Lo que Eros tiene que hacer © | #1 ✓

~Segunda parte~

Al llegar a Nueva York nuestra vida cambió al instante, y con ello mi dueño también.

Seguía siendo mi Lo, pero de algún modo ya no lo era. No puedo explicarlo porque no entendí mucho, quizás él te lo diga algún día.

Por mi parte quise saber qué le sucedía, pero ya te habrás dado cuenta que yo no sé la mayoría de las cosas que él siente o piensa...

Quizás debí prestar más atención pero, para ese momento, yo todavía era muy pequeño para notar sus estados de ánimos que reflejaban cómo se sentía realmente.