Capítulo 45: ¿Qué hago aquí?

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Salí corriendo hacia Gai y él sólo se quedó parado esperando a que lo atacara primero. Subí mi mano empuñada, como si fuese a darle un golpe en la cara, de esta manera, él pondría toda su atención en mi mano, que solo era un señuelo para poder cumplir mi verdadero objetivo que era patear su entrepierna. Así que cuando lo tuve cerca, le pateé en su zona baja y el hombre cayó de rodillas en el suelo soltando quejidos y yo aproveché para salir corriendo.

"A que no te esperabas eso Gai"

No piensen que estoy huyendo, sino lo contrario: Poniendo en marcha una nueva estrategia.

Corrí hasta detrás de un árbol y me agaché para posteriormente sacarme las pesas que me dió Lee.

"¿Cómo puede Lee pelear tan bien con esto? Son una tortura; aunque, me han sido de mucha ayuda estos últimos días, después de todo, creo que las usaré por más tiempo" pensaba mientras me quitaba las pesas.

Me subí al árbol rapidamente para que Gai no se diera cuenta y de allí arriba dirigí mi vista hacia él, se estaba poniendo de pie aún con una mueca de dolor en la cara.

"Creo que no debí hacer eso" Pensé al ver a Gai caminando de forma extraña hacia el árbol en el que me encontraba. "Pero bueno, necesitaba ganar tiempo así que no me arrepiento de nada"

Gai: Bueno, eso no fue nada gracioso, ______ -Dijo cuando ya estaba cerca del árbol- Si fueras hombre me entenderías -Rodé los ojos. "No necesito ser hombre para entenderlo"-

El mayor miró detrás del árbol pensando que ahí me encontraría, y en lugar de eso, solo encontró mis pesas tiradas en el suelo.

Gai: Las pesas de Lee... -Dijo agachandose frente a estas- Esta chica de verdad debe ser importante para Lee, él no le regalaría sus pesas a cualquiera -Fruncí el ceño confundida. "Exagera, apenas nos conocimos, no puedo ser tan importante para él como Gai dice... ¿O si?"-

Salté del árbol aprovechando que Gai estaba distraído examinando las pesas de su estudiante (que de hecho ahora son mías) y le dí una patada en el hombro, haciendo que cayera de rodillas, luego le dí otra patada, pero en esta ocasión, se la dí en el rostro y el pelinegro salió disparado cayendo en el suelo.

Gai: Bien, me diste un golpe, ese es un gran paso -Dijo con una sonrisa mientras se colocaba de pie y se sacudía la ropa- Esto se pone cada vez más interesante -Decía mientras se limpiaba un poco de sangre que le salía de la boca-

Me acerqué corriendo hacia él y comenzamos nuevamente con lo de lanzarnos y esquivarnos golpes, pero esta vez era algo diferente, ya que sin las pesas podía moverme más rápido, y así como yo recibía golpes, Gai también los recibía, era una batalla de taijutsu equitativa.

Le lancé un golpe que logró esquivar y aprovechó para darme una patada en las piernas, provacando que cayera boca abajo y que mi barbilla golpeara el suelo. Solté un pequeño quejido y puse mi mano en mi mentón para darme cuenta de que este estaba sangrando, pero no me importó, ya que no era nada grave y ni siquiera dolía tanto, así que volví a colocarme de pie rapidamente.

Salí corriendo hacia él y él de igual manera hacia mí...

★☆★☆★☆

Abrí los ojos de golpe y me levanté rapidamente, un dolor comenzó a hacerse presente en mi muñeca; miré el lugar que me dolía para darme cuenta de que tenía allí algodón amarrado a mi muñeca con un tipo de cinta. El algodón se estaba llenando de sangre, me lo quité asustada y ví que tenía una aguja inyectada, lo cual me asustó más. De la aguja salía una clase de tubo pequeño, el cual seguí hasta llegar a su origen: una bolsa de suero.

Roses [Kiba Inuzuka y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora