Faltaba sólo le faltaban dos pagas para completar el dinero para deshacerse de eso.
Su relación con Ethan se había vuelto distante, sentía que él no podía saber de aquello pero a la vez sabía que él tenía derecho a saber lo que haría.
Sus sentimientos era una mezcla de emociones.
Los días pasaban y su vientre se inflaba, los pantalones ya no le prendían. Las náuseas seguían pero ya no vomitaba todo lo que comía.
Chocolate...¡Chocolate!...¿Chocolate?
Y dentro de ella crecía más y más las ganas de comer chocolate.
Chocolate con avellanas.
Y crecían las ganas aún más.
¿Un antojo?
El timbre sonó y las clase había terminado.
Esas ganas de comer chocolate con avellanas no la dejaría en paz. Decidió salir de la universidad e iría a pie a buscar su rico chocolate.
—¿A dónde vas sola? —una voz gruesa habló a sus espaldas.
No quería dirigirle alguna palabra, pero algo en lo más profundo de su corazón quería decirle lo que le estaba ocurriendo.
Pero no, lo mejor era así.
—No te importa y ahora vete —aceleró más su paso y ya salía del campus de la universidad.
—Sabes que no me iré —contestó mientras caminaba a su lado.
Sin dirigirse la palabra caminaron juntos hasta llegar a la ciudad y más específicamente al supermercado.
—Aquí tienen lo que quiero —dijo mientras imaginaba aquella barra de chocolate con avellanas.
—¿Qué vienes a buscar?—preguntó él mientras se adentraban en los pasillos.
—Chocolate con avellanas —buscaba en el sector de snack.
—Aquí no vas a encontrar Emily —Ethan revisó los estantes con golosinas— no hay de lo que buscas mejor iré a preguntar.
Al final del pasillo había un empleado del supermercado mientras tanto siguió recorriendo los estantes.
—¡Emily! —una joven embarazada apareció en frente de ella.
—¡Susan vaya sorpresa! —dijo mirando con nerviosismo hacía donde se encontraba Ethan de espaldas.
—¿Él es el papá de tu bebé? —preguntó mirando hacía donde él se encontraba con una sonrisa en su rostro.
—Estem... ¡Si es él! —respondió casi en susurro.
Ethan no podía ver que estaba hablando con Susan sino preguntaría de dónde la conocía.
—¿Y la bebé? —dijo moviéndose del lugar .
—Falta unas pocas semanas y ya la tendré en mis brazos —respondió emocionada— ¿y tú aún sigues con esa decisión de no tenerlo?
Emily sólo asintió hablar de ese tema la ponía incómoda pero Susan había sido amable con ella.
—¿Y él lo sabe? —estaba apunto de responder y vio a Ethan pasar para el otro pasillo.
—Susan me alegro de verte pero tengo que irme —sin darse cuenta poso su manos en la barriga de Susan— suerte bonita.
Apenas poso sus manos sentía el movimiento de la bebé.

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Los Colores de la Vida
Teen Fiction《La vida tiene el color que tú le des... Acuérdate de escoger bien los colores》 Todos pasamos malos momentos en nuestras vidas y no fueron excepción en la vida de Emily. Una noche que marcó su vida por completo. ¿Por qué tanta maldad?¿Por qué le hab...