Mon Amour ★ Jenlisa

24 Hours

-Jennie-

He amado a la misma mujer desde que tengo memoria. Mi corazón le pertenecía desde que tenía cinco años, y nos fuimos novias oficiales cuando éramos adolescentes.

Esa mujer era Lalisa Manoban.

Mi dama.

Mi amor.

Mi única.

Nuestro amor era tan fuerte que nuestros padres se volvieron tan inseparables como nosotros. Dondequiera que ella estuviera, yo estaba allí, y dondequiera que estuviera, ella estaba allí. Mi mamá la llamaba amor y mi papá la llamaba cariño.

Ella también los llamó mamá y papá. Sus padres me respetaron y me hicieron sentir que era su propia hija. Se esperaba que nos casáramos en el futuro y eso me  hubiera encantado.

-Te amo Jennie- me dijo mientras nos acurrucamos en el sofá. Era una fría noche de invierno y sus toques eran lo único que me daba calor.

-Yo también te amo- le dediqué mi sonrisa gomosa. Una cosa que me encanta de ella es que nunca deja de expresarse conmigo. Luego habla.

-¿Todavía recuerdas nuestra promesa?- Preguntó y asentí.

-Nos contamos todo ... Bueno, el 90%, porque querías que tuviera algo de privacidad para mí-, le respondí y ella asintió. Se ha puesto muy delgada estos últimos días, me di cuenta y le dije que debería comer más.

Ella me dijo que era por trabajo, pero que estaba bien porque era para nuestro futuro.

La besé apasionadamente y llena de amor. Ella se apartó y vi su rostro pálido.

-Nini quiero hacer un desafío- dijo y fruncí el ceño.

-¿Qué es?- Yo le pregunte a ella

-Quiero que nos ignoremos durante 24 horas- Dijo y la miré, la confusión estaba escrita en todo mi rostro cuando le pregunté por qué.

-Solo para saber si podemos o no- Dijo y yo negué con la cabeza.

-Pero ya sabes que somos inseparables- le dije pero ella se quejó y me dijo que esto era solo un desafío. Así que le di lo que quería.

-Te extrañaré- Dijo mientras me besaba en la frente. De alguna manera, sentí que su beso era un adiós, pero lo ignoré. Mientras tanto, se quedaría en la casa de sus padres y yo me quedé en nuestra casa.

La casa se sintió mucho más fría cuando se fue. Incluso si solo iban a ser 24 horas, parecía que iban a ser meses.

Llegó la medianoche y comencé a darme cuenta de lo rápido que pasaba el tiempo cuando ella estaba conmigo. Por lo general, estaríamos en nuestra cama planeando nuestro futuro, pero ahora todo lo que tenía eran sábanas frías y su imagen en mi mente.

Sonreí al ver su rostro. Me dio paz y debido a eso, me quedo dormida profundamente.

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Me desperté a la mañana siguiente esperando que una figura alta me abrazara, pero de repente recuerdo que teníamos un desafío. Todavía quedaban 10 horas antes de que regresara.

Hoy era mi día libre y no tenía mucho que hacer, así que fui a nuestro álbum de fotos. Las fotos de bebé de Lisa aparecieron frente a mí mientras pasaba cada página. Luego vi una foto de nosotras cuando éramos adolescentes, con nuestras amigas.