Perdon por amarte. ~ Monoma Neito x tu ~

D ~ O ~ S

Narra ___ (TN)

Todo estaba oscuro. ¿Por qué respiraba? ¿Por qué estaba consiente? ¿Por qué seguía viva? No lo entendía, si trate de quitarme la vida fue por algo no para que me salvaran.

- Aquí esta... - Era la voz de mi madre

- ___ (TN) - ¿Monoma?

- Neito, no llores por favor – Le decía mi hermana - ___(TN) estará bien, ella es fuerte

- Pero... ¿Qué paso? – Sentía el tacto en mi mano más caliente de lo que jamás lo sentí – Esta helada... Parece... Parece...

- No lo digas – Lo callo Itsuka – Ella hace un tiempo estaba muy deprimida, le dije que podía contar conmigo pero... -No, no Itsuka, no me hagas sentir la peor persona del universo cuando ni siquiera puedo abrir mis ojos.

- Tranquila. – Neito soltó mi mano – Se tiene que recuperar y le tengo que enseñar que ahora tengo novia. Gane su estúpida apuesta – Volvía a ser el Monoma que conozco.

¿Novia? ¿Neito tiene novia? Dios mío. ¿Por qué no me morí? Seguro que es la chica que le mandaba las notas, y si... Yamashita es hermosa, no como yo.

Pelo rosa, ojos negros, piel blanca y sin ninguna imperfección, cuello delgado y largo, figura esbelta y bien proporcionada... Sí, no tenía ninguna posibilidad al lado de una chica como ella.

Note como mis parpados pesados se iban abriendo poco a poco proporcionándome la vista de un cuarto de hospital muy pulcro. En la silla en frente de mi camilla estaba Itsuka y al lado mío, aun sosteniendo mi mano, estaba con su teléfono Monoma. Se veía tan bello como lo recordaba y tan pacifico como en los sueños de todas las personas que alguna vez lo hayamos conocido.

- Tengo sed – Le dije. Su teléfono salió disparado de su mano, cosa que me hizo sonreír – Sigues siendo el mismo inútil de siempre.

- ¿Yo inútil? No es mi culpa que se suponga que debas estar dormida.

- Muerta – Lo corregí, cosa que lo hizo tragar en seco – Debería estar muerta

- No... Tu no...

- ¿Qué?

- ¡Llamare al doctor! – Mi hermana salió gritando y mi madre entro para abrazarme.

Seguido de eso el medico no tardó en llegar y revisarme. Todo estaba bien a nivel cognitivo y mis signos vitales estaban muy bien.

- Bueno, supongo que en una semana podrás irte – Dijo el médico y se giró a mi madre – Debe empezar terapia.

- Si, ¿podría decirme dónde puedo anotarla?

- Sígame por favor.

Me quede en esa habitación junto a Itsuka, habíamos echado a Monoma y era hora de hablar sinceramente y con el corazón a mi hermana.