Capítulo Dos

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A unos minutos caminando por la estación Yongsan y en el piso número veinticinco de un edificio al lado de un antiguo y famoso hotel, se encontraba A&6, la agencia en donde Taehyung trabajaba.

—Bienvenido de regreso, Taehyung-ssi.

Saliendo del pasillo de los elevadores y a la derecha, Taehyung cruzó la puerta de vidrio en donde se encontraba la recepcionista, de camino a su oficina. En una gran área sin paredes, los escritorios estaban en grupos de tres formando una unidad, y cada unidad estaba separada por mamparas.

Taehyung llegó ante su propio escritorio y revisó su e-mail en la computadora.

En el escritorio encontró un fajo de carpetas que necesitaban su atención. También había una gran pila de mensajes telefónicos, después de revisar todos, comenzó a regresar las llamadas mientras repasaba sus e-mails nuevos.

Taehyung había empezado a trabajar en la agencia porque su padre Kim MinHo trabajaba ahí.

Había oído a su padre sobre su trabajo desde que era pequeño, y cuando lo vio de primera mano se dio cuenta de lo interesante que el trabajo de consultoría podría ser.

 Yo quiero empezar un negocio, quiero ayuda para que mi compañía se recupere después de su caída por los tiempos difíciles, quiero expandirme en nuevos sectores, quiero una evaluación del actual desempeño de la compañía.

Ese eran el tipo de peticiones que manejaba, cada demanda requería una asesoría diferente para brindarle una real guía en su negocio.

Taehyung estaba interesado en la economía y, claro, se había especializado en la universidad. Cuando se graduó fue a una escuela en América en donde había trabajado algunos años para una agencia de consultoría. Ahí había ganado experiencia en fusiones y adquisiciones. Había regresado al Corea del Sur hacía tres años y trabajaba en A&6 desde entonces.

Al principio había oído rumores a sus espaldas de que él había conseguido el trabajo por su padre.

La buena apariencia de Taehyung también inspiraba celos.

Cuando ganaba un proyecto, la gente decía: ―lo ganó por su imagen. Incluso aunque la gente en el negocio sabía que nada era tan simple como eso. O ―él lo gano con su cuerpo Taehyung estaba seguro de que un porcentaje de hombres de negocios eran gay, pero él no pensaba que eso fuera lo suficientemente común en su trabajo.

También decían: ―él lo consiguió con su dinero, pero considerando que el punto del trabajo era que los clientes le pagaran, no entendía cómo podía lograrlo dándoles el dinero a ellos.

Esos bizarros rumores habían desaparecido seis meses después de su llegada, pero no los más resistentes que decían que todo el mundo tenía sus quince minutos de fama. Más bien el asombroso trabajo de Taehyung esos primeros seis meses, cerraron la boca de todos. Ya nadie dudada de la fuerza de Taehyung como consultor. Eso incluía a su padre.

—Adelante con eso, entonces. Adiós.

Tan pronto como Taehyung terminó su difícil llamada, su padre asomó la cabeza por la mampara. Como Taehyung se parecía a su madre, muy poca gente podría decir que ellos eran padre e hijo, incluso aunque estuvieran uno a lado del otro.

—¿Trabajando duro?

—Claro.

Taehyung levantó la vista para verlo y regresó a la pantalla de la computadora.

El padre de Taehyung vestía un exclusivo traje de la línea Kiton (1) que le quedaba como segunda piel. Él era pionero en la consultoría en Corea del Sur. Ahora que Taehyung tenía más experiencia y un desempeño sin precedentes, admiraba a su padre. Había dejado la casa cuando se graduó de la preparatoria y no vivían juntos, pero se veían en la oficina.

COMER O SER COMIDO || KOOKTAE || ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora