How I met your mother

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Estaba sentada sola en una fría noche en un banco leyendo mi libro favorito. Era invierno en Nueva York y hacía frío para estar afuera por la noche. Aunque no me importaba lo suficiente. La frialdad era soportable mientras pueda ver la luna.

Siempre me dio una sensación cálida.

Mi flequillo se balanceaba cuando sentí una brisa más fría pasar detrás de mí. Fue entonces cuando me di cuenta de que alguien había corrido detrás de mí. Estaba detrás del árbol donde estaba el banco y sus hombros se balanceaban hacia arriba y hacia abajo.

Fruncí el ceño en confusión. ¿Ella estaba llorando?

Me levanté lentamente y me dirigí hacia ella. El sonido de la nieve probablemente la sobresaltó y la hizo caer hacia mí. Afortunadamente la atrapé y quedó atónita con nuestra cercanía. Por un momento también me quedé aturdida.

-¿Estás bien?- Yo le pregunte a ella. Pude ver manchas de lágrimas en sus mejillas que provenían de sus ojos felinos. Eran hermosos, más cautivadores. Fue suficiente para hacerme querer conocerla.

-S-sí- tartamudeó un poco. La ayudé a llegar al banco en el que estaba sentada anteriormente y la hice sentarse. Ella me siguió en silencio y se sentó tímidamente a mi lado.

Una vez más, estaba confundida por la forma en que actuó.

-¿Estás segura de que estás bien? Te ves un poco nerviosa y pálida. ¿Quieres que te lleve a un hospital?- Le pregunté una vez más esperando una respuesta más larga.

-Estoy bien de verdad- confirmó mientras asentía con la cabeza. Entonces me di cuenta de que todavía no me había presentado.

-Por cierto, mi nombre es-

-Lisa Manoban- Me interrumpió mientras yo contenía la saliva del shock.

-Tú ... me conoces- levanté una ceja mientras miraba el libro que estaba leyendo. -No mucha gente lo hace-, agregué. Ella se rió levemente. Era linda su risa. Sonaba como una niña.

-¿Estás bromeando? Todos en el campus te conocen. Lisa Manoban, baterista de la University Band, estudiante sobresaliente, bailarina. La persona que no te conocería probablemente sería la persona más rara de la historia-, me dijo. Entrecerré mis ojos hacia ella sin saber lo que estaba pasando dentro de su mente.

Pero no me extrañó. Incluso me sentí halagada de que pensara en mí de esa manera.

Mientras la miraba, comencé a recordar dónde probablemente me conoció.

Clases.

-Eres ... Jennie Kim- dije mientras sonreía. Sus ojos se abren, probablemente sin esperar que yo sepa quién era ella. Jennie Kim. La chica que me llamó la atención porque era tan misteriosa. Sabía que era bonita desde lejos, pero de cerca era aún más impresionante.

Sus ojos marrones todavía se podían ver incluso con solo la luna iluminándolos.

-Bueno, es sorprendente que me conozcas- se las arregló para soltar una risita.

Me reí con ella.

-¿Por qué suena tan sorprendente?- Yo le pregunte a ella.

-Bueno, porque eres famosa. Podrías tener a las chicas o chicos que quieras. Podrías hablar con cualquiera y serían felices. Quiero decir, es extraño que sepas mi nombre porque sé que nunca serías amiga de un chica como- 

-Prefiero ser tu amiga que pasar el rato con amigos falsos- La pillé desprevenida con lo que dije. La expresión de su rostro lo dice.

No quise asumir, pero juro que vi un tinte rojo en sus mejillas.

-¿De Verdad?-

-Sí Jennie. Eres misteriosa y eso me gusta de ti. Creo que podríamos ser amigas-, le dije. Ella sonríe de manera diferente esta vez. Ahora, su sonrisa llega a sus ojos, pero fue entonces cuando escuché la voz de un hombre desde lejos llamándola por su nombre.

Puedo escuchar los pasos en la nieve mientras se pone de pie e intenta irse, pero la aparto. La escondí detrás de mí y me preparé para quien se acercara. Jennie tiembla mientras se queda a mis espaldas.

-¿Quién es ese?- Le pregunté en silencio, esperando que apareciera la silueta.

-Hanbin-

Como si fuera una señal, aparece de la oscuridad y allí estaba yo parada entre ellos. Hanbin era del equipo de baloncesto. Digamos que no tenía la mejor reputación cuando se trataba de chicas.

-Hola Manoban, veo que estás con mi chica- dice con una sonrisa espeluznante. Empujo a Jennie hacia atrás mientras yo también retrocedo.

-Aléjate. ¿Qué le hiciste?- Le pregunté con calma, pero con la forma en que está actuando supe que había alcohol en su cuerpo en ese momento.

Con orgullo, declaró lo que hizo.

-La toqué- Sonríe -En las partes donde ella quiere que la toquen-

Aprieto los dientes con ira.

-¡Eso no es cierto! ¡No lo quería!- Jennie gritó con lágrimas en los ojos.

-Cállate y déjala venir aquí- Hanbin sonrió y trató de atacarnos. Me volví hacia Jennie.

-Hay una cosa que la gente no sabe de mí ...- dije.

Volví a mirar a Hanbin, lo agarré del brazo, lo torcí y le di la vuelta. Le di un puñetazo en la cara y lo empujé al suelo. Tomé su otra mano y la coloqué detrás de su espalda mientras pisaba su rostro. Él gimió de dolor. Los ojos de Jennie se ensanchan ante lo que hice.

Agarré las cuerdas que guardo conmigo en caso de que suceda algo así. Fue por defensa propia. Até las cuerdas y sus brazos estaban ahora permanentemente sobre su espalda cuando lo dejé ir.

No podía levantarse porque no tenía acceso a sus manos.

Me volví hacia Jennie y continué mi oración.

-Es que soy un cinturón negro de taekwondo- le guiñé un ojo.

___________

Miré a mi hija mientras sonreía y se burlaba de su madre. Jennie pone los ojos en blanco ante lo cliché que era. Por supuesto que dejé fuera la parte del acoso. Mi hija era demasiado joven para eso.

-Y así fue como tu mamá y yo nos conocimos. Es la historia de Nini y Lili- Sonreí con orgullo y dejé un beso en la frente de mi esposa e hija.

Mon Amour ★ JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora