desorden del sueño ☹ c.h

¿por que la gente buena siempre se va?

Val despertó para encontrarse con una cama vacía, era normal, estaba acostumbrada a eso. Pero no ahora. Esta vez estaba esperando despertar a lado de alguien y ese alguien, no estaba. Era un sentimiento muy diferente. Abrir los ojos para encontrarte con un techo diferente, sentir sábanas en las cuales no habías dormido antes. No era malo, ni era bueno, simplemente era diferente.

La flojera le ganó así que se quedó unos quince minutos acostada, solamente mirando al techo, esperando escuchar una voz humana pero el único sonido que había era el canto de los pájaros mañaneros. Un sonido que ella odiaba.

Se desenredo de las grises sábanas y se levantó haciendo que el frío aire le mandara escalofríos a todo el cuerpo. Caminó a la puerta de madera y giró la perilla con cuidado, lo que menos quería es que la puerta sonara, solamente por si alguien no sabia que ella estaba ahí. Desafortunadamente ese fue el único sonido que se escuchó, seguido de otro, unos pasos.

Salió rápidamente del cuarto esperando ver a calum pero lo que vio fue una cara que no reconoció. Era un chico, parecía tener la edad de calum, pero no se parecía a calum en nada, lo primero que Valerie notó fue el color de su cabello; rojo. Luego admiró algunos cuantos tatuajes y una ceja perforada. También se notaba que estaba luchando contra la resaca, algo que a Val siempre le había llamado la atención.

No parecía feliz cuando la vio.

"Mira, no se quien eres, mi garganta esta completamente seca y no hablemos del dolor de cabeza que tengo, así que te voy a pedir amablemente que te vayas. No estoy en el modo de poder hablar con alguien, mucho menos con una chica" El chico habló. Su voz sonaba ronca y tenía lo cabellos alborotados. Valerie decidió ignorar su ruda actitud y solamente asintió con la cabeza para luego hablar "Una pregunta rápida, ¿donde esta calum?"

El chico la ignoró, caminó, se detuvo y luego volvió a caminar. No le dio mucha importancia ya que se veía completamente jodido como para hablar con alguien. Así que Val caminó a la cocina y se sentó en unos de los banquillos, apoyando su barbilla en la mano y suspirando. Podría levantarse e ir a su apartamento pero no llevaba llaves.

Escuchó unos pasos llegando a la cocina, era el chico de cabello rojo. Esta vez se veía aun más devastado. Abrió el refrigerador y sacó una botella de cerveza. Se sentó dos banquillos lejos de Val y se quedó en silencio. Se veía totalmente perdido en sus pensamientos.

El suspiró y pasó la mano por sus cabellos "¿Porque la gente buena siempre se va?"

Había sonado como una pregunta retórica pero Val no pudo resistir el no responder "Tal vez porque no eran buenas personas, en primer lugar"

El no estaba esperando respuesta, pero cuando la escucho, la miró y le dio una débil sonrisa "Pero, ¿no apesta? Confiar en alguien y después te das cuenta que no eran lo que tu creías"

Ella asintió "La gente puede engañarte"

"Pero no me gusta ser engañado. Odio que la gente en que confío se vaya y me deje con mi miseria" Soltó con un tono de rabia el muchacho.

"¿Estas bien?" Valerie preguntó, no sabia porque, sólo le salió.

El la miró por unos tres segundos "Exactamente ¿quien eres tu?"

"Val, soy Valerie, si, Valerie"

"Oh, calum siempre habla de ti ¿sabias eso?" El chico mantenía en su cara esa débil sonrisa.

Valerie se sonrojó "¿Como te llamas?"

"Michael" Los dos intercambiaron sonrisas y después todo se volvió silencio. Solamente se escuchaba de vez en cuando los sorbos que Michael le daba a su cerveza. Estaban tan perdidos en sus pensamientos que no habían notado que Calum había llegado hasta que habló "¿Valerie?"

Ella salió de la cocina, reconociendo la voz y sonriendo ante la presencia de Calum.

"Aquí estoy"

El ver a Val más animada hacia a Cal feliz "Hola"

Ambos se quedaron en silencio, hasta que Calum habló.

"Lo siento. Por dejarte sola en la mañana, tenia que uhm, visitar a alguien"

"¿A quien?" preguntó Val.

"Solo uhm, solo un conocido que no veía hace mucho"

Se quedaron hablando de lo que iban a hacer ese día y cosas así.

Mientras, en la cocina michael se encontraba totalmente perdido pensando en Valerie.

Calum la había descrito muy bien, demasiado.

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