Capítulo Uno

1.3K 117 25
                                    

Cuando se trataba de conquistar gente, Kim Taehyung era un duro veterano. 

Parecía todo un playboy, pero no estaba en el negocio de cortejar mujeres, no era la relación que buscaba al hablar con la gente.

Taehyung era gerente en una agencia de consultoría y usaba su encanto con la gente para sus negociaciones. Su especialidad eran los proyectos de restaurantes franceses. Sin importar que fuera un pequeño restaurante que no prosperaba. Su récord era casi perfecto en rehabilitar restaurantes que habían ido a la baja.

Cuando sus clientes no tenían idea de qué necesitaban él la tenía. Eso hacía el trabajo de Taehyung más fácil, sus clientes aceptaban sus sugerencias sin necesidad de ser convencidos.

Claro, no era negligente al investigar la trayectoria. Los datos de mercado eran indispensables, pero Taehyung también hacía una extensa investigación sobre la actitud de sus clientes y recaudaba datos sobre sus fortalezas y debilidades. Usaba el mismo método para los negocios que para las personas. Con el análisis de datos y su rapidez de adaptación, a menudo entendía a sus clientes mejor que ellos mismos.

Había algunos que le decían que valoraban los datos sobre todo lo demás, pero como tenía éxito, Taehyung no permitía que las críticas le molestaran.

Algunos decían que su medio de lograrlo era su imagen, su delgado cuerpo cubierto por un traje a la medida y que combinaba con su cara de personaje de novela de adolescentes, con sus largas pestañas, pálida piel blanca y rosados labios, era una brisa fresca entre los duros hombres de negocios.

Taehyung era perfectamente consciente de la impresión que causaba, pero insistía que era sólo apariencia. Era un respetado hombre de negocios y poseía una fuerte y honesta personalidad. Su mundo ofrecía sólo dos elecciones para todo: amor y odio, ganancia o pérdida, sí o no. Odiaba cuando las cosas no estaban claras.

Con su femenina imagen y su sereno estilo de voz, hacía fácil pasar por alto que tenía un corazón brutalmente realista con una lengua afilada. Eso era otra cosa que lo hacía famoso entre los consultores.

Una vez que reflexionaba en un problema tomaba una decisión y se lanzaba de cabeza. No escatimaba esfuerzos para lograr el éxito, que debía estar resuelto en un santiamén, pero ahora no estaba sucediendo.

En ese momento, Taehyung estaba tratando de enfocarse en la carne horneada como para hacer agua la boca, que estaba en su plato. Sólo el verla hacía que la vida valiera la pena, con mollejas de ternera a la parrilla cubierta con salsa de cebollas, zanahoria y verdes espinacas a un lado. Los vegetales estaban ligeramente sazonados con sal y pimienta y tenían un delicioso sabor.

Taehyung cortó la tierna carne apenas tocándola con el cuchillo. Le untó algo de salsa, tomó algo de espinaca y se la llevó a la boca, el suave aroma de la carne al probarla era lo más exquisito que había experimentado.

—Esto es increíble.

No pudo mantener los sentimientos en sí mismo, y dejó que las palabras salieran de su boca.

No era sólo la carne magistralmente preparada. La carne del pateé, del aperitivo, el pan fresco, y el postre eran todos excelentes. Y Taehyung no era el único que disfrutaba el placer de su comida. Los clientes en las otras mesas también tenían sonrisas en sus caras.

Taehyung había llegado al restaurante Individu, un mes atrás. El nombre del restaurante significaba ―individual en francés.

Había estado regresando desde su primera vez, hasta tres veces por semana, a veces a comer y otras a cenar. Había probado casi todas las cosas del menú, y todo sin excepción estaba delicioso.

COMER O SER COMIDO || KOOKTAE || ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora