Capítulo 24

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Antes de iniciar, quiero enviar un saludo a otakuklaa por su cumpleaños.

¡Espero que sea de tu agrado!





Capítulo 24: Alcohol Primaveral.

Cuando Sasuke abrió la puerta de la oficina, fue golpeado por el fuerte olor a alcohol que emanaba de su interior. Arrugó la nariz, ante aquel olor desagradable que solo le traía malos recuerdos. Frunció el ceño al ver a Naruto sentado en el suelo, con la espalda apoyada contra el escritorio y rodeado por cinco botellas de licor de sake.

Naruto pareció notar su presencia, porque comenzó a hablar.

– sabes, cuando era joven no entendía el gusto de la abuela por estas bebidas, pero ahora que estoy igual de viejo por fin lo entiendo, al beberlo es como si todo lo malo despareciera – su mirada estaba clavada en el suelo, mientras sostenía un vaso.

– estás borracho – hizo una mueca cuando Naruto comenzó reír.

– no estoy borracho – canturreo entre risas.

– si lo estas.

Había pensado en todo tipo de situaciones que podrían haber atrapado a su pareja en el camino, pero que se emborrachara en su propia oficina era lo último que había pensado.

A pesar de que por dentro gritaba de exasperación, por fuera su expresión era seria y carente de emociones.

Caminó hacia el rubio y tomó las botellas, alejándolas de su alcance. Naruto gimoteó como un niño al que le quitan su dulce y arrebató una de las botellas de las manos de Sasuke. Tenía una sonrisa pícara y tanto sus mejillas como sus orejas estaban sonrojadas como prueba de que el alcohol había penetrado a fondo en su sistema.

– vamos Teme, no seas amargado – Sasuke rodó los ojos. Había pasado tiempo desde que lo llamó por ese apodo.

– aunque seas un jinchuriki, no todas las toxinas desaparecerán tan fácilmente, debería ser más consiente de ti mismo, Naruto – estaba muy tentado a arrojar las botellas por la ventana.

– lo único que escucho son regaños, regaños, regaños – hizo una mueca mientras hacía movimientos exagerados con sus brazos – ¿está mal querer que solo por un día los problemas no me agobien?

Sasuke soltó un suspiro y dejó las botellas a un lado.

Naruto estaba por ir por ellas cuando un brazo rodeó su cintura, alzándolo el aire. Para cuando lo notó, estaba sujeto como un saco de papas en el hombro del Uchiha. Pataleo y manoteo en el aire, pero Sasuke usó el brazo de Sussano para que no escapara.

– ¡Oh vamos, Sasuke! ¡Déjame ir! ¡Prometo que compartiré algunas de mis botellas contigo si me dejas ir!

El rubio siguió insistiendo, pero Sasuke hizo oídos sordos a sus suplicas, abriendo la ventana de la torre para que ambos salieran. Por un instante Sasuke miro hacia el interior de la torre y sintió pena por Shikamaru y Shizune, quienes seguramente tendrían que limpiar ese desastre en su lugar.

Al final Naruto parecía haberse rendido en intentar escapar, parecía que el alcohol no le permitía recordar cómo usar su fuerza y Sasuke agradecía por ello. No quería tener que perseguir a un Naruto borracho por toda la maldita aldea. Además, quien sabe cuanta cara perderían ambos en el proceso.

Cuando arribaron al departamento del Uzumaki, Sasuke lo bajó por un segundo y rebuscó en los bolsillos de Naruto hasta dar con la llave, mientras que Naruto lo miraba con una expresión de haber sido agraviado. Ignoro eso y abrió la puerta, empujando al rubio dentro.

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