, pero le incomodaba hablar de eso. Soltó un suspiro y coloco agachó su mirada.

— Normalmente.... Yo no soy alguien de tener muchos amigos, así que, siempre me la pasaba solo. Con una vida aburrida, supongo. —

— Pero, y tus padres? —

Akaashi chasqueo su lengua un poco, no se molestaba por Bokuto, si no simplemente por escuchar a sus "padres" ser nombrados. Bokuto se dio cuenta de eso, y pensó que había hecho mal, rápidamente se disculpo.

— Lo siento si dije algo que no debía Akaashi...—

Akaashi levanto la mirada sorprendido y sonrió, le gustaba que alguien se preocupara por el.

— No es eso, Bokuto, tranquilo. —

— ¿Entonces? —

— Ah.... Bueno, eres mí amigo, así que supongo que tienes derecho a saberlo. —

Akaashi dio un leve suspiro y empezó a hablar.

— Mis padres.... No nos llevamos bien, ellos.... Nunca están en casa, y cuando si están, no hablamos casi nada, solo me preguntan sobre mis estudios y si tengo buenas notas. Cuando intento preguntar algo, me dicen que no es de mí incumbencia. De hecho está casa, es como si fuera mía, ya que ellos nunca están. Ellos ni me apoyan en nada y tampoco preguntan cómo estoy, por eso digo que estoy solo. Aunque... Ahora te tengo a ti ¿No? Supongo que ya no estoy solo como antes, te preocupas por mí y siempre me hablas, me cuentas todo y me preguntas todo. Bokuto, gracias por ser mí amigo. —

Sin darse cuenta, Akaashi empezó a soltar algunas lágrimas, intentando limpiarse pero cada vez salían más. Bokuto se sorprendió y se levantó rápidamente para abrazar al pelinegro y limpiarle las lágrimas que salían con mucha frecuencia.

— Gracias a ti Akaashi, por aguantarme y estar conmigo. —

Bokuto abrazó fuertemente al pelinegro, no lo quería soltar y estuvieron así un par de minutos. Bokuto volvió a sentir ese calor que desprendía Akaashi, ese que tanto le gustaba sentir. Para cuando se dio cuenta, Akaashi estaba durmiendose, sus ojos estaban entrecerrados.

— Akaashi, te llevaré a tu habitación para que duermas. —

Bokuto cargo a Akaashi en su espalda, y subió las escaleras, cuidando de no caerse. Al llegar abrió la puerta con cuidado, y entro. Recostó a Akaashi en su cama y lo arropo con una sábana. Salió de la habitación para limpiar los utensilios que utilizaron para cenar y ordenar un poco.
Ya haber terminado, subió nuevamente a la habitación, y olvidándose que traían el uniforme de la preparatoria, se acostó al lado de su amigo, se tapó con una sábana y colocó su cabeza en el pecho del otro, sintiendo ese calor tan reconfortante. Y así, los dos se durmieron acurrucados uno con el otro.





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⏰ Última actualización: Nov 05, 2020 ⏰

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" 𝐖𝐞 𝐟𝐞𝐥𝐥 𝐢𝐧 𝐥𝐨𝐯𝐞 𝐢𝐧 𝐎𝐜𝐭𝐨𝐛𝐞𝐫 "Donde viven las historias. Descúbrelo ahora