Después de años de compañía de los traviesos hermanos Heavy y Dee Podía considerarse incluso parte de la extraña familia metalera; a su familia realmente no le importaba que pasara tanto tiempo con ellos, y aunque fueran algo espontáneos e impredeci...
—¡Ay, quita esa cara ni siquiera te caíste!— Escuche a Dee reírse mientras lo decia, maldito, me las va a pagar.
¿Que porque estoy tan enojada? Dejen explico la situación. Yo estaba muy tranquila y feliz compartiendo cama con Heavy, ambos habíamos conseguido dormir muy cómodos a pesar del limitado espacio, y además entre los dos logramos darnos calor con el abrumador frío que hizo la noche anterior.
Eras las 6 de la mañana, ¡LAS PUTAS 6 DE LA MAÑANA! ¿Conocen la canción de la introducción de Monster's Inc?, ¿Es que al principio suena linda y luego esta distorsionada? Creo que sabemos a donde va la cosa.
—Yo no, pero mira al pobre de Heavy, casi le desvias el tabique— Dije señalando al susodicho el cual tenía una bolsa de hielo puesta en su nariz, el cual le tiraba una mirada asesina a Dee y este como respuesta solo reía más fuerte.
—Es su culpa por dormir en la orilla de la cama— Dijo con el rostro en un tono rojizo y los ojos llorosos, obviamente por la risa.
—¿Alguna vez escuchaste el dicho "Ojo por ojo, diente por diente"?—
—Eh... Si claro, ¿Quien no lo conoce?— Me respondió el rubio con un tono sarcástico y egocéntrico. Oh demonios como voy a disfrutar lo que voy a hacer.
Tomé una libreta que había sobre la mesa y se la estampe en la cara, haciendo un sonido seco e instantáneo, quitando la libreta de su cara note su frente completamente roja, y como no tenía expresión alguna y miraba al horizonte.
Mierda, creo que lo descompuse, cuando al instante ví como el también tomaba la libreta y me la estampaba en la cara, ¡Joder me dió en la nariz!, De fondo solo escuche la risa de Heavy la cual fue acompañada por Vicky la cual había entrado a la sala unos momentos antes.
Lo miré con mala cara y este solo intensificó su risa, toque mi nariz esperando que todo estuviera en su lugar, pero al instante sentí algo caliente y viscoso, mirando sus dedos resultando ser sangre.
—¡Oh mierda!, Niña, ¿Estas bien?, ¿Cuántos dedos ves?— Dijo poniendo tres dedos frente a mi cara, aunque está acción me causo algo de risa, era lindo que ella se preocupara más por mi que el rubio con la frente roja que estaba a unos cuantos metros de ella.
—Estoy bien Vicky, solo necesito algodón y algo de hielo— Y ni siquiera termine de hablar cuando fue a la cocina por hielo y saco del baño de la sala un pequeño botiquín, aunque ella se viera como alguien que no sabe de esto, a sufrido mucho accidentes, por lo que un sangrado de nariz era lo más normal para la pelirroja motoquera.
—A ver levanta un poco la cabeza pero no tanto porque te puedes ahogar con la sangre— Hice lo que me pidió y está no tardó mas de cinco minutos en terminar.
—Listo niña, como nuevo— Dijo mientras guardaba lo demás y lo llevaba a su lugar original, al volver le dio un zape a ambos niños —Par de idiotas sean más cuidadosos— Dijo para luego retirarse del lugar.
Una pequeña risa salió de parte de los tres, aunque no lo parezca Vicky es una grandiosa madre, estoy muy feliz de formar parte de esa familia
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