CAPITULO 4

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MIGUEL

Las luces están apagadas... Se escuchan pasos.

-Camila, ¿eres tú?
-Migueeel.
-¿Dónde estás?

Siento como algo golpea mi cabeza.

CAMILA

Lo último que supe es que me desmaye... Desperté y ahí estábamos, Miguel y yo, sentados, amarrados, sin nadie ni nada a nuestro alrededor... Alguien viene.

-Chicos, los sacaré de aquí.

Mi mamá nos desató, y lo bueno que también recupero nuestras cosas.

Volvimos rápido a bajar las escaleras, no había nada, estaba vacío.

- ¡¿Qué paso aquí?!

HÉCTOR

Saben demasiado, no pueden saber más... Lo bueno que con mi más avanzando invento pude sacar todo de ese lugar y traer las cosas aquí.

CAMILA

-Vámonos Miguel  no puede estar lejos.
-Si, tenemos que encontrarlo.

Al intentar salir nos dimos cuenta que habían bloqueado la salida por la parte de atrás y en la entrada hay muchas personas cuidando... Al ver que no pensaban en irse, salimos corriendo rociando con la sustancia que nos dio Luisa.

Nos escondimos por separado, cada uno en diferentes cuartos, buscando alguna pista o señal de Héctor, pero nada.

Logramos escapar y nos dirigimos hacia el carro, ya era tarde, estaba nublado, de repente se escuchan truenos, se miraba como si fuera a llover, corrimos y nos subimos al carro, vamos a buscar un lugar seguro para quedarnos dice Miguel mientras enciende el auto...Empieza a llover.

Pasamos por donde habíamos dejado a mi hermano, y vaya sorpresa... No estaba.

-Mi hermano. ¡No está!
-¿Qué? No puede ser eso posible

Miguel frena y nos dirigimos al lugar. 

-Desapareció... ¿O es acaso que no estaba muerto?

Se escucha una sirena.
-¡Camila vámonos!

MIGUEL

Ya se dio cuenta que no estamos, se dio cuenta que volvió a perder la cámara... Emitió una alarma y mando a buscarnos, pero eso no logrará que evitemos todo lo que planea hacer.

Un día antes de las elecciones

CARLOS

Mi jefe me mandó a llamar, se me hizo extraño, pero me dirigí a su oficina.

-¿Te gustaría un mejor puesto?
-¡Si! Por supuesto.
-Pues el puesto de gerente es tuyo, siempre y cuando tu familia y tú usen estás tarjetas Sims Cards. ¿Aceptas?
-Acepto.

Se me hizo extraño, pero cuando salí del trabajo, puse la tarjeta Sim Cards en mi celular y me entró una llamada... Hola Carlos, soy el nuevo gobernador y a partir de ahora harás todo lo que yo te diga... Me quedé inmóvil por un momento, y de repente, una marca roja apareció en mi cuello.

El día de las elecciones

Bueno, acepte el puesto y hoy anuncian mi ascenso.

Recibo una llamada... 

-Al salir de la empresa quiero que mates a tu padre.

Época actual.

HÉCTOR

Después de capturar a Miguel y Camila 

Voy de regreso a mi casa... Pero de repente... Veo a alguien tirado...Es Luis, me bajo del carro y lo llevo conmigo.

Cuando llegamos, lo lleve al cuarto de reanimación... El cual también muestra las cámaras de seguridad... Por lo que vi, a dos jóvenes bajando las escaleras. Les dije a los de reanimación que hicieran todo lo posible para que Luis viva.

Me dirijo hacia donde están Camila y Miguel, bajo las escaleras, apago las luces, cierro las puertas, tomo a Camila  para inyectarle un sedante y le doy un golpe en la cabeza a Miguel... Mando a alguien para que los saque y los ponga en otro cuarto.

Me regreso al cuarto de reanimación... Luis está vivo, pero me dicen que perdió la memoria... Les digo a todos que salgan y  muevan todo a la bodega.

-¿Dónde estoy?
-Estas en tu casa, hijo
-¿Tú eres mi padre? ¿Por qué no te reconozco? Y ¿por qué no recuerdo nada?
-Si, te diste un fuerte golpe en la cabeza por el impacto de la bala, es por eso que no recuerdas nada.

Se mira el vendaje. 

Esto me va a servir, y más que la Sim Cards. Al fin y acabo, merecía estar vivo, ¿no?...es mi sobrino.

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