- 5 -

108 14 0
                                    

Meses mas tarde...

Se encontraba el mexicano recorriendo aquellos pasillos, se había acostumbrado a caminar con tacones, era tan raro para el, termino siendo mas femenina de lo que esperaba, ni siquiera entendía lo que estaba haciendo, solo entendía que su gordis hizo publica su relación, que le daba muestras de afecto enfrente de todos sin pena alguna, todo lo que llegaban hacer a escondidas ahora lo hacia sin problemas algunos, incluso ya usaba peluca, una peluca castaña y algo larga, se podría decir que a simple vista parecía mujer, la francesa le ha hecho comentario algo hirientes como que estaba muy gordo para optar una figura femenina, lo que era Japón y Bielorrusia se acercaban curiosas a este, como no hacerlo, la situación se torno demasiado extraña. Después de unos pasos llego a una sala algo apartada, dejo los papeles con los que iba trabajar pero escucho que alguien entraba, rápido se dio la vuelta pensó por un momento que era Canadá otra vez tratando de abusar de el pero no, era el ruso, se le veía preocupado, el mexicano solo dio un suspiro pesado, sabia que le gustaba y lo menos que necesitaba era mas problemas

— Мексика... ¿podemos hablar?

— Si es tu propuesta de que este contigo, no, Rusia ya te dije que solo tengo ojos para mi gordis, aparte de que eres muy joven para mi, sin contar mas cosas, solo seria tu pasatiempo de dos semanas hasta que te aburras... — miraba serio —.

Que directo y especifico.

— No es eso, aparte ya tengo pareja, lo que haya dicho es cosa del pasado

— Oh — se sintió aliviado — ¿Entonces de que quieres hablar?...

— ¿Qué te esta pasando?, de un momento a otro dejaste ser tu, no eres el Мексика que todos conocen...

— Si que te falta mucho por aprender Rusky... — soltaba un risa como de ironía — lo que tu veías en mi tampoco era tan real, nunca terminas de conocer a la personas, grábatelo... — bajaba su mirada con algo de tristeza —.

— Pero, ¿esto?, al menos dime si te gusta lo que eres ahora...

El mexicano sólo quedo en silencio, odiaba verse en el espejo, odiaba tener que vestirse así, como permitió que avanzara a mas, la imagen de el esta bastante distorsionada. Solo empezó a dejar salir unas lagrimas, ya no soportaba nada de lo que estaba pasando, ya no soportaba vestirse así, ya no soportaba que ahora cada vez mas lo acosaba Inglaterra y Canada, ya no soportaba las burlas e insultos por parte de los demás, el ruso solo miraba preocupado, la manera que lloraba el mexicano era desgarrador, se limito abrazarlo un poco, el tricolor no correspondía aquel abrazo, estaba de alguna manera congelado, su cabeza no entendía lo que pasaba, su cuerpo no respondía, solo sus emociones.

[ . . . ]

Ya el mexicano se encontraba con su hermanos, seguían molestos por la situación de que siguiera con Estados Unidos, querían que ya terminaran pero ¿para que?, nadie de ellos se iba a prestar acompañarlo en es proceso difícil, lo iban dejar peor, estaría sin pareja, sin apoyo, estaría completamente solo.

— No entiendo porque sigues con el boludo — hablo en un tono molesto —.

— Ustedes nunca entienden nada, mi gordis es un romántico a la "antigua" como dicen, flores, cartas, chocolates — tenia cierta sonrisa en su labios — incluso ya me escribía cartas desde que éramos colonias, si tenemos nuestras diferencias pero tarde o temprano regresamos a estar juntos, el esta mas presente que ustedes — lo ultimo lo dijo bastante seco —.

— ¿¡Qué!? — esta vez en hablar fue el boliviano —.

— Lo que escucharon, ustedes no están cuando los necesito, ni siquiera fueron a visitarme cuando me rompí la muñeca y estaba desecho... — su mirada era serio — Sigo sin entender por que el día que tuve esa sobredosis llegaron, no fue para ver si estaba bien...

El resto de los hermanos solo estaban callados, fríos por las palabras del mexicano, temían que este supiera sus verdaderas intenciones, el mexicano no era tonto, hace tiempo que había entendido del porque necesitaban de su existencia, estaba cansado de callarlo, estaba cansado de fingir que no lo sabia, ya esta cansado de todo lo que le pasa, dejaría salir lo que realmente sentía.

— Necesitan que yo siga vivo para que España no los venda a ustedes con Inglaterra, me di cuenta de eso... — siguió  hablando este, mientras los demás ya estaban pálidos — Tal vez quieren que termine con el por que uno de ustedes no lo va pensar dos veces para andar con el, así que no les importo mucho a ustedes que digamos, no quieren pasar por la múltiples violaciones por las que tengo que pasar ¿cierto? — la manera tan natural que lo decía daba miedo —.

— Mex... — por fin hablo uno de ellos, era el chileno — No es eso...

— Ni te molestes en mentir, yo tengo mas que claro lo que soy para ustedes... — se levantaba de su asiento — con su permiso me retiro.

El mexicano salió de aquella habitación, le dolía aceptar la verdad de sus hermanos, pareciera que solo se rodeo de gente tóxica, se encontraba caminando por lugares un poco apartados donde solían trabajar o tener juntas, cuando sintió que alguien lo tomo por la espalda y ahora lo tenia contra la pared, el mexicano se quería zafar de aquel agarre.

— Que lindo te ves el día de hoy Mexique... — era el canadiense —.

Es una lastima que Canada su única forma de conocer el "amor" fue atreves de los abusos y golpes por parte de Inglaterra y Francia, solo repite los comportamientos que cree que es el "amor".

— ¡Ya suéltame!... — grito con bastante enojo —.

— o que? Are you going to tell my brother? como aquella vez?, espera, le mentiste diciendo que te acostaste con un amante solo para no decir que entre Angleterre and me te follamos... — tenia cierta sonrisa —.

El mexicano ya estaba llorando, sentía miedo, también de solo recordar todas las cosas que le han hecho, el de gorro con cola de mapache por fin lo soltó, el tricolor rápidamente se fue, buscaba a su pareja, con el se sentía realmente protegido, en cambio el canadiense río un poco, tarde o temprano se volvería a divertir con el, después de un rato de estar buscando encontró al de gafas oscuras viendo ciertos papeles. Sin decir mucho se acerco rápido a este, sentándose a lado y abrazando unos de sus brazos como de un niño pequeño se tratara, retenía lo mas que podía sus lagrimas, en cambio el 50 estrellas estaba extrañado, dejo sus documentos a un lado.

— Mex, what's going on?... — hablaba en un tono preocupado —.

Simplemente no respondió, se aferro mas al brazo de este.

— Solo quédate conmigo...

[ . . . ]

Continuara.

🅈🄾🅄 🄰🅁🄴 🄼🅈 -🄻🄾🅅🄴- 🄷🄰🅃🄴...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora