Me enamoré de un Ángel.. de La muerte ‹‹ Imagina con Yoongi ››

Capítulo 3°

Narra nuestra protagonista-

–Me encontraba haciendo compras en el supermercado mientras tenía tiempo libre, desde la noche que pasé con el señor Min había estado más animada y me inspiró a cocinar.

Podría invitarlo tal vez.. no, sería demasiado. –Me dije a mi misma.

–Mientras buscaba lo que necesitaba también me encontraba pérdida en mis pensamientos, ese imbécil no había salido de mi mente desde que lo vi por última vez.

Shh bastardo porqué te tuviste que quedar en mi mente durante todo este tiempo. –Mientras metía las cosas al azar al carrito sentí una respiración por detrás.

¿A quién llamas bastardo? –Dijo el pelinegro son una sonrisa.

-Narra nuestro ángel de la muerte.

–Cómo se trataba de mi día libre empecé a hacer compras, realmente esperaba que esa tonta me llamase sin embargo nunca recibí ninguna llamada de ella, ¡¿Entonces para qué carajos pidió mi número si no me llamaría?!. Mientras me reprochaba a mi mismo la ví metiendo cada cosa que encontraba a su carrito de compras mientras decía cosas entre dientes. Lo pensé un poco y me acerqué a ella, cuando escuché un "bastardo" provenir de sus labios.

¿A quién llamas bastardo? –Dije sonriendo mientras ella se sobresaltó.

¿Qué rayos te pasa como para espantarme de está manera? –Dijo alterada.

No has respondido mi pregunta Park –Dije intimidandola.

–Ella solo rió. ¿Cómo ha estado?

Aquí me vez en perfectas condiciones. ¿Y tú has empezado a ver por donde caminas señorita? –Ella rodó los ojos.

¿Me crees idiota o que? –Dijo ella a lo que yo asentí.

Inmediatamente sentí su cartera en mi cabeza para luego alejarse de mí. Oye Park no te vallas –Dije corriendo detrás de ella.

°°°

¿Por qué compraste todo eso? ¿No vivías sola? –Dije tipo quejándome por lo mucho que pesaban sus cosas.

No son para mí, son para los niños del orfanato. Solo una parte es para mí, haré un pastel hoy –Sonrió.

Narra nuestra protagonista-

¿Niños del orfanato? –Dijo con una mirada confunsa.

Si, niños que necesitan de personas buenas.

–Inmediatamente el paró y me observó fijamente mientras me daba palmaditas en la cabeza. Eres una niña buena. –De alguna manera eso me hacía sentir bien y solo no pude evitar sonreír para luego seguir nuestro camino.

A propósito–

Si yo también pensé en eso, ¿Por qué no me llamaste antes? –Dijo con los brazos cruzados.

Nisiquiera dije eso –Dije soltando carcajadas. ¿Esperabas mi llamada? Si tanto la esperabas porque no me llamaste tú.

No me diste tu número –Desvió la mirada.

–Reí un poco más mientras coloqué mi mano en su mejilla. Cuando lleguemos a casa te lo daré, si? Ahora sigamos. –Dicho esto me alejé y avancé.

El simplemente no entendió lo que había pasado, y mucho menos porque se había sentido tan avergonzado luego de que ella solo lo tomara de las mejillas, este sonrió e inmediatamente volvió a su estado serio y alcanzó el camino de la chica.