Capítulo 3

1.4K 107 16
                                    

Las mañanas eran cada vez más frías, puesto que se acercaba el invierno, así que en todo el camino de vuelta me fui con la cabeza apoyada en las piernas de Mika. Su cuerpo no emanaba calor alguno pero el hecho de estar cerca de él hacía que mi interior se encendiera como una fogata. 

-Mika, no quiero ir a mi casa, quiero estar contigo todo el día- le reclamaba todo el trayecto. 

-Tengo que ser un adulto responsable, te voy a devolver a tu casa sano y salvo te guste o no- me respondía el, sin quitar la mirada de la carretera ni las manos del volante. 

-¿Eres adulto?- le pregunte, levantándome y sentándome en el asiento. 

-No te imaginas. Soy un anciano comparado contigo. 

-¿Cuántos años tienes?

-204.

Quedé de una pieza. ¿De verdad tenía tantos? Porque no los aparentaba para nada ¿Qué habría pasado con sus padres? ¿Habrían sido también vampiros? ¿Seguirían vivos? Todas esas preguntas llegaron a mi cabeza como un tsunami. Pero en vez de preguntar alguna de ellas, dije:

-¿Puedo ser un vampiro?

Mika frenó el auto en seco, en medio de la carretera. Agradecí que esta estuviera vacía a esas horas de la mañana. 

-No me vuelvas a pedir eso nunca. Nunca, ¿me escuchaste?

-¡Pero, Mika! ¡Yo quiero estar contigo para siempre! No quiero hacerme viejo y que dejes de quererme. 

-Créeme cuando te digo que este estilo de vida no se lo merece nadie. 

-Pero...Mika...-intenté tocarle el brazo, con cautela. 

-¡Nada!

Y arrancó el auto a 200 kilómetros por hora dejando detrás una estela de humo y olor a neumático quemado. 

Después de esa discusión pase otros tantos días sin saber nada de él. Le enviaba mensajes que no respondía y le llamaba, pero siempre tenía su teléfono apagado. Tenía miedo de que se hubiera enojado conmigo de verdad y que no me volviera a hablar nunca más. No dormía en las noches preocupado de que algo malo le hubiera pasado. ¿Qué pasaría si no se alimentaba en muchos días? Ya llevaba 3 semanas sin tomar mi sangre. ¿O acaso se estaría alimentando de alguien más? Los celos rondaban mi cabeza todo el día. Hasta que al final del primer mes recibí un mensaje suyo. Era casi medianoche y estaba a punto de acostarme cuando escuché el sonido del teléfono: era él pidiendo que nos juntemos en la misma disco donde nos habíamos encontrado la otra vez y lo más rápido posible. No lo pensé dos veces: me vestí y partí con rumbo a la disco Inferno. 

Fuera, había empezado a nevar cuando llegué. Me sentí como si fuera la primera vez. Entré y me acerqué a la barra a pedir un trago. Lo busqué con la mirada. No lo veía por ninguna parte. 

Al tiempo que el barman me daba mi Mojito le pregunté:

-Disculpe, ¿ha visto un joven de cabello negro, ojos verdes, piel muy blanca y vestido completamente de negro?

-No, lo siento.

Y siguió sirviendo tragos como si nunca hubiera hablado conmigo. 

Tome el vaso y lo lleve conmigo en mi búsqueda. Recorrí todo el lugar, incluso los baños. De casualidad pase a fuera de su "salita secreta", pero esta estaba cerrada. Al final, eran pasadas las 2 y no había ni rastro de Mika. Yo estaba exhausto, así que me encontraba en la salida, esperando un taxi, cuando llego él en su deportivo negro. 

-No creí que llegaras tan temprano- dijo riéndose. 

Vestía Converse negras, jeans negros ajustados, una polera negra, una camisa a cuadros roja y por ultimo una chaqueta de cuero negra. Magnifico y hermoso, como siempre. 

Rosa EnsangrentadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora