Lazo Humano

○○○VII○○○

—Tones, ¿no te perece premeditado tratar de contratar a un niño? ¿A caso no has escuchado el proverbio; Joven que conduce a joven, es igual a un ciego conduciendo a otro ciego?

—Por favor Steven, guarda tu opinión tibetana para otro momento, que sabes perfectamente por todas la situaciones que me ha hecho y me hará pasar Morgan. A él de menos lo quiere, no le pareceré muy astuto a mi hija, pero ahí hay una oportunidad y la tomaré. O acaso, ¿no has escuchado el porverbio que dice; si la vida te da limones has limonada?— Se escuchaba claramente el tono de burla en su voz, puede que su hermano siempre haya sido el más relajado de ambos, incluso el más conectado con su yo interior o sus chakras o -centros de poder como decía Steven-, sin embargo el padre ahí era él, lejos de ser el mejor, pero es que no todos lideran con una hija con  cerebro super dotado, ahora si que respetaba la labor de sus padres criandolo, el si que se consideraba un dolor de cabeza. Ahora sentía que le debía al cielo que no lo hubiesen botado con "el señor robaniños" a los 3 años. Exageraba, pero sí les agradecía.

Steven solo rodó los ojos y continuó con sus preceptos sobre la decisión de su hermano.

—Hablo con el tono más serio que puedas encontrar en mí, es un niño. Y por mucho amor que parezcan tenerse, que viéndolo bien, quizá sea solo muestra de la relación de sus edades, no creo que logre adaptarse a ella, ella es muy exigente, tarde o temprano se aburrirá, además dices que el chiquillo ciertamente te tiene algún tipo de miedo o repudio.— En eso se equivocaba y claro que Tony no se quedaría callado—.

—Disculpa, ni miedo, no repudio, solo creo que me tiene mucho respeto y no sabe como acercarse, además de que a mi me parece buen indicio que no sea confiado.
Y antes de que continúes, sé que él será diferente para Morgan, si todo va bien, él es perfecto para acompañarla gran parte de su vida, y podría ser que incluso cuando yo no esté. Haré una pausa aqui para advertirte que no quiero que me interrumpas, solo escúchame. No tengo ni 20 ni 30, no me arrepiento pero sabes que fui papá casi por accidente, la niña apenas de acostumbra a mi, se que me quiere y más que eso, pero no puedo dejar que prenda de mi por siempre o que crea que soy inmortal, sé que su miedo constante justo ahora es que la abandone, que la deje, porque recientemente su madre lo hizo y era lo único que ella conocía y amaba, por ello mismo insisto tanto, mi vida no esta resuelta y por más que quiera quedarme por siempre con ella, no soy inmortal, sabes que esto hiere mi orgullo y será la primera y última vez que lo diga frente a ti; me estoy haciendo viejo —.

Steven ignoró el deje de comedia impreso en el "me estoy haciendo viejo" de su hermano, que lo dijera ya era suficiente como para comprender el grado de su preocupación.

—Parece precipitado todo lo que estoy haciendo, incluso he estado modificando mi testamento desde que ella se vino a vivir conmigo, pero es que ser padre da tanto miedo, nunca pensé odiar y amar algo tanto, la paternidad no es para cualquiera, si antes me sentía con ansiedad ante la vida, todo se volvió pánico cuando ella llegó. Aún no me siento preparado, pero a pesar de todo lo que yo sienta, ella no está preparada para perder  alguien más —.

— Otra cosa que acabo de recordar, no lo había mencionado, pero después de 30 años de trabajo tomaré un descanso, uno corto en realidad, estaré al pendiente aunque se que no haré falta por aquí.  Normalmente tú eres la cabeza de todo esto y yo solo la cara, bueno y a veces la mano de obra —.

Río un poco descansado, no solía soltar sus frustraciones como si fueran sopa, pero solo su hermano podía escucharlo con verdaderas ganas de hacerlo, después de todo eran hermanos. Recargo una de sus palmas en el hombro del hombre a su lado, suspiro y dijo por ultimo.

—Solo quiero que sea valiente, las cosas no son tan coloridas siempre, el gris es un color muy gris, pero quisiera enseñarle que el asunto es no dejar de ver los demás colores —.