Batallando con el amor

Prólogo

En una galaxia distante se encontraba el planeta Salada dirigido por el supremo Rey Vegeta, un dirigente justo y preocupado por su pueblo. La raza saiyajin son guerreros poderosos que luchan a favor de otros pueblos a cambio de un pago justo en especie o monetario. Sin embargo desconocen que pronto tendrán que enfrentar a la mayor amenaza que jamás ha existido en el universo.

El rey encabeza a la familia real integrada por 5 hijos: el mayor es Vegeta un poderoso guerrero de 25 años con una personalidad dominante, le sigue Broly un joven bastante calmado pero con ataques de ira incontrolables que han puesto en peligro a la familia. La hija Mediana de 18 años es Milk, una adolescente rebelde que es un dolor de cabeza para su padre y hermanos. Los más pequeños de la familia son Tarble de 12 años, un niño con nulos dotes para la pelea pero que ha demostrado cierta afinidad con la ciencia. Por último con 6 años Kyabe, quien para su corta edad es un soldado prometedor, su nacimiento estuvo marcado por la tragedia, la reina falleció por una complicación durante el parto y eso volvió al Rey Vegeta lejano a sus descendientes.

De todos los hijos del Rey, al que debía encontrarle una alternativa de vida era a Tarble. Con bajo poder de pelear y su nula actitud para las batallas lo colocaban como el hazme reír de la familia real. Por tanto decide explotar esa fijación que tiene el hijo por desarmar todo lo que encuentra y unir piezas para construir otros aparatos. Solicitó a los mejores científicos del planeta Sadala su apoyo con el muchacho, pero el orgullo saiyajin no les permitía convertirse en lo que ellos llamaban "la niñera" del príncipe de cristal.

Desesperado solicitó apoyo con la famosa "Patrulla Galáctica" para encontrar el mentor indicado en ciencia. Tenía la esperanza de convertir a su hijo en un gran desarrollador tecnológico y necesitaba con urgencia ayuda de quien fuera.

Al otro lado de la Galaxia vive Bulma una terrícola de 24 años, ex trabajadora de la Patrulla Galáctica, reside temporalmente con su amigo Jaco. Está pasando una fuerte crisis existencial por su despido laboral sin fundamentos, un día le dijo sus verdades al encargado del área tecnológica y al día siguiente le pidieron su renuncia, argumentando que había saboteado algunos equipos y naves del escuadrón verde.

El amigo Jaco harto de tener que soportar el desorden y apatía que muestra su compañera, decide buscarle un empleo momentáneo, mientras se apela el despido injustificado de Bulma. Le molesta verla sumida en la miseria: viendo televisión todo el día y comiendo porquerías. Al principio la compañía era agradable pero al correr de las semanas era desgastante regresar de sus misiones y ver toda la casa revoloteada, con miles de envolturas en el piso, los platos sucios del fregadero en una torre a punto de caer y enormes pilas de ropa sucia. Bulma no movía ni un dedo para hacer limpieza.

Es allí como en un acto desesperado del Rey Vegeta y de Jaco, el destino comienza a cruzar los caminos del hijo mayor Saiyajin y de la científica, con personalidades opuestas pero que deberán encontrar puntos en común para cuidar de los hermanos menores.