Capítulo Tres

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Taehyung se dirigió a la estación Myeongdong con la fuerza de su decisión, pero sabiendo que lo que venía no era fácil.

Saliendo del subterráneo caminó por el vecindario algunos minutos. A pesar de que el restaurante era visible desde la estación, todavía no podía llegar ahí.

Después de la cena de la noche anterior, había reafirmado su decisión pero ahora que realmente estaba ahí, una terrible ansiedad lo oprimía.

¿Qué podría decirle a Jeongguk cuando lo viera? ¿Cómo empezaría? Había estado haciendo planes en su mente, había escogido un sencillo traje. Pero entre más lo pensaba más incapaz se sentía de ver a Jeongguk de nuevo, quien inevitablemente lo humillaría.

Taehyung internamente se obligó a detenerse frente al Individu, pero se encontró con un letrero de cerrado colgado en la puerta. Taehyung se dio cuenta que eran pasadas las tres, ¡pero él había salido de la estación a las dos y media!.

—¿Qué han estado haciendo?

Estaba al borde del llanto como una pequeña niña cuando vio al interior del restaurante por la ventana con marco de madera. Un temblor recorrió su cuerpo.

Vio a Jimin pero no estaba solo, Jeongguk estaba sentado junto a él, se había quitado el delantal, abierto el saco de chef y llevaba lentes.

El pequeño marco de sus lentes hacía que su cara se viera incluso más angular.

—Es tan hermoso.

Mientras veía intensamente el rostro de Jeongguk, Taehyung reafirmó su opinión.

No tenía una belleza clásica, pero había algo más en él que veía Taehyung, era el reconocimiento de que Jeongguk tenía una apariencia única.

Jeongguk sostenía una taza de café y platicaba con Jimin, había algo de timidez en esa sonrisa que se veía tan bien en él. Cuando se conocieron por primera vez, le había dado a Taehyung una sonrisa y también una magnífica carcajada.

Taehyung quería que Jeongguk le sonriera de nuevo, así que no podía dejar que sus miedos le ganaran ahora.

Finalmente, Taehyung regresó a la puerta y la abrió resuelto, la campana de la puerta sonó.

—Lo siento, no está abierto.

Jimin fue el que le habló al recién llegado. Al ver que era Taehyung quien estaba en la puerta, su rostro se mostró momentáneamente sorprendido.

—¿Quién es?

Jeongguk entró en el restaurante para ver quién había llegado.

Taehyung luchó con su deseo de ver a los ojos a Jeongguk e inmediatamente bajó la cabeza.

—Siento lo que sucedió el otro día.

—Estaré en la cocina Jimin.

Jeongguk se dio media vuelta, molesto, pero Taehyung habló detrás de él. —Por favor escúchame, estoy profundamente arrepentido de lo que sucedió el otro día, me adelanté y fui irrespetuoso, me disculpo desde el fondo de mi corazón.

Tomó una profunda respiración y continuó.

—Pero amo cómo cocinas, y no miento cuando digo que quiero trabajar contigo, me di cuenta después de visitar tu restaurante muchas veces durante el mes pasado.

Taehyung sostuvo más fuertemente su maletín en la mano, estaba nervioso, trató de evitar que el temblor se extendiera al resto de su cuerpo.

—¿Y?

Pero incluso su ferviente súplica se encontró con el desdén de Jeongguk. Estaba preparado para esto y para su majadería. Taehyung cerró en un puño las manos a su lado y levantó la vista hacia Jeongguk.

COMER O SER COMIDO || KOOKTAE || ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora