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Terminé de lavarme la cara y me miré fijamente en el espejo del baño, la noche anterior no debí haber ido a ese bar, es siempre lo mismo.
-Xiao Zhan estúpido, no hace falta decirte que hiciste anoche- dijo Zhuo Cheng detrás de la puerta. Y ahí estaba de vuelta el show de siempre. Sabía perfectamente lo que había sucedido conmigo en medio de ese aglomeramiento de alcohol y gente bailando; como siempre, luego de varios vasos de cerveza y otras bebidas que ya ni recuerdo haber probado, me entraba la desesperación, un dolor de cabeza insoportable, junto a unas voces irreconocibles que atormentaban mi racionalismo con la cara de Wang Yibo.
Y pensé que era una alucinación provocada por el mareo que manejaba en ese momento, no hasta que vi mis pies moviendome junto a él. (Flashback) No sabía de dónde había salido, ni hace cuanto que estabamos caminando. Pero agradecía que me sostuviera con un brazo, ya que sentía que el piso era un estilo de arena movediza que amenazaba con tragarme en cualquier momento.
-me vas a matar? a dónde me llevas?- había formulado muy tontamente con la poca conexión neuronal que tenía, tomandome mi tiempo para unir las letras en mi cabeza para decir algo coherente.
-Xiao Zhan te subiste a una mesa y gritaste mi nombre, esperabas que te deje ahí? era cuestión de segundos para que caigas desmayado sobre la mesa- dijo Yibo seriamente, su preocupación se notaba en su voz.
Eso es lo último que recuerdo.
Y ahí es cuando desperté en la casa de mi mejor amigo, Zhuo Cheng.
-Hey, piensas que haber hecho eso anoche hará que le gustes a Yibo? eres un tonto nunca sigues mis instrucciones, sabes que intento ayudarte- dijo Cheng cruzado de brazos. -lo se lo se, lo siento, prometo que la próxima haré lo que digas, y gracias por dejarme quedar aqui, seguro te patee mientras dormia.- respondí saliendo del baño y dirijiendome hacia la salida.
Una punzada de dolor atravesó mi cabeza luego de hacer el movimiento brusco al abrir la puerta, tomar me había dejado una resaca que me duraría al menos 2 días.
-hoy tienes una entrevista, no?- dijo Zhou Cheng siguiéndome con prisa. -si, tengo que ir a la oficina de una empresa hoy por la tarde- dije abriendo la puerta, esperando a terminar la conversación para poder irme a mi casa. -bien, mandame por mensaje en donde queda el lugar, tengo una idea, no preguntes, adiós- Zhuo Cheng cerró la puerta, dejando a un Xiao Zhan confundido detrás de esta
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Eran las 4:30, y el tráfico no parecía avanzar, 15 minutos quedaban para el comienzo de la entrevista, y cada minuto que pasaba aumentaba mi nerviosismo. Esto no hubiera pasado si no hubiera desviado mi camino a comprar la linterna y el aceite para masajes de pies que Cheng dijo que necesitaría. ¿Que carajos? A veces no entendía que pasaba por su cabeza, y lo que me pidió fue una gran tontería, pero prometió comprarme una figura de acción de SuperMan si lo hacía, y no pude negarme.
Pero en este momento ni la linterna ni ese aceite podían hacer que los autos avancen más rápido.
-Cheng, si no consigo el trabajo te haré limpiar mis bóxers a mano por 2 meses-
Como si alguien superior a mi hubiese escuchado mis plegarias, el accidente automovilístico que estaba a 20 metros fue retirado, logrando volver la circulación.
Solo me quedaban 5 minutos.
Estacioné el auto lo mejor que pude y corrí dentro del gran edificio, para luego anotar mi nombre en la recepción, y volver a correr hacia el ascensor.
La situación estaba mejorando, llegaría a tiempo a la oficina en el piso 37, pero ya era demasiado bueno para ser verdad; choqué con la puerta del ascensor mientras se abría, y la carpeta con documentos en mi mano, terminó en el suelo de ese pequeño cubículo.
-mierda- dije mientras intentaba volver a organizar todos los papeles en mis manos.
No me di cuenta en que momento alguien más entró antes que las puertas se cerraran, y comenzó a tomar las hojas junto conmigo. Tenía tanta vergüenza que apenas dije un gracias, que más que como una palabra, salió como un suspiro.
Tomé las hojas de las manos del contrario, y sin mirar su rostro, me dediqué a colocar el número de piso y a pegarme en una esquina mirando mis zapatos.
-Aún no me agradeciste- dijo aquel extraño, el cual me obligó a mirar su rostro después de oír esa voz tan familiar.
-Y~Yibo?-
Aquel chico de sonrisa tranquila me miró directamente a los ojos y sentí derretirme bajo su mirada.
-El mismo, ya vas a darme las gracias por llevarte a casa de tu amigo?-
-Oh s~si lo siento, no quise darte problemas, y gracias- dije tímidamente.
No recuerdo casi nada, espero no haber dicho algo vergonzoso, o peor, haber dicho algo cursi, O INCLUSO MUCHO PEOR, haberme declarado estando borracho. No se que haría si algo de eso hubiera pasado, desearía que baje un ángel del cielo y me lleve hasta la segunda estrella a la derecha y no volver más.
El menor emitió una leve risa que se sintió como un balde de agua fría.
Si bien conocía a Yibo gracias a la universidad y a que era amigo de la hermana de Zhou Cheng, apenas se podría decir que eramos conocidos. Por lo tanto, solo me había dedicado a enamorarme de él poco a poco desde la distancia, viendo su seriedad, y con mucha suerte, un casi inexistente indicio de sonrisa, si no es que se podría considerar una simple mueca para mostrar un poco de simpatía.
Jamás lo había escuchado reir, y menos si lo hacía en mi única presencia. Siento que mi corazón está en mi garganta, no se como reaccionar ante esto.
Yibo al ver que me quedé perdido en algún lugar de mi mente, solo quitó su mirada de mi con una pequeña sonrisa y tomó su celular, contestando o enviando algún mensaje.
Faltaban unos 10 pisos para llegar, y no pude evitar inspeccionar a la persona que se encontraba conmigo en ese espacio tan reducido.
Él llevaba un traje un poco informal que lo hacía ver muy jóven y hermoso, a comparación de mi ropa, que solo eran unos jeans y camisa básica. Su cabello castaño oscuro brillaba con las pequeñas luces del techo, y de repente me entraron unas ganas importantes de acariciarlo.
Debía dejar de observarlo o se daría cuen...
-Te gusta mi cabello?- dijo Yibo sacándome de mis pensamientos.
Oh mierda
-Mmm...y~yo solo estaba v~viendo emm lo que...-
JUSTO AHORA TENÍA QUE FALLARME LA LENGUA, quiero salir de aquí y esconderme para siempre.
Vi como el menor sacó su teléfono y masculló un YA a quien sea la persona con la que estaba hablando anteriormente.
Unos segundos después, sentí un leve movimiento en el ascensor, y lentamente sentí como se detenía unos 6 pisos antes de mi destino.
¿Que carajos?
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wenas uwu, esta es la primera historia que publico, no soy experta en escribir, pero lo intento, espero que les vaya gustando y que me apoyen♡
