Historias Cortas Jenlisa&Chaesoo

Un Segundo Cuento

-No sabes cuánto te odio jirafa-

-Jisoo, antes de invitarte a que pasaras la noche en mi humilde hogar, te advertí que no quería presenciar escenas sexuales-

-Nadie te obligo a quedarte-

-¡Es mi sala!- le reclamó enfadada

-Tú también hubieras tenido algo de acción si no fueras tan mojigata- Susurró cual niña regañada.

De nuevo nos encontramos en la sala de los Manoban, en la primera piyamada en parejas para formalizar una relación, justo después de que cierta cantante decidiera intervenir al ver volar un top negro directamente a la lámpara de sus padres.

-¡No habrá sexo en esta casa!-

-¿Es por eso que Kim tiene una marca roja en la mejilla y pareciera que le succionaste él alma?- se burlo con sorna sin dejar de abrazar la cintura de su novia que seguía arriba de ella.

-Jennie… Jennie y yo….bueno…nosotras...agh ¡Cállate Jisoo! No es de tu incumbencia…-estaba avergonzada

FLASHBACK

-Yo también tengo un cuento-respondió seria Lisa.

-¿A si?-

-Claro, solo que es un poco diferente...se llama "Alice in Sexland"- la rubia se acercó a Lisa lo suficiente para tomarla lentamente de la cintura y besarla suavemente olvidándose completamente de que a menos de de medio metro se encontraba otra pareja un poco más avanzada; la ardilla como le decían de cariño tomaba los pechos de su novia sobre el "pequeño e iluso" top de color negro provocando que la pelinegra gimiera en su boca.

-Jennie…no estoy segura de…-

-ssshh tranquila, no haré nada que no quieras-lentamente comenzó a besar el cuello de la rubia hasta que de la nada una mano la golpeo en la mejilla provocando que se detuviera abruptamente y mirara sorprendida a la otra.

-Oh dios…yo …yo…lo siento, fue instintivo...fue sin querer, por…por favor continua- Jennie no sabía realmente que hacer, pero ya estaba algo ansiosa de volver a probar la piel de la rubia, así que ignorando un poco el ardor en su mejilla, saco su lengua para dirigirla directamente al punto de pulso….y de nuevo, una mano volvió a golpearla.

-¡Dios Lisa!-jadeó cansada de los ataques repentinos.

-¡Lo lamento! Es….es sin querer, mis padres me llenaron de tanto miedo por el sexo que…que mi subconsciente me hace actuar de esa manera-bajo la cara apenada por la situación, no quería dar una mala impresión a la que parecía ser su mejor pareja hasta ahora.

-Está bien…creo…creo que vale la pena- sonrió consoladoramente haciendo que Lisa recuperara su confianza… ¿y por qué no admitirlo?, un poco de su excitación también, esta vez decidió que haría algo que apostaría encendería a la rubia y la haría olvidar esas enseñanzas de sus padres, se acerco cual vampiro abriendo su boca bufando al igual que un toro embravecido, sus ojos se dilataron como leona cazando a su presa y abrió completamente su boca como haría una anaconda a punto de devorar y atacó completamente el cuello de Lisa.

-aaahhh…dios… Jennie- la bailarina no sabía para donde mirar, apretó fuertemente sus ojos y se recostó sobre el suelo con Jennie engullendo su esbelto cuello.

-No es lo más romántico que he hecho…pero parece funcionar- se consoló la morena colocándose arriba de la tai, su lengua comenzó a trabajar fervientemente mientras cerraba lenta y delicadamente su boca.

-mmmhmm…. Jennie …- todo era perfecto…demasiado perfecto…hasta que de un momento a otro la rodilla derecha de Lisa se contrajo abruptamente golpeando el estómago de Jennie provocando que la morena se quedara sin aire y gimiera por el dolor.