Junto a Tí

Placer

-Joder- El rubio gimió al sentir las alucinantes caderas de la ojiazul cabalgandolo sin piedad. Ino Yamanaka era realmente buena haciéndolo. Un ardor recorrió toda su espina dorsal haciendo que se arqueara de placer. Aquellos movimientos que hacía la rubia provocaba que quisiera venirse pronto.  Ino tenía los brazos del rubio aprisionados contra las sabanas. No tenía forma de poder moverlos para sujetarla del culo como le gustaba.

Perder contra ella era impensable, y más cuando lo miraba con cinismo.

Mierda

El chico apretó la quijada para evitar emitir un sonido.

—¿Qué pasa Naru-chan?—Ino sonrió de lado—¿No me digas que intentas hacerte el fuerte?¿Mmh?—Ella lo sabía. Sabía cuánto le molestaba a Naruto no tener control de su propio cuerpo. También sabía que era parte de su gusto culposo aunque éste no lo quisiera admitir. Era un hombre después de todo y podía safarse del agarre de una mujer fácilmente, pero el placer que sentía en este momento lo retenía.
Hasta ahora el sexo siempre ha sido solo eso. Sexo casual. Ambos podían experimentar las cosas que quisieran. A Ino siempre le ha gustado estar a la cabeza de los demás. Dominar. Por más que Naruto intentaba someterla acababa cediendo tarde o temprano.  —Estás tan cerca de correrte...ahh, dame esa expresión tuya que me encanta. —Ino movía sus caderas suavemente provocando que el rubio volteara sus ojos de placer. El Uzumaki cedía inconscientemente. No había forma de que se negara ante las exigencias de su acompañante en este punto. Esto hacía que la rubia sonriera con ternura—Eres tan sentimental, te gusta así ¿verdad? No trates de negarlo. —Dice jadeando—Vamos...córrete en mí, no me hagas obligarte.

—Carajo Ino—Estaba en su límite y eso lo hacía rabiar. Ino aún no estaba ni cerca de su climax. Se sentía humillado. Naruto era el tipo de hombre que le gustaba oír halagos sobretodo en la cama pero Ino no decía nada. Solo se burlaba de su debilidad. Ella era una fiera difícil de domar y en cualquier momento este terminaba siendo sometido por ella. No podía negar que la Yamanaka era hipnotizante ¿Pero que lo tenía así? ¿Su hermoso cuerpo? ¿Su mirada seductora? ¿La forma en que lo besaba? No lo sabía. Estar con Ino Yamanaka de esta manera lo hacía adicto a su vagina.

—Tu lo has pedido—Ino lo mira directamente chocando ambas frentes. Naruto estaba como loco, los ojos azules de Ino lo hacían perderse en el acto. —Se un buen niño ahora Naruto y córrete. —Ino dijo con una voz demandante y procedió a apretar con más fuerza las muñecas del Uzumaki mientras aumentaba la velocidad de sus caderas. Naruto se safa de su agarre e intenta sujetarla pero la rubia lo sostiene de nuevo.  Sin más remedio topa su pelvis hacia arriba, impregnándola de su semen.

maldición

Maldición

Ha perdido de nuevo. La rubia recargó una mano en el pecho del Uzumaki quien no paraba de jadear y con la otra peinó hacia atrás los cabellos que cubrían su rostro, dejando así ver sus dos brillantes ojos. Ella rió con ternura al ver el rostro del rubio completamente ruborizado por el calor del momento. Sacó el miembro de su interior, el cual aún tenía colocado el condón. Ino se inclinó un poco para ver de cerca a su agitado amigo Uzumaki. Sus torsos se tocaron y en un instante rosaron sus labios para convertirlo en un pequeño beso.

—Servido...Na ru chan—sonrió sin apartar su mirada de los ojos del rubio quien este, a los pocos segundos, la desvía.
Ino sorprendida rió levemente y se levantó para buscar su ropa.

—No tienes por que hacer puchero, hice que te sintieras bien ¿o no?

—Habría preferido que me dejaras tocarte.