𝓔𝓵 𝓹𝓪𝓼𝓪𝓭𝓸 𝓭𝓮 𝓚𝓪𝓰𝓸𝓶𝓮
Inuyasha y Kagome tenían una vida pacífica. Estaban acostumbrados al silencio y a las noches con estrellas luminosas en su pequeña cabaña a orillas del bosque.
No estaban solos en todo el día hasta llegada la noche, y normalmente ellos solían aprovechar al máximo cuando sucedía. Se contaban el día y cariñosamente compartían la cena antes de ir al lecho matrimonial, pero específicamente esa noche el Hanyou parecía estar distante con su esposa.
No le daba ni siquiera una sola mirada, mantenía el ceño fruncido y un gesto de molestia, a la miko le pareció extraño y quería preguntar qué le había provocado ese humor, pero se dijo a sí misma que por el bien del apetito de ambos, evitaría cualquier discusión hasta después de la cena.
Ella le sirvió a Inuyasha en un tazón la sopa de verduras que había cocinado y luego lo hizo para ella misma y se sentó frente a él.
Los ojos ambarinos del muchacho se centraron en la figura de su esposa, tan pequeña y delicada y con el rostro angelical que le caracterizaba.... Y entonces se volvió a sentir como en el pasado con Koga cuando aún buscaban los fragmentos de Shikon.
Estaba celoso.
Esa tarde Miroku y él habían estado exterminando a un demonio, y cuando volvían un hombre que volvía de una guerra, le había contado al monje y al Hanyou su situación.
Estuvo tres años fuera de su aldea, y su prometida en ese tiempo fue cortejada por otro hombre... Ahora que él estaba de vuelta, los sentimientos de su amada eran confusos, pero aún así decidió quedarse con él, porque fue a quien le prometió amar primero.
Entonces el hombre les manifestó que no estaba seguro de con quién realmente quería estar la mujer, ya que tal vez sólo fuese obligación, pero no era lo suficientemente valiente para preguntárselo.
Luego de que este viajero siguiera su rumbo, en la cabeza de Inuyasha no paraba de repetirse la misma pregunta: ¿Habrá estado Kagome viendo a otros chicos en esos tres años que estuvieron separados?
Sabía que para ambos fue una agonía, y que gracias al deseo inmenso de volver a verse... el pozo se abrió una última vez.
Pero... Ellos no tenían certeza de que eso volvería a pasar. Si Kagome fuera cortejada por otro hombre en su época, sería totalmente injusto reclamarle, puesto que no había garantía de que ellos pudiesen volver a verse.
¡Feh! Tonterías― pensaba Inuyasha mientras comía en silencio― No tengo derecho para reclamarle nada después de todo mi pasado con Kikyo...
Pronto Kagome llevó sus tazones hasta una tina con agua y apagó un poco el fuego para que ambos pudieran dormir tranquilos. Ella le sonreía tiernamente cuando sus miradas se conectaban, y él se sentía pésimo por no poder evitar morir de la curiosidad y los celos patéticos.
La muchacha sacudió un poco el futón y se metió dentro y luego miró a su esposo con los ojos somnolientos.
― Ya ven a dormir, Inuyasha...
El peliplata la siguió, se despojó de su haori rojo y se metió bajo las sábanas. Ella rápidamente acomodó su cabeza en su pecho y envolvió sus brazos a su alrededor, de manera natural.
Cuando recién había llegado al Sengoku de vuelta... Ella no tenía la más mínima vergüenza― pensaba él, quién se limitó a mirar el techo sin reaccionar ante la cercanía de su mujer― Tal vez... ¿Ya había dormido con alguien más antes de volver?
― Feh ― gruñó en voz baja, sin darse cuenta de que realmente lo hizo.
― Inuyasha... ¿Qué está mal? ¿Qué te molesta? ― Kagome murmuró desde su pecho, levantando su mirada para conectar sus miradas.
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Historias InuKag
RandomLas historias que se publicarán NO son mías, le pertenecen a Ally Gómez. Los personajes le pertenecen a Rumiko Takahashi ¡¡Vengan y disfruten de bellas historias de esta hermosa pareja!!