Vivieron felices por siempre.

Capítulo 8

¿Bailamos?

Luego de la fiesta de cumpleaños y compromiso de Emily, las semanas pasaron con su aburrida rutina. De lunes a viernes llegar al colegio tarde por lo que Lyra tendría cuarta falta por eso y durante los recreos leería el horóscopo junto con sus amigas, lunes y miércoles tenía práctica de handball en Educación Física, miércoles y viernes tenía clase de ingles, martes y jueves práctica de hockey, ir a molestar a su madre y Nico al trabajo, ayudar en su casa con la limpieza, escuchar como sus padres se pelean mientras con los gemelos jugaban algún juego, ver como sus padres hacen la ley del hielo por unos días y luego se reconcilian, hablar con su compañero Tomas, etc.

Lo que hacia diferente esa semana de las demás era que comenzaban los ensayos para el pericón. Lyra se sintió aliviada al ver en el grupo de Facebook que los horarios de los ensayos no chocarían con ninguna de sus otras actividades.  Si bien se hablaba casi todos los días con Tomas, la idea de bailar con él la ponía nerviosa, ¿será por el hecho de que le daba vergüenza la idea de que le tocara la cintura o por qué no quería que supiera que con 17 años aun no sabía diferenciar la izquierda de la derecha?.

En varias ocasiones pensó en comentárselos a sus amigas pero creyó que la tratarían de idiota o que le dirían ya era tarde para arrepentirse, lo cual era verdad. Ya se había anotado y tenía que ir a participar, es por eso que Lyra se encontraba en la plaza cerca de su casa esperando a Tomas. Tuvo suerte al ver que los ensayos se realizaban en el mismo lugar donde se inscribieron, el cual se encontraba observando. 

-Hola.- la voz de su primo José la distrajo y se giro para verlo. Llevaba unos pantalones de buzo negros con una remera color durazno y unas zapatillas deportivas.- No sabía que bailabas, ¿con quién bailas?

-Hola.- Lyra le sonrió y ambos se saludaron con un beso en la mejilla.- Mi compañero es Tomas Imbuka y ¿la tuya quién es?.

- No lo conozco.- dijo José mientras miraba hacia el cielo pensativo.- Es Olivia Pérez, pero hoy no puede venir al ensayo. 

-Ni idea de quién es.- ambos ríen por lo bajo.-   ¿Tenes idea de cómo se baila esto? Porque yo no sé ni el paso básico.

- ¿Tiene paso básico?.- bromea José y luego niega con la cabeza.- No y espero nos enseñen eso porque si no estamos fritos.

Siguieron hablando por un rato hasta que llegaron un hombre bajito de pelo blanco que apenas cubría su casi calva cabeza y cara de pocos amigos, una sonriente mujer delgada de pelo morocho alborotado atado en una coleta baja y otro hombre alto con una panza prominente y una risa contagiosa. Abrieron las puertas del salón donde empezarían a prácticas y de apoco los más de trecientos bailarines se fueron entrando, por suerte el lugar era grande. Lyra espero un rato a que la mayoría entrara mientras miraba a los costados esperando a que Tomas aparezca pero no lo hizo, luego saco su celular del bolsillo pantalón de buzo color negro para ver si le había mandado un mensaje o alguna llamada perdida que no escucho pero no había nada.

Una vez que todos estuvieron dentro y Lyra encontró a su primo entre la multitud, los profesores se presentaron. El hombre bajito se llamaba Walter Medina, la mujer era Mónica Palacios y el hombre alto se llamaba Horacio Müller, les dijeron que ensayarían en distintos lugares hasta que se acerque la fecha del festival donde podrían ir a ensayar directamente al campo Martín Fierro, que era donde se realizaban por más de treinta años los festivales.  Luego de aclarar algunas cosas sobre los horarios, separaron a todas las parejas que ya sabían lo básico de los que recién iniciaban para enseñarles los pasos. 

Mientras Horacio y Walter se encargaban de enseñarles a los nuevos bailes a los que ya sabían, Mónica se encargo de enseñarles a las parejas que no sabían, entre ellos incluidos José y Lyra. Como sus respectivas parejas no habían asistido, ellos empezaron a ensayar juntos los pasos básicos y como José lo hacia mal, entre Mónica y Lyra trataban de ayudarlo.